Quería haber escrito sobre esto anoche, pero el día fue tan intenso que cuando me acosté con el niño para ayudarle a dormir, la que primero cayó fui yo y tan profundo que no he abierto el ojo hasta que él lo ha hecho primero esta mañana.
El día empezó muy temprano porque teníamos que estar allí a las 9h. Mis padres, que se cogieron el día de vacaciones, llegaron a mi casa a eso de las 07.30h para poder ir todos juntos, en previsión de que hubiera problemas para aparcar. Tardamos más de una hora en llegar por el atasco que había y aparcamos relativamente lejos, pero en azul, eso sí, con la hora pegada al culo por increíble que pareciera. Los aparatos para poner el ticket no funcionaban así que mi madre y yo echamos a correr, literalmente, para no llegar tarde a la cita, mientras mi padre se quedaba intentando ponerlo.
Llegamos a la consulta de psiquiatría a las 09h en punto, con la lengua fuera. Entrego los papales y me dice la enfermera que es que el médico empieza la mañana pasando por planta a ver a los niños que están hospitalizados por lo que mínimo antes de las 10.30h o las 11h no nos podría atender. Por mi boca salieron sapos y culebras, mezclados con pedirle disculpas porque ella no tenía la culpa, pero no dejé de callarme por ello. Una nueva falta de respeto para los niños en un hospital infantil, el colmo ya, citar a un paciente a una hora en la que se sabe que no se le va a poder atender…
Pero esto suponía un problema añadido: a la hora a la que se supone que podría atendernos el psiquiatra, 10.30h, teníamos cita con el otorrino. Así que fuimos al otorrino a ver si nos podía colar antes de la hora para no perder la cita. Se lo comento a la enfermera y me dice «bueno, a ver qué dice el médico, pero como tienen que estar ustedes aquí dos horas esperando, pues si les pueden colar antes, pues ya se verá«. ¿Cómo?. A punto estuve de perder los nervios, sudando a todo sudar con los 40 grados que hacía allí dentro. Oiga, mire, si me va a colar, genial, si no me va a colar, dígamelo porque para estar aquí dos horas sudando nos vamos al Retiro, que por lo menos el niño se lo pasará bien, no pretenderá que nos pasemos aquí dos horas a lo tonto!. Respuesta que obtuve: ninguna. Estupendo.
Pero tuvimos suerte, tuvimos suerte. A eso de las 09.45h pudimos pasar a la consulta de la otorrina. La mujer se leyó el informe con parsimonia caribeña mientras el niño empezaba a ponerse nervioso porque la consulta estaba llena de cosas que quería tocar y no le dejábamos. Empezó a hacerme preguntas sobre mi embarazo, sobre mi asma, cosas que sinceramente no sé qué tenían que ver con el motivo de la consulta. Entonces, cuando el nene ya estaba cabreado, sudando y frotándose los ojos de sueño, en vez de ponerse a mirar lo que le tenía que mirar, se pone a intentar comprobar su conducta, diciéndole ¿dónde está mamá? ¿dónde están tus ojos? ¿me das esa cosita?. Mi madre y yo nos mirábamos… El niño llorando, rojo… Al final le miró garganta y oídos de pasada, igual que podría mirárselos su pediatra y se permitió el lujo de decirle a la enfermera «vamos a mandarle tal cosa al niño que es que va a su bola«. ¡Bravo por su psicología infantil!.
Esa cosa es una prueba de potenciales evocados. Quieren que levante al niño a las 5 de la mañana y lo lleve sin dormirse al hospital para intentar que se duerma allí. Total, me piden poco. Como el niño lleva tan bien que le priven de dormir, como el niño se duerme tan fácilmente en la calle y como el niño apenas se duerme en el coche, es fácil lo que me piden… Así que me han dado cita para mediados de julio pero no voy a poder ir porque nadie me puede acompañar y si levanto al niño de madrugada y luego le siento en el coche, no llego a salir de mi calle que ya está dormido. No sé si finalmente le haré la prueba o no, dependerá de si consigo que alguien me acompañe, ya lo pensaré.
