Los tres primeros meses de desarrollo del bebé
Parece mentira pero la Niña ya tiene tres meses.
En un abrir y cerrar de ojos los primeros tres meses del bebé, esos que son increíblemente tiernos y conmovedores, se han esfumado.
¡Ya no tengo una recién nacida! Es mi tercera hija pero me ha vuelto a pasar: la etapa de recién nacido se me pasó volando y ahora tengo a una personita entre mis brazos con los ojos bien abiertos y deseando conocer el mundo.
¿Tres meses es tiempo suficiente para recuperarse del embarazo y del parto?
Depende.
Si nos referimos al plano más físico, recuperarse de una cesárea es muy probable que lleve más tiempo. Yo no me puedo quejar en ese aspecto, porque cada cesárea ha sido mejor que la anterior y con una recuperación más rápida, pero aunque a los tres meses puedo decir que estoy bastante bien, creo que aún ando muy lejos de volver a estar como estaba antes de quedarme embarazada por tercera vez… Eso suponiendo que vuelva a ese punto 😉
He tenido la suerte de engordar muy poco durante mis embarazos, algo que facilita con creces volver al peso inicial más o menos rápido. Después de tres experiencias tengo claro que pretender volver a mi peso de antes en los primeros tres meses es una expectativa dañina. Y, sinceramente, ¿qué necesidad hay de correr tanto? Es cierto que al haber engordado poco, solamente con lo que se pierde en el parto yo ya me quito más de la mitad de los kilos cogidos durante el embarazo, pero los últimos 2-3 kilos son muy difíciles de perder. Eso por no hablar de cuando la tripa postparto no se va, algo que me pasó sobre todo en mi segundo puerperio.
La lactancia ayuda a perder peso… O eso dicen. Yo engordé en mi segundo postparto porque comía y bebía sin parar, no tenía fondo. En esta tercera ocasión parece que tengo el apetito algo más apaciguado y sí que noto que, sin hacer nada en especial, he perdido más de dos kilos en estos tres meses. Y eso que con los cuidados de la Niña y sus hermanos, en plenas vacaciones de verano, ejercicio hago más bien poco.
Con el corazón en la mano, creo que el postparto no termina hasta que termina la lactancia. Al menos así lo viví con mis hijos varones. De modo que si con la Niña tengo la suerte de volver a vivir una lactancia larga, aún me queda para rato.
Los múltiples achaques del embarazo desaparecieron, gracias a Dios, en el mismo momento en que dejamos de ser un pack.
En cuanto a la herida emocional que te deja un mal embarazo, eso ya es otro tema. Desde luego, las huellas que algunos acontecimientos dejan en nuestro alma no son cosas que se curen en tres meses. Si lo estás pasando mal, pide ayuda. No lo dejes para más adelante. Es mi consejo.
Sea como sea, tres meses es un tiempo que nos permite irnos situando en nuestra nueva vida. No es fácil adaptarse a tener un bebé entre los brazos, con toda la responsabilidad que ello conlleva. Y si tienes más hijos, toda la familia tiene que recolocarse. En el primer trimestre aún estáis todos en shock, se requiere mucho más tiempo para que todo se asiente.
El cansancio no ayuda a recuperarse. Cuidar un bebé es realmente agotador, en el plano puramente físico pero también en el emocional. Os podéis imaginar mis jornadas con una bebé recién nacida y dos niños «mayores», todo el día sola durante las vacaciones de verano, sin ayuda de ningún tipo. Comer mal, dormir mal, ducharte a toda prisa, tener la sensación de no llegar a nada… vaya, no son cosas que ayuden a recuperarse.
Así que, recapitulando: tres meses es tiempo suficiente para que te vayas sintiendo cada vez más centrada en tu nueva vida, pero te aseguro que lo mejor aún está por llegar. Es normal tener sensaciones oscuras y es normal no estar a pleno rendimiento en todo momento… ¡o la mayor parte del tiempo! No seas muy exigente contigo misma porque esto acaba de empezar.
¿Qué hacer durante los tres primeros meses del bebé?
Mi recomendación es que te dediques fundamentalmente a dos cosas:
- La primera, a recuperarte. Haz lo que te pida el cuerpo cuando buenamente puedas. Si es dormir, intenta que te ayuden. Si es irte de compras, sal de compras. Si es escuchar música, perfecto. Salir a caminar, fenomenal. Que tienes hambre, pide que te traigan comida o encárgala tu misma. Que prefieres ordenar la casa como una loca, aprovecha si tienes tiempo y te apetece. No permitas que nadie te diga lo que tienes que hacer para recuperarte porque eres tú la que tienes que escucharte y decidir qué necesitas. En el postparto inmediato no estamos para mandangas. Ponte por delante de todo excepto de tu bebé y que salga el sol por donde salga.
- La segunda, adorar a tu bebé. Los recién nacidos nos permiten admirar lo maravillosa que es la vida y el milagro que es la llegada de un nuevo ser al mundo. Aprovecha para valorar las cosas más importantes que tenemos. El mero hecho de estar vivos. Haber sido capaces de crear vida. Como decía el Principito: solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.
¿Estos tres primeros meses se pasan rápido o no?
Recuerdo que cuando tuve al Mayor una amiga me preguntó si ese primer trimestre se me había hecho largo o corto. Supongo que esperaba que le contestara, sin dudar, que muy corto. Pero a mi realmente se me había hecho bastante largo porque:
– Aquel primer embarazo me lo pasé de la cama al sofá y del sofá a la cama. Dormía muchísimas horas diarias por lo que los días eran cortos y las semanas iban pasando bastante rápido. Desde que tengo llegó Mayor, estoy obligada a levantarme pronto por la mañana, no dormir nada durante el día y nunca me puedo acostar antes de las 24h. De pronto, los días empezaron a ser larguísimos y agotadores. Esto es algo que ya se ha quedado así para siempre. Yo me pregunto qué hacía antes de tener hijos, ¡¿en qué invertía el tiempo?!
– Las primeras 6/8 semanas fueron muy monótonas. Como decía mi marido, «es que esto es lo que hay: comer, dormir y llorar«. Cuando el bebé no interactúa socialmente pero te necesita al 100% no puedes hacer ninguna otra cosa que no sea estar a su lado. Si ya de por si pasas muchas horas despierta, si además sólo estás pendiente de él, los días son eternos. Cuando tienes más hijos los días son más entretenidos, os lo aseguro. En nuestro caso, además, ellos están alucinando con su hermana, así que entre decirle cosas, tocarla y querer cogerla, me siento mucho más entretenida y acompañada. Sin duda alguna este tercer postparto está siendo mejor gracias a ellos.
– Siempre pensé que los primeros meses no son los mejores. Y después de tres hijos lo sigo pensando. Es una etapa muy muy tierna, una revolución interior bestial, pero no es mi favorita. Me parece muy dura, poco agradecida. Es muy fácil, además, caer en el aislamiento, los pensamientos de culpa, de incomprensión… No es la mejor etapa para ninguno de los dos.
Como la maternidad es muy contradictoria, lo cierto es que aunque las primeras semanas se puedan hacer eternas en algunos casos, luego miraremos atrás y apenas podremos creernos que ha pasado tanto tiempo en apenas un abrir y cerrar de ojos. Sinceramente, no comprendo cómo es posible que Mayor tenga ya casi nueve años y no sé en qué momento han podido sucederse tantos años y acontecimientos si apenas parece que fue ayer cuando vi mi primer test de embarazo positivo.
De modo que si tu estás aún por pasar por todo esto, te aconsejo que intentes tener los ojos bien abiertos y que hagas un millón de fotos y vídeos porque el tiempo vuela y, tristemente, de los primeros meses luego nos suelen quedar muy poquitos recuerdos.
¿Cómo es un bebé de tres meses?
Aunque mis tres hijos han sido muy diferentes tanto en carácter como en desarrollo, en los primeros meses la consecución de los hitos del desarrollo suele ser muy similar para todos. Es más adelante cuando empiezan a notarse diferencias más significativas.
Por resumir un poco por encima, un bebé de tres meses:
- Sostiene bastante bien la cabeza y mantiene la espalda erguida cuando le coges siempre que le ayudes un poco. El Mediano sostenía la cabeza perfectamente antes de los tres meses y estaba ya camino de sostenerse sentado, ¡era increíblemente precoz! Sus hermanos aún cabeceaban un poco y la espalda había que sostenérsela. Vamos, lo normal.
- Patean con fuerza y cada vez más precisión.
- Se miran las manos y se las meten a la boca. Mayor se chupaba el pulgar.
- Comienzan a girar la cabeza en todas direcciones. Comienzan a comprender que pueden orientar la cabeza para averiguar de dónde vienen los sonidos o los estímulos visuales.
- Cuando están mamando y suena un ruido fuerte, detienen la succión.
- Cuando están mamando y alguien pasa o les habla, se detienen para ver qué sucede, mueven los ojos e incluso se sonríen.
- Algunos comienzan a entretenerse mirando objetos de cuelgan, el reflejo de la tele, las sombras de las lámparas, etc. (El Mediano era un niño de alta demanda que lo que quería era estar en brazos y que le dejaran de historias, todo hay que decirlo).
- Cuando van despiertos en el carro, por la calle, miran a su alrededor con curiosidad.
- Es posible que comiencen a sostener por unos instantes alguna cosa que cojan entre sus deditos.
- Boca abajo, sostienen la cabeza durante unos segundos y levantan el pecho apoyándose en los antebrazos.
- Algunos bebés han aprendido ya a darse la vuelta. El Mediano, que ya digo que fue súper precoz, con dos meses hacía la croqueta en ambas direcciones. Sus otros dos hermanos no lo consiguieron hasta más adelante.
- Sonríen cuando le hablan sus padres y cuando otras personas le dicen cositas. Prefieren los tonos agudos y no le gustan nada los tonos graves.
- Emiten balbuceos del tipo: «ajo», «agua», «uoo», «ji» y derivados.
- Mueven mucho la lengua y se les ve con muchísimas ganas de comunicarse.
- Cuando están muy contentos, pegan pequeños grititos muy agudos y patalean con manos y pies, moviendo la cabeza. Es el inicio de lo que más adelante se convertirá en una carcajada
Releyendo la lista, y viendo ahora a mi tercera hija, me sigue pareciendo increible que ese bebé que hace dos días estaba totalmente indefenso haya sido capaz de aprender tanto en tan poco tiempo.
Por cierto, el primer trimestre es el momento ideal para utilizar un fular portabebés o una mochila ergonómica. ¡Te lo recomiendo muchísimo! El porteo es maravilloso para los padres, porque nos ayuda a realizar muchas tareas sin descuidarles y de forma cómoda, y para los bebés está lleno de beneficios emocionales y físicos.
Esperando con ilusión los hitos que están por llegar
Sigo creyendo que lo mejor está por venir.
En el segundo trimestre, los bebés se rien a carcajadas, se giran, quizá comienzan a arrastrarse y a sentarse, pueden pasarse objetos de una mano a otra y meterse los pies en la boca…
Los tres primeros meses del bebé son un regalo. Me muero de ganas por vivir todo lo que vendrá a continuación.