¿El embarazo es un trámite?
Llevo tiempo queriendo escribir esta entrada y nunca había encontrado el momento por ser un tema que requería su tiempo, para expresar adecuadamente cuáles son mis sentimientos… Anoche, tras leer este post del blog de Miriam Tirado, titulado El embarazo no es un trámite, pensé que había llegado el momento. Porque cuando quise dejarle un comentario pensé que sí estaba de acuerdo pero no en todo y los matices que tenía que aportar a su escrito no cabían allí y eran más bien objeto de esa entrada que tenía pendiente desde hace tanto.
Miriam explica, y en esa misma línea van los comentarios que ha recibido hasta ahora, que el embarazo no puede verse como un trámite para tener un hijo, sino como un tiempo para llenarse de gestación, para conectarse con una misma, para lo cual es necesario parar… Y esto no siempre resulta del agrado de todo el mundo y no suele ser bien considerado en estos tiempos de prisas.
Con este breve resumen estoy conforme. De hecho, una de las primeras entradas que escribí cuando comencé el blog, y que con la que recuerdo que varias personas discreparon, fue una titulada Embarazadas pasotas. Yo también concibo el embarazo como el inicio de la maternidad, como una etapa fantástica que nos brinda la vida para mirarnos por dentro, comprendernos mejor, acercarnos a nuestra madre, entender qué queremos en la vida… Para mi, la maternidad consciente comienza con el inicio de la vida e implica responsabilizarnos de nuestro bebé aún antes de nacer, informándonos, meditando, decidiendo hacia dónde nos encaminamos. En definitiva, preocupándonos y ocupándonos de la parte física y psicólogica que todo embarazo tiene. Por eso, coincido con Miriam en que me cuesta ponerme en la piel de quien vive el embarazo sin interesarse de gran cosa, dejándose llevar, delegando decisiones en otros… pasando superficialmente, en definitiva.
Hasta aquí bien, pero ahora vienen los matices.
Termina Miriam su post diciendo
Entendamos qué nos impide disfrutar del momento, de un momento que no se repetirá, que es único y que lo más probable es que hayamos buscado. Quizás entendiéndolo podremos empezar a escucharnos y podremos empezar a estar presentes en cada momento, tanto cuando hay velocidad como cuando hay calma.
De mi primer embarazo no disfruté. No sólo no disfruté, lo pasé mal. Mal físicamente y muy mal psicológicamente. No sé cómo lo hubieran pasado otras personas en mi lugar, cada cual asume las situaciones de una forma diferente, pero sobreponerse a la falta de salud y al mismo tiempo a un miedo real y concreto, que no es una invención ni algo altamente improbable sino una posibilidad, miedo a perder la vida o tener graves consecuencias, tanto propios como en los del hijo que gestas, es una circunstancia difícil de asumir, muy especialmente cuando te sobreviene en una etapa de tu vida que esperabas de color de rosa. Supongo que esto lo entendemos todos.
En este segundo embarazo estoy bien. Aunque la lista de achaques pueda parecer larga, estoy estupendamente, quizá porque la comparación con el primero es tan buenísima que difícilmente podría quejarme. Lo vivo con normalidad, he hecho cosas que jamás pensé que pudiera hacer en el anterior hasta el punto de que todavía hoy me asombro de ser capaz… Y, sin embargo, tengo ganas de terminar. Si me preguntan cómo lo llevo, diré lo que la chica del post de Miriam, que se me está haciendo muy largo y que estoy deseando llegar al final. Luego me arrepentiré, lo sé, porque además esta vez sí que creo que será la última… Pero a día de hoy me encantaría estar ya con mi bebé en brazos.
¿Qué me hace tener cierta prisa?. ¿Por qué no puedo, simplemente, darle tiempo al tiempo?.
Supongo que todo se resume de nuevo en la palabra miedo. No un miedo paralizante, ni siquiera un miedo que me impide disfrutar de estos momentos tan hermosos. Pero sí una incertidumbre, un temor a los problemas, la responsabilidad de saberme garante absoluta del bienestar de mi hijo no nacido, la responsabilidad de cuidar del mayor sabiendo lo mucho que me necesita…
No tengo (apenas) los miedos clásicos que suelen tener las embarazadas y esta segunda experiencia está siendo increíblemente más serena que la anterior. Pero no estoy libre al 100% de mis miedos.
¿Pongo ejemplos?. Ya no no se habla de gripe A, pero yo me sigo poniendo mala (nunca mejor dicho) cuando alguien tose o estornuda a mi lado, porque sigue siendo cierto que un virus del aparato respiratorio a mi me puede mandar al hospital, poniendo en riesgo a mi bebé y a mi y creando un grave problema con el cuidado del mayor. No me puedo permitir enfermar, ahora no. Y ese resquemor, por controlado que lo tenga, lo llevaré conmigo hasta el mismo día que termine el embarazo.
¿Otro ejemplo?. Tengo dos cirugías recientes en mi útero. Dos cirugías, no dos cesáreas, sino una cesárea y una extirpación de un mioma de tamaño considerable. Y cada vez está más cerca el momento en que, de la mano de mi ginecólogo y mi familia, tenga que decidir qué opción de parto me parece menos arriesgada y más conveniente para ambos. Una decisión de la que me siento plenamente responsable y que me parece una de las más difíciles que he tenido que tomar en los últimos años puesto que ambas me parecen igual de malas e igual de buenas casi a partes iguales.
¿Sigo?. A veces no noto al bebé. Es normal, totalmente normal, pero no me gusta ni un poquito. El mayor no paraba de moverse, incluso me hacía daño, siempre estaba presente. Este pequeñajo no. Y no me gusta, porque necesito psicológicamente que siempre esté ahí, que me quite esa preocupación. Pero eso es cosa mía, no suya.
¿El embarazo, entonces, es un trámite?. No es un mero trámite, pero para mi sí es un trámite en cierta medida: es el camino que tengo que recorrer para tener a mi bebé conmigo. Y en ese camino hay cosas buenísimas y cosas no tan buenas, cosas que me encantan (y por las que repetiría cien mil veces) y cosas que no me hacen sentir bien (y por las que todas hemos dicho alguna vez: yo no repito).
No sabes cuánto me gusta que de un post salga otro y vayamos compartiendo y a la vez, explorando qué pasa y qué nos pasa, en estas etapas tan importantes y especiales de la maternidad… Te entiendo; comprendo estos miedos, las ganas que se acabe el embarazo para, en parte, poder respirar tranquila i sentir «todo ha ido bien», abrazar a tu hijo y dejar de sufrir porque algo vaya mal en estos 9 meses… Es absolutamente comprensible. El miedo a que no se mueva lo suficiente… es algo con lo que creo que la mayoría de madres también nos sentimos identificadas. Quién no ha pensado algún día «creo que hace horas que no se mueve, ¿estará bien?».
Gracias por dar tu punto de vista, por explicar cosas tan íntimas como tus miedos en esta etapa. Y poco puedo decir más que intentes conectar con la CONFIANZA de que todo irá bien. Instalarte en ella, confiar en tu bebé, en la capacidad de tu cuerpo para gestarle, en la capacidad de tu hijo mayor para integrar su llegada… confiar en la elección que haréis de tu parto, confiar en la vida, en definitiva. Confiar para alejar el miedo y poder acabar de disfrutar. Ya queda poquito. Y creo, como te dije el día que nos comunicaste tu embarazo, que todo irá bien.
Un abrazo, compañera bloguera! 😉
Muchas gracias, Miriam. Ya sabes que tu blog me inspira muchísimo. Si no te cito todos los días es para que no parezca que te voy copiando! jajajajaja 😉
Creo, siempre lo he dicho, que hay que hablar de estas cosas. ¿Quién no tiene miedos? Quien es consciente y le importa un tema, tiene miedos, es impepinable. Y creo que es importante conocerlos para poder trabajar sobre ellos, aunque a veces sea como ponerle puertas al mar…
Hombre, yo viví un embarazo totalmente opuesto al tuyo primero. Precisamente hoy pensaba en escribir sobre ello en mi blog y no se comohahcerlo sin que suene a cursilada, pero es que yo me sentía genial. No tuve ningún problema en los 9 meses, y de hecho trabajé hasta el último día. Mi peque era como el tuyo y se hacia notar cada segundo. Lo viví superemocionada, y de hecho me daba cierta nostalgia dar a luz y no volver a tener mi barriguita. Pero de todas maneras puedo entenderte perfectamente, si no te encuentras bien de salud, si los miedos te agobian, es normal que desees tener ya a tu bebé. Una amiga mía ha tenido un embarazo malísimo, le ha pasado de todo, y encima tenia miedo porque habia perdido a un bebé, para ella ha sido un trámite y es comprensible.
Realmente creo que no hace falta haber tenido un embarazo malísimo para desear terminarlo… hay gente como tu que lo vive muy emocionada y otras que tenemos ciertos temores que impiden disfrutar al 100%. Hay cosas que es muy difícil controlarlas.
Pues creo que es difícil añadir algo más a lo que has escrito porque tú lo has explicado muy bien. No te puedo aportar mi experiencia personal, pero sí he conocido a muchas mamás embarazadas (algunas después de un primer embarazo díficil como lo fue el tuyo) y se encuentran ante las mismas emociones encontradas que tu expresas. Trámite o no, seguro que en cuanto le veas la carita a tu precioso bebé, se te olvidan las cosas no tan buenas que ha tenido este camino único e irrepetible. ¡No te queda nada! Un abrazo grande.
El momento del nacimiento lo borra todo… bueno, todo no. Pero lo poco que queda por borrar se termina disipando con el subidón de oxitocina de días posteriores. Si no, ¡no repetíamos!
Mamá,
Estoy completamente de acuerdo contigo, la diferencia es que a mi el miedo si me paraliza, justo durante mi embarazo no, pero si en la vida cotidiana.
Cierto a veces cuesta confiar, perooooooooo VA A SALIR TODO GENIAL!!!!!!!!!!!Verás.
Tendrás un nene precioso prontito entre tus brazos.
Besotes!
Ay, Paula… pues eso hay que tratarlo!! Vivir con miedo es horrible. Cuidate mucho!! Besos.
Ffua, vengo del post de Miriam (que me encanta) pero me va muy bien ver otros puntos de vista, hasta me has hecho recordar cosas que ya tenía enterradas.
Como ella misma ya dice en el suyo, es normal que se tenga ganas de terminar cuando las cosas van mal y si vienes de una mala, malísima experiencia y demás problemas posteriores de salud, es normalísimo como te sientes.
Esto me ha hecho pensar en un episodio de mi segundo embarazo que ya tenía aparacado. Aún y tener un último trimestre sin trabajar, final muy conciente y relajado, tuve un pequeño inconveniente el último mes, me di cuenta que no habían pedido los resultados de toxoplasmosis ni en el segundo ni en el tercer timestre con el miedo que a 3 semanas de parir me vino.
Además, aún y estarme repitiendo a mi misma que si en 34 años no he pasado la enfermedad no iba a pillarla ahora y por eso afectar el feto, en la sala de espera me encuentro a una embarazada histérica porque le ha pasado lo mismo y le había dado POSITIVO. Me puse… nerviosa es poco! por eso puedo entender como te sientes (aunque sea un poquito).
Miedo, supongo que es esa sensación que mucha gente no acabamos de vivir hasta que somos madres /padres. Yo no había tenido nunca miedo a volar, hasta que me fui por primera vez de fin de semana sin mi hijo. Tampoco era consciente de los problemas y riesgos de un embarazo hasta que he sabido lo que es tener a tu bebé en brazos. Pero esos miedos también nos hacen fuertes. Mírate a ti. No te pensabas poder tener un embarazo como el que tienes ahora, aún y con esos miedos. Sácales partido y disfruta tanto como puedas de esos momentos, préstale muchísima atención a tu otro hijo, recuerda que son los últimos meses que estáis solos, busca las partes positivas de esta recta final y ánimos, que todo llega!
Un beso enorme y mucha energía positiva! Todo irá bien!
Pues anda que no es difícil lo de la toxoplasmosis, madre mía!!! Pero… como se suele decir, ¡el miedo es libre!. Y yo añado que vuela a una velocidad de vértigos!!.
Las malas experiencias nos hacen fuertes, eso es verdad. Lamemtablemente se aprende más y se hace uno más duro tras pasar un hecho malo que tras uno bueno. No, nunca pensé que podría tener un embarazo así de bueno, ni siquiera sabía si volvería a quedarme embarazada de forma natural…
Un beso.
Uf, como te comprendo, yo creo que en cierta manera el primer embarazo ( independiente de los problemas de salud que una pueda tener) es mucho mas fácil que los siguientes, pues una puede descansar mas, estas cien por ciento conectada con este embarazo al no tener que velar ni cuidar uno o mas hijos, también todo es algo nuevo para una y eso pone una cuota de expectación y ansiedad. Con un segundo o en mi caso con un tercer embarazo, ya sabes lo que esta pasando y a la vez una se siente mas cansada pues no solo estas preocupada de o y tu bebe en el vientre sino también de los hijos que también ye necesitan tanto como el que llevas en el vientre. Al igual que tu, este embarazo se me ha echo eterno y mas porq nunca había pasado un embarazo en verano, ya quiero tener a mi hijo en brazos. Creo que cada madre vive la maternidad de distintas formas y no por ello menos respetable, hace un tiempo escribí una entrada q resumía los distintos sentimientos y sensaciones en mis tres embarazos se los dejo por si quieres leerlo, un beso y que todo día muy bien contigo y tu bebe…
http://www.cienporcientomama.com/2012/01/tres-embarazos-tres-sentimientos.html?m=1
Pues fíjate que el embarazo del mayor fue casi todo en verano y no guardo mal recuerdo. Casi te diría que el invierno se me está haciendo más duro: menos horas de luz, dificultad para encontrar ropa, mi hijo y yo demasiadas horas aquí dentro de casa…
Me leo la entrada en cuanto pueda. ¡Besos!.
Yo creo que además del miedo, está la impaciencia… porque no es que el embarazo no sea un momento muy especial en la vida pero… yo lo quería era un bebé, no un embarazo. El embarazo es un camino precioso, lleno de curvas pero precioso. Eso sí, yo lo que quería era llegar al final del camino, y poder coger a mi bebé en brazos.
Disfruté mi embarazo. Miento si digo cada minuto, tuve una gastroenteritis en la época de la gripe A, y pasé mucho miedo. Pasé mucho miedo de no poder soportar el dolor de espalda, de que fuera muy fuerte (tengo espondilitis). Muchas cosas. Pero lo disfruté.
Mi niña nació a los 8 meses de embarazo, y yo sólo pensé ¡por fin!!
Me ha encantado lo de «yo quería un bebé, no un embarazo». Lo suscribo totalmente.
El «por fin» también me ha llegado al alma jaja. Si lo exclamo dentro de unas semanas, te lo dedico, ¿vale?.
Besos!
Acabas de darme una estupenda idea para una entrada en mi blog… pero bueno voy primero a darte mi opinión. Mi embarazo fué fruto de un tratamiento de ovodonación a la primera asique después de esa enorme suerte pensé que algo podría pasar mal durante el embarazo, y esa preocupación me acompañó todo el proceso, fué un miedo infundado totalmente porque fué un embarazo maravilloso.
Lo primero estaba sin trabajar asique me dediqué a estar embarazada, a cuidarme, a descansar y a hacer cosas que me apetecían porque sí…. eso hizo que primero estubiera muy relajada y segundo fuera mentalizándome de lo que iba a ser primeriza con mellizos.
Pasé los primeros 3 meses de embarazo sola sin mi pareja, que se marchó antes incluso de iniciar el tratamiento a trabajar a otro país, pero esos meses de soledad significaron un encontrarme a mi misma, un pensar en la educación que les daría a mis hijos, etc.
Cero síntomas en mi embarazo, con decirte que había días que tenía quemirarme la barriga para creer que sí, que era cierto que estaba embarazada.
Solo tube una semana de naúseas que recuerdo coincidió cuando España ganó el mundial de futbol… tras esa semana me encontraba mejor que nunca, eso sí tenía todo el tiempo del mundo para cuidarme y mimarme.
Siendo un embarazo gemelar tube que escuchar cientos de medidas preventivas por parte de los médicos que incluso estaban asustados de que se adelantara mucho debido al tamaño de mi útero.
Yo pasaba los días radiante de felicidad y con miedo a que algo pasara, miedo porque me parecía que había tenido tanta suerte de quedarme en mi primer tratamiento que creía que todo no podría salir bien… y salió, claro que salió… creo que si estar embarazada era aquello han sido las 35 semanas más maravillosas de mi vida, aunque no pasó ni un solo día en el que no sintiera miedo…
Si lo escribes, pásame el enlace, porque con el atasco que tengo en Reader puedo tardar meses en leerlo jajajaja
Son sentimientos muy encontrados, por una parte de gran felicidad e ilusión y por otra parte de incertidumbre… En fin! Es lo que hay, no se puede cambiar, no?.
En mi opinión no es un trámite, es una etapa que hay que vivir, yo creo que para darnos cuenta de lo que va a ser la maternidad, el tener que pensar en tu peque antes que en tí.
En mi caso el 1er embarazo fue un paseo muy agradable, siempre diré que fue la mejor etapa de mi vida, no tuve ni un catarro, desaparecieron mis alergias, mis problemas de asma, disfrutaba un montón de la comida, todo me sabía delicioso…vale, tuve acidez y diabetes gestacional, pero las 3-4 últimas semanas.
Este 2º embarazo esta siendo una carrera de obstáculos, desde el minuto 0 he tenido naúseas, mareos, un cansancio exagerado, … y ya para acabar de rematar las cosas incompatibilidad del Rh con mi pequeñina, no se puede expresar con palabras la angustia que he tenido estos meses de atrás, la incertidumbre, el miedo a que en la ecografía vieran que mi chiquitina estaba mal y que ese mal, que esa anemia era yo misma la que se la provocaba, la impotencia de no poder hacer nada para evitarlo, el miedo, pánico a veces a perder a esa vida que sentía dentro de mí.
No está siendo un trámite, está siendo una experiencia larga y traumática que según avanzan los días, las semanas, afortunadamente más visos tiene de acabar con un final feliz, el de tener a mi chiquitina en brazos y poder suspirar tranquila, para poder cuidarla con todo el mimo y el cariño del mundo como a su hermano.
Escribo esto y mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas por todos estos meses de angustia. El tiempo juega a nuestro favor y puedo ver el futuro con esperanza, ya queda poquito.
Ay, Chitín, no sabes cuánto siento que me digas esto. Si supieras lo bien que te comprendo… Cuando hablo de mi primer embarazo siempre digo que para mi fue un trauma. Lo fue y aunque lo tengo muy superado, lo sigue siendo, es algo que siempre queda…
Creo que ya te lo dije, pero te lo repito. Intenta no agobiarte, no estresarte, ser positiva… porque tienes muchísimo a tu favor, es muy difícil que vaya mal, no te obsesiones pensando que le haces daño a la niña. En lugar de eso, piensa que tu tranquilidad, tu paz interior, es lo que más le puede ayudar a ella. Yo siempre pensaré en el daño que le pude hacer a mi hijo pasándolo tan mal psicológicamente durante su gestación y cuando además empezó a tener problemillas y le llevamos a atención temprana, lo pensé tantas y tantas noches… Si puedes, haz lo imposible por ser positiva y estar alegre, es lo mejor que puedes hacer por ella.
Si necesitas cualquier cosa ya sabes donde estoy. Besos.
Yo escribí una entrada durante el embarazo de mi niña hablando de los miedos…
http://www.laaventurademiembarazo.com/2011/05/que-tienes-miedo.html
Yo tuve dos embarazos estupendos, que disfruté muchísimo y en los que no quería parir porque estaba muy a gusto de mi barriga, y de alguna manera sentía que mi bebé estaba más protegido dentro de la barriga que fuera. Será por eso que no llegué a las 40 semanas en ninguno de ellos? no creo 🙂
El caso es que el miedo, o más que el miedo la incertidumbre o el tener que conformarte con creer que todo va bien hace que tengas ganas de que todo acabe cuanto antes.
En mi caso los embarazos no han sido un méro trámite por el que pasar para lograr el objetivo de mi tener un hijo, para mí han sido una experiencia vital, maravillosa y que no me hubiera gustado perderme de ninguna de las maneras.
Un besote.
Me he acordado de ti escribiendo esta entrada… me encantaría vivirlo como tu pero no me sale. Incluso en este embarazo, que lo he disfrutado, hay algo que no, que no me acaba de gustar…
Hola: Es la primera vez que escribo pero es que me ha encantado esta reflexión. Opino exactamente lo mismo. Yo estoy ahora en la semana 39 de mi segundo embarazo, con tantas ganas de acabar que no puedo con ellas. No es una cuestión de prisa, es de malestar físico, de incapacidad para ejercer como me gustaría con mi hija mayor de 2 añitos… Incluso el tema de la cesárea previa de cara al parto me está creando una incertidumbre terrible. Cada vez que me dicen que echaré de menos estar así pues… Yo de mi anterior embarazo casi no me acuerdo, pero ¡cómo echo de menos la etapa de mi hija en que tenía como 4-5 meses! Tener a mi bebé en brazos, pero no sentir tanto miedo. Un abrazo.
No sabes cómo te entiendo. Esta semana he tenido ratos bastante fastidiados y me he visto incapaz de atender al niño, eso es frustrante y angustioso, ¡me siento mal!. Hoy por ejemplo, a pesar del solazo, no le he llevado al parque por la tarde, no me sentía capaz. Esta mañana bajamos con los abuelos y nos tuvimos que volver porque yo no podía andar de cómo me dolía la espalda, la tripa, las contracciones que tenía en ese momento…
En fin, a mi no me queda demasiado y a ti poquísimo, esto está chupado. Un beso!
Hola, aquí me tienes por primera vez comentando.
En mi humilde opinión, el embarazo debe ser saboreado, disfutado, vivido, por lo menos asi lo viví yo. «¿Cuántas veces en la vida una puede llegar a estar embarazada? ¿Una, dos, cuatro, seis veces? No importa la cantidad, son pocas…» Eso es lo que yo pensaba cuando estaba embarazada de mi bebé. Eso es lo que me llevó a alejarme, a recluirme, a proteger mi nido. Quería que la panza no deje de existir nunca, nunca, pero una vez pasada la FPP, mi preocupación era que mientras mas tardaba en nacer, menos días me podría quedar con él en nuestro nido, porque tendría que volver a trabajar.
A qué voy con esto? Creo que cada una vive el embarazo de acuerdo a las posibilidades, las circunstancias, los miedos, el entorno, la salud, el trabajo. Ninguna forma de vivir la gestación es la correcta, ni la incorrecta. Hay quienes la tomarán como un tramite, como no-tramite, como periodo de adaptacion, de preparación, de prueba, de desafío, etc.
Espero puedas disfrutar de este período como mas te guste, y que los miedos no te paralicen… mucha fuerza!!
Besotes, Andrea
Lo bueno de este embarazo es que no estoy paralizada. Lo estoy disfrutando, he hecho vida normal… pero hay algo ahí que no, que no me acaba de dejar disfrutarlo plenamente. Y es que los miedos, aunque no sean fuertes, son una pesada carga!. Besos.
Comprendo de lo que hablas, tienes derecho a sentirte como te sientes, a ser humana, a tener miedo, a estar impaciente, todo es normal. Un embarazo es un buen momento en la vida de una madre, pero también es muy duro y es necesario reconciliarnos con todo tipo de emociones porque todas nos conforman, y a no sentirnos culpables por no sentirnos etéreas, porque también hay momentos así, de vínculo extremo. Pero no todo el tiempo es fantástico, a veces simplemente nos cansamos o nos preocupamos. Tu pequeño te eligió y le encanta como eres, humana y grande, su madre.
Muchas gracias por tu comentario, me ha gustado mucho.
El embarazo, creo yo, tiene una parte muy importante que es espiritual, vale, pero tiene una parte que es muy física. Y ese esfuerzo físico hay quien lo lleva estupendamente pero en mi caso, por ejemplo, sentirme vulnerable, débil para atender a mi hijo, son cosas que me cuesta llevar. Como tu dices, no todo el tiempo es fantástico, en mi caso no puede serlo.
Me alegro mucho de que haya gente que se atreva a decir estas cosas en voz alta. Mi primer embarazo fue muy deseado, muy buscado, y muy… horrible. Así es, lo siento, lo pasé fatal, no lo disfruté sino que lo sufrí, y para colmo cuando se me ocurría decir esto, mucha gente me miraba con cara de «este embarazo debe ser un accidente no deseado»; como si encima fuera tuya estar mal, hay que jorobarse. Por ello, te felicito por este post, con el que estoy totalmente de acuerdo. Un beso y que la recta final sea lo más agradable posible.
Cuando empecé a escribir este blog mi idea era contar este tipo de cosas. Pensamientos que yo creo que si no hemos tenido todas, sí los hemos tenido muchas, pero no se suelen expresar porque parece que da nosequé. El embarazo parece que obligatoriamente tiene que ser una etapa maravillosa donde estés todo el día flotando entre algodones y eso, en bastantes casos, es mucho pedir. Ocurre también, creo yo, que el recuerdo que nos queda después siempre es un recuerdo positivizado y edulcorado puesto que nos ha traído a nuestros hijos, pero cuando lo vives en directo, los días son eternos y las semanas parece que no pasan; si encima estás mal, ya ni hablamos.
Besos!
Yo no he disfrutado mis embarazos demasiado. Por un lado, por el sentimiento constante de preocupación. Es algo que va en mi carácter. Por otro lado, por las limitaciones físicas (aun siendo «muy buenos» embarazos no me libré los típicos-tópicos).
Tal vez por todo ello, cuando nacieron los bebés tuve dos episodios de euforia posparto. Mientras algunas mujeres tienden a lo contrario, en mi caso fue una explosión de felicidad en la que nunca he visto el mundo tan de color de rosa. Creo que toda la preocupación contenida explotó por ahí… No lo sé.
No puedo expresar mis sentimientos mejor de como lo han dicho por ahí arriba, yo quería un hijo, no un embarazo.
Un saludo!
Sí, también va con mi carácter. Y yo tuve una euforia postparto increible y algo me dice que ahoroa será igual. Estoy deseando recuperar mis energias y mi independencia, ahora me siento muy limitada y vulnerable. Besos!
He tenido dos embarazos, dos embarazos horribles, no deseo a ninguna mujer que pase por ni la mitad de miedo, terror, angustia que yo pasé en ellos. Para mi SÍ, fue un trámite mi segundo embarazo, un trámite para poder tener a mi esperado hijo en brazos. No lo disfruté, lo viví con auténtico terror y no me gustaría ni un pelo volver a repetirlo, de hecho ese es uno de los motivos de no tener más hijos, tu lo sabes bien.
Trámite o no depende de la experiencia que te toque vivir. Cuando las cosas no van bien y no puedes disfrutar, sientes que incluso eres una amenaza para el hijo que estás gestando, ¿cómo vivirlo de otro modo?.
Una es madre desde el mismo momento que ve el positivo en el test, al menos así lo siento yo. En mi caso las 39 semanas que mi niño estuvo en mi interior no fueron vividas de la mejor manera, y deseaba con toda mi alma que el tiempo se acelerara para poder tenerle en mis brazos y acabar con aquella angustia.
Todo depende del cristal con que se mire, de lo que te toque vivir.
Por fortuna estás teniendo el contrapunto a tu primer embarazo. Este segundo está siendo tranquilo y estás pudiendo disfrutar plenamente de él.
¡Aprovecha! y estas últimas semanas que tu pequeño esté en tu vientre disfrútalas a tope, a pesar del cansancio, los achaques, el mayor trasteando, la falta de tiempo, intenta sentirle como nunca, hablarle como nunca, imaginarle como nunca.
Un beso.
Hay situaciones que es muy complicado vivirlas de otro modo, no hay más que decir!
Yo te entiendo perfectamente, yo tuve alguna complicacion en el embarazo y tambien tenía mucho mucho pero que mucho miedo. Miedo por mi y miedo por mi bebé. Por un lado me encantaba estar embarazada pero por otro me moría de miedo. De hecho pensar en otro embarazo aunque me encanta tambien me da pavor.
No sé qué opinarán las demás, pero yo creo que cuando se piensa en repetir embarazo, la sensación da siempre un poco de vértigo. La primera vez quizá no tanto porque no sabes exáctamente qué es pero cuando ya lo has experimentado, con todo lo bueno y todo lo malo… uff, es para pensárselo!!
Recuerdo mi embarazo exactamente como tu dices, como una mirada introspectiva a mi infancia, comprendiendo y aceptando los cambios que se iban produciendo en mi cuerpo y en mi mente; una etapa de transición madurtiva maravillosa.
No, sinceramente para mi no fue ni mucho menos un tramite
Recuerdo tu embarazo como si fuera ayer. ¡Y creo que muchas también! jaja
Cada una lo vive de una manera, está claro, dependiendo de cómo te encuentras y de tu personalidad, eso es lógico. Yo también estaba deseando tenerla en mis brazos para ver que estaba sana y bien, y en algunos momentos se pasa fatal. Ahí habrá muchas y diferentes opiniones, a mí lo que me molesta es que la gente no valore lo que supone un embarazo. Por muy maravilloso que sea, es agotador, es un gran trabajo y debería tenerse más en consideración. Una frase que me molesta mucho: estás embarazada no enferma! Yo me sentí enferma la mayor parte del embarazo, dolor de cuerpo como cuando tienes la gripe, jaquecas, etcétera. En mi caso sí estaba enferma además de embarazada, o así me sentía yo.
Hoy estoy un poco quemada con el día de la mujer trabajadora, y que no se valore el embarazo, el parto o la maternidad en sí misma me pone de los nervios.
Sí, yo también me sentí enferma, más enferma que nunca… Y aunque ahora no me siento así, pero también me siento vulnerable, en algunos momentos impedida para hacer cosas que necesitaría hacer… Es un esfuerzo físico y psicológico, yo tampoco creo que se valore.
Me pareces muy irrespetuosa y más en el de las embarazadas pasotas. Las madres que os creeis las mejores madres del mundo sois a veces un ejemplo de pesadez. Es más, yo he leido entradas de tu blog en los que hablas con el aplomo de un ginecólgo y a lo mejor algún día metes la pata porque alguna incauta se cree lo que dices.Hya muhcas mujeres que no buscan hijos y se quedan embarazadas y tiene la generosidad de tenerlos. Y a lo mejor les cuesta hacerse a la idea todo el embarazo. Me parece una osadía por tu parte que juzgues tan alegremente a la gente. ¿Te crees un modelo de madre? Porque es lo que destilas en todos tus posts pontificando siempre
Lamento que esa sea tu interpretación porque no es lo quiero transmitir, ni tampoco mis compañeras, pero entiendo que es imposible gustar a todo el mundo.
Yo lo que quería aportar desde mi punto de vista, es que la maternidad empieza desde que conscientemente decides ser mamá.
Llevo más de un año en búsqueda y se que todo aquello por lo que estoy viviendo forma parte de mi proceso de maternidad, no puedo suscribirlo sólo al embarazo, si no que las pérdidas, las desilusiones y las piedras en el camino forman parte de mi todo. Y si, en parte lo quiero terminar, por decirlo de alguna manera.
Encuentro este post antiguo y me siento identificada. Es mi segundo embarazo despues de un aborto. Y lo estoy pasando francamente mal, nunca pensé en vivir un embarazo así puesto que mi primer embarazo fue normal. Estoy con ansiedad con ayuda psicológica y psiquiátrica porque he necesitado medicación para poder superar mis fobias y miedos y sin me queda lo peor el miedo al parto
Mucha fuerza Isa, tu puedes!