Salimos de allí y fuimos directos a psiquiatría, para ver cómo iba la cosa. Otra enfermera distinta nos dijo con mala leche que ya nos estaban llamando desde hace un rato. Desde luego, qué trato tan malo… En esto que aparece un tío sin bata y dice «sígame, ¡sólo la madre!» y echa a correr sin mirar atrás, subiendo unas escaleras. Así que cojo al niño enrabietao debajo del brazo, los papeles en la boca y subo las escaleras como puedo.
Y aquí es cuando empieza lo bueno, la peli de Woody Allen (pero gracia).
Entramos a la sala. El tío se sienta y no dice ni mú. El niño llorando y cabreado. Me bajo a su altura, le calmo, le abrazo… El niño se tranquiliza enseguida. Se da la vuelta y ve que en la sala hay una cocinita y unos camiones, por lo que se pone a jugar tan feliz. Me siento en mi silla y espero a que el psiquiatra me diga algo. Pasan los minutos, no me dice nada. Pasan más minutos, sigue sin decirme nada. Yo no sabía donde meterme. A los 15 minutos, se levanta, se acerca al niño y silba y da unas palmadas. El niño levanta la cabeza y le mira. Se vuelve a sentar. Pasan más minutos en silencio. El niño se dirige al escritorio del tío y cuando llega a su altura el tío se gira bruscamente y le pega un berrido bestial (¡no!) haciendo un gesto con el brazo que casi le da en la cara. Obviamente, el niño retrocede, hace puchero, llora y viene a que le consuele. Se le pasa y sigue jugando. Ahí es cuando el tío decide hablarme, ¡santo cielo, si yo había estado ya por levantarme y largarnos!.
Me dice que hable, voy contando nuestra historia. Hablo, hablo, no me interrumpe. Cuando me siento como si estuviera hablando sola, le digo «si me hace usted alguna pregunta casi mejor porque es probable que me esté olvidando de cosas importantes«. «Sí, que me diga usted para qué ha traído al niño«. En ese momento me acordé de mi marido, que seguro que le hubiera entrado la risa ante el tono tan borde y la escena tan surrealista que estábamos viviendo. Pero no me amilané y le dije «Pues he traído al niño, primero, porque hace más de 5 meses que empezamos este camino y aunque a día de hoy el niño ha mejorado tanto que probablemente ahora no pediría ayuda, sigo observando cosas que me preocupan y no sé si son normales y quiero saber si tiene algo o si no lo tiene y, en caso de tenerlo, quiero que se le trate de la manera más adecuada posible y cuanto antes«.
«Señora, este niño no tiene TGD. ¡No tiene TGD! – casi gritándome -. Lo acabo de poner aquí en el informe, subrayado tres veces, mire. El niño tiene la tolerancia a la frustración normal para su edad, juego simbólico, mímica facial, lenguaje tipo farfulleo con algunas palabras bien definidas, busca llamar la atención de los adultos, reclama a su madre… El niño no tiene TGD. Lo que le pasa al niño por el rato que yo le he observado a él y lo que he observado de usted es que existe un problema de educación, que no tiene límites definidos. Habrá usted visto que cuando yo le he puesto un límite exagerando la manera, el niño inmediatamente ha comprendido y ha obedecido, ha dicho «éste tío es peligroso, no me acerco más». La obediencia se educa y eso es lo que tienen que hacer ustedes, educarle. Así que voy a poner en el informe que les remitan al centro de psiquiatría de su zona para una Escuela de Padres, para que aprendan cómo educar al niño«.
No me dió opción a rechistar. Le hubiera preguntado muchas cosas pero no me dejó. «Señora, ¿me quiere dejar hablar?«. Así que me limité a callar y a acordarme de toda la blogosfera, de M., de lo que se iba a reir mi marido…
Me dijo que si quería hacerle las pruebas bien y si no también. Que el niño no tenía patológico, hoy por hoy, que mañana no se sabía lo que nos podía pasar a ninguno de nosotros. Que como si no quería llevarle más a atención temprana.
Con esas salimos de allí. Contenta pero también flipando.
Esta mañana en AT he estado un rato hablando con M., contándole. Y hemos llegado a la misma conclusión: quedarnos con el tema médico y dejar sus apreciaciones personales en la escala que les corresponde. Personalmente estoy satisfecha porque soy muy objetiva con los progresos del niño y reconozco que iba algo preocupada por si el psiquiatra hacía una valoración negativa del niño que no correspondiera con el criterio que yo tengo ahora mismo. Por otro lado, yo siempre he tenido la intuición de que el niño no tenía TGD ni similar. Y, aunque el tío fuera borde y excéntrico, entiendo que un señor de unos 50 años que trabaja en el Niño Jesús y se permite tratar tan mal a los pacientes, será una eminencia. Suficiente para mi.
En cuanto a lo de los límites y la Escuela de Padres, me pareció gracioso. No es raro que se confunda el tocino con la velocidad, como si fuera imposible educar con respeto y cariño y, al mismo tiempo, enseñando cómo comportarse. Pero me pareció gracioso, además, porque yo me veo como una madre bastante estricta y cuando estoy con mi marido o mis padres ellos son siempre los polis buenos y yo la poli mala. De hecho, todos hemos coincidido en que si el niño en muchas ocasiones se porta mal en la calle es precisamente porque se le ponen límites. Si yo le dejara hacer todo lo que otros padres dejan hacer a sus hijos, el mío sería feliz.
De todas formas, los que ya me conocen un poco saben que siempre estoy en modo auto-análisis. Desde que el niño nació he sido consciente del reto que supone educar su fuerte personalidad y estoy totalmente abierta a aprender cosas nuevas, nuevos recursos o técnicas para conducirle mejor. Eso es lo que más hago cuando paso a las sesiones con M., ver lo bien que ella le conduce y tomar nota de cómo hacerlo de una forma más eficaz. O sea, que si me quieren mandar a que aprenda a algún sitio, por ir no pierdo nada. Lo que tengo claro es los métodos que no pienso utilizar y lo que me molesta realmente es la desfachatez con que me lo dijo. Vamos, que si me estuviera evaluando para una adopción, ¡me habría dado como no apta!.
M. me comentaba esta mañana que desde que el niño ha explotado con el lenguaje, ella está mucho tranquila. Porque esa mayor flexibilidad que él tiene ahora, lo interesado que está en imitar, cómo ha mejorado en casi todo, descarta muchas cosas que podían ser muy preocupantes. Literalmente me ha dicho que ella está aliviada. Es un gusto poder contar con ella, cada día me demuestra más lo mucho que aprecia al niño y lo en serio que se lo toma. Hoy me he quedado a la sesión y ha sido fantástica; las dos hemos coincidido en que de unos días para acá, coincidiendo con la mayor explosión de palabras, al niño se le ve mucho más feliz, más relajado, con muchas ganas de participar, de aprender…
Y es con eso con lo que me quedo.
- Un día estupendo
- Algo flota en la bañera
Madre mía de mi vida lo del psiquiatra!! En un rato me siento tranquila y te cuento algo, pero es que para flipar, sin dudas.
La verdad por lo que cuentas, creo que el psiquiatra tiene razón, deberías de asistir a la escuela de padres, te vendrá bien, llevo para la suerte de mi hija 7 años en distintintas consultas, entre ellas OTORRINO, en este HOSPITAL, y jamás he recibido un trato como el que tú comentas, y mis idas y venidas no solo eran consultas, sino también ingresos, y es el MEJOR HOSPITAL Y LOS MEJORES PROFESIONALES, QUE TE PUEDES ENCONTRAR, desde aquí quiero dar las gracias a los ESTUPENDOS MÉDICOS, ENFERMEROS Y PERSONAL DE ESTE HOSPITAL, muchas gracias, porque sin vosotros hoy Noelia no estaría aquí, y en especial a la UCI y OTORRINOS.
La verdad que comparto tu opinión, hoy en día los padres por falta de tiempo mal criamos a los niños, y lo facil es echar la culpa a los demás de nuestros errores. Mi hija también se ha tirado largas temporadas en ese Hospital y jamás me ha pasado nada igual, por el contrario, los profesionales te tratan más que bien y con los niños el trato es excepcional. El problema que tiene ese Hospital es falta de personal, y muchos pacientes, pero es el mejor de ESPAÑA, a los hecho me remito, cuando hay problemas de verdad, vienen niños hasta del extranjero, y lo sé de primera mano. GRACIAS A TODOS POR HACER QUE DENTRO DE LA GRAVEDAD QUE PUEDAN TENER NUESTROS HIJOS, NOS HAGAIS SENTIR QUE NO SOMOS NÚMEROS, SINO PADRES EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS PREOCUPADOS, DESTROZADOS, POR LAS SITUACIONES QUE VIVIMOS CON NUESTROS HIJOS, QUE NOS HACEIS SENTIR «»BIEN», PORQUE SABEMOS QUE NUESTROS NIÑOS ESTÁN EN BUENAS MANOS, GRACIAS Y MIL VECES GRACIAS.
Yo también he pasado largas temporadas en este hospital y efectivamente es uno de los mejores de España. No obstante, hace 20 años era ya un desastre y hoy sigue siéndolo. Pienso que es algo que hay que denunciar. Y no todos los profesionales son ni buenos ni amables, ni allá ni en ningún sitio. Lo demás, es falta de objetividad.
En cuanto a la falta de tiempo… jejeje… ¿lees mi blog?. Permíteme que lo dude.
Por cierto, que tienes la misma IP de la anterior usuaria… Qué tufillo más sospechoso, eh?.
Me alegra que a tu hija la hayan tratado bien, eso no quita que el hospital (que yo conozco bien) no necesite mejorar y mucho.
En cuanto a lo de la escuela de padres, te retratas frivolizando sobre este tema.
En ningun momento, me retrato, al contrario, te puedo asegurar que no es mi caso. Tengo la suerte, o mala suerte nunca se sabe… de por las circunstacias vividas con mi hija, deje de trabajar, y la dedique a ella a su hemana mayor todo el tiempo posible y más, y para mi suerte ninguna de las dos están mal criadas, por el contrario tanto médicos, como profesores, depués de las circunstacias vividas, nos felicitan por lo bien que llevamos a las niñas, ni son consentidas, ni niñatas, ni nada por el estilo, (hoy por hoy, mañana no lo sé), al contrario para lo pequeñas que todavía son (8 y 6), son niñas de las que me hacen sentir orgullosa allá, donde vamos.
Hola!
Lo primero felicidades por la noticia!
Lo segundo, me he quedado flipando con el médico, yo creo que me habría ido… que susto de hombre, jeje!
Pero bueno como dices lo importante es que tu ves a tu hijo mejor.
Un beso.
Madre mía!! vaya especímenes te han tocado no? A mí me habla así el psiquiatra y me hubiera echado a llorar, por las formas claro, no por lo que decía.
Me alegro de que el psiquiatra te haya dicho que el niño está bien, lo de la escuela de padres… puff normalmente las he visto como que te pueden enseñar algo útil, pero derivándote el tipo ese y de la forma en que lo hizo se me forja en mi mente una idea muy mala de lo que deben enseñar.
Pues sí que es surrealista la escena… Coincido en que lo importante es que te centres en el tema médico, en lo que te ha dicho este tipo que debe ser una eminencia, pero no me digas que no es irónico que te de lecciones de educación una persona que demuestra carecer totalmente de ella. Supongo que este especialista puede pensar que determinadas consultas le hacen perder su valioso tiempo pero eso no le autoriza para tratar así a nadie o para juzgar un tipo de educación por unos minutos de observación.
A parte de todo esto me alegro muchísimo de que vayas despejando todas las dudas que tanto te han preocupado.
Que susto!!! menos mal el diagnostico es bueno, pero vamos que yo le hubiera hecho una escena hi mismo, como se atreve a hablarte asi… bueno, bueno ya estoy enojada, aunque feliz, enojada.
Tu concentrate en lo tuyo, tu hijo esta bien, te despejaste todas las dudas y seguro estaras más tranquila.
Un abrazo querida.
Nada lo importante es que el niño está bien, y mira como tienes a M aunque no es gratuita pues tu estas tranquilla. Si te digo la verdad es que yo siempre he pensado que tu niño no tiene nada ya que por lo que cuentas en los cumplemeses me recuerda mucho a mi niña pero cuando M te dijo que si pues entonces empecé a pensar a ver si teniamos nosotros que ir pero hoy me has dado una grata alegria.
ostras, yo flipo lo bien que te lo has tomado… realmente es SURREALISTA y como para poner una queja. De verdad… me estaba encendiendo conforme lo iba leyendo. Mi indignación era pufffffff. De verdad, ole por ti, y por saber sacar lo positivo de todo esto, porque realmente era como para mandarlos a todos a la mierda. Joder, con el Niño Jesús… yo alucino.
Enhorabuena por lo que te toca, sobre todo por los progresos del peque, que es un campeón, como tú.
Ostras que tío mas borde y que escena de pelicula de miedo!
En fin, lo importante es que el niño esta bien
Primero: ese psiquiatra será muy buen especialista, pero como profesional y como persona deja mucho que desear.
Segundo, me encanta verte mucho más relajada y contenta que hace unos meses, que estabas de lo más agobiada. Muchas veces nos agobiamos pensando en las posibles etiquetas de los peques y al final lo único que les pasa es tiempo…. o falta de él, más bien.
Un abrazo muy fuerte.
De verdad que hay médicos que son gilipollas, pero bueno. Felicidades por el veredicto, tu niño está genial!!! a celebrarlo, no??
Madre mia, menudo elemento…pero que bien que tu niño está estupendamente!
Bueno, lo primero, decirte que me encanta compartir tu alegría porque se confirme lo que ya intuíamos, que el niño está fenomenal. Lo segundo, que está claro que los hospitales, hoy por hoy, no tienen en cuenta las necesidades y horarios de los niños, porque una espera de dos horas para una consulta, pues tú me dirás. Lo tercero, verdaderamente la escena con el psiquiatra parecía sacada de una película de Woody Allen, pero me encanta el sentido de humor con el que te tomas las cosas y tu capacidad de autocrítica y de encontrar siempre lo positivo de las cosas. Un beso para ti y otro para el peque.
Me ha encantado lo de "Este tío es peligroso, no me acerco más", ¿es así como se supone que nos deben ver nuestros hijos para portarse bien?
De todo corazón, enhorabuena, porque finalmente sí puedes sacar algo positivo de esa visita tan surrealista: tu nene está estupendo y progresando fenonemal.
Muchos besotes
jajaajaj perdona, pero no podía más de la risa con la escena del psiquiatra!! Y por el tono de tu historia, ya sabía que el final era feliz! 🙂
Enhorabuena a todos! 🙂
Jejeje digno de Woody Allen como bien has dicho!!! Jajajaja me alegro de que todo este bien, es una gran noticia!!! Bien bien y bien!!! Un besazo muy fuerte preciosa
Hace muchos años mi hermana fue a ver a un psquiatra porque estaba deprimida por una situación en concreto, y cuando se sentó por primera vez en su consulta, éste le soltó: ¿Qué me contestarías si yo te dijera que eres una hija de p…? Mi hermana se levantó y se fue de allí para no volver jamás.
Por eso y por otros muchos testimonios es que tengo una opinión formada sobre este tipo de gente, y lamentablemente no me inspiran ni confianza ni respeto. Con lo que leí hoy que te pasó, no hago más que reafirmarme en mi postura.
Me alegro muchísimo de que el peque esté bien! Un beso y buen finde.
Adry, ya he leído lo que me comentas. Me lo creo, me lo creo, no te creas que no. En fin, yo hace unos años también estuve en un psiquiatra que me dijo el primer día "pues vaya puta mierda de vida que tienes, ¿no?". Pero ahora lo pienso y me da hasta risa jajaja
SaRa, me voy a quedar con lo importante, ahora, me pregunto qué opinarán en neurología cuando dentro de unos meses vuelva con todas las pruebas y lean el informe del tío!
Mis chicos y yo, sí, eso creo yo… pero, bueno, es que no sé ni si eso existe!
Nuria, puede ser… el tío era como un House pero sin atractivo, para que os hagais una idea! jaja
Ishamommy, pues fíjate que a mi me enfadó más la espera que el tío en sí… Vamos, es que salí de allí y casi sentí pena por él porque hay que estar muy mal para tratar así a la gente…
Nieves, no sé qué decirte. Mi sensación siempre ha sido de que al niño le pasaba algo pero no algo muy grave. La mejoría es evidente y se ha acelerado mucho en los últimos meses, nunca podré saber si ha sido de forma natural o ha influido la AT y en qué medida, pero supongo que todo es un conjunto. No sé cómo será tu niña pero yo estoy tan feliz en AT que a cualquiera que me preguntara le diría que si tienen la más mínima duda, lo consulten, porque no sólo no se pierde nada sino que se puede ganar mucho.
Walewska, yo creo que a mi la maternidad me ha dado una serenidad que yo antes no tenía. A lo mejor si es para mi le mando a la mierda pero por él trago lo que haga falta! Y el Hospital, sí, la verdad es que estoy sorprendida… Por desgracia yo pasí allí muchos años de mi infancia, con ingresos constantes, y me trataron fenomenal, no esperaba un trato tan malo.
Laky, era de película, me hubiera encantado que lo viérais por un agujerito… Pero, sí, lo importante es que el comportamiento del niño le pareció normal.
Susana, eso está claro. Ya digo que era un House sin atractivo, es decir, que probablemente sea un tío muy bueno en lo suyo pero el trato era vejatorio, de hecho creo que disfrutó con las cosas que me dijo, se le veía en la cara la satisfacción con que me mandó callar. En cuanto al niño, estoy FELIZ. No bajo la guardia porque todavía quedan cosas que mejorar pero es que ha mejorado mucho en temas que eran muy importantes; que ahora imite y que le interese el lenguaje es una llave para otros muchos progresos.
Madi, pues lo celebraremos en la playa que ya prontito nos vamos!
Ana, sí, me quedaré con lo bueno…
@Mousikh, pues es curioso que en un hospital infantil se tenga tan poco respeto por los niños con esas esperas interminables, esa burocracia infumable, ese calor tremendo, esos baños sin cambiadores… El sentido del humor es muy útil siempre en estas situaciones aunque te confieso que a veces me sirve de coraza, que luego la procesión va por dentro!
Silvia, una de las cosas que me hubiera gustado decirle es que mi hijo con 15 meses se iba con cualquiera y que le importaba un bledo si yo me iba o no. Si yo con 15 meses, estando como estaba, con el escaso apego que tenía y los perraques que le daban, me pongo a gritarle, insultarle, zarandearle, castigarle e incluso pegarle, ¿cómo estaríamos ahora?. Lo mismo le hubiera convertido en una malva, todo puede ser, pero a costa de qué??. Mi hijo ahora mismo es un niño súper cariñoso que constántemente me busca con la mirada y viene a abrazarme y a que le bese, se levanta la camiseta para que le haga cositas en el ombliguito… Vamos, que un niño tenga miedo a sus padres no me parece una forma de educar.
Mamá Española, riéte, si es para reirse! Ya te digo que me acordé mucho de vosotras, creo que os hubiera encantado la escena.
María, Woody Allen pero sin gracia alguna jaja Besos.
Adry, ya te contesté arriba, la primera.
Pero que tipo de profesionales tienen en ese hospital? profesionalmente, deben ser buenisimos, pero por otro lado, de trato al paciente no tienen ni idea…
Una prueba en la que lleves al niño levantado a las 5 am y sin dormir? pero que tipo de tortura es esa? (imagino que la prueba será una que hacen con ultrasonidos o algo asi para ver si oye y tienen que estar dormidos).
Y lo del psiquiatra…bueno, si con esa evaluación ya sabe que no tiene nada…podrias haberte ahorrado la visita, verdad?
Lo mejor de esto es que te está ayudando a estar mas tranquila. No hay mal que por bien no venga.
Supermama
No sé, es que me quedé tan de piedra que todavía estoy meditando sobre lo que pasó.
Bueno, llego un poco tarde pero no quería dejar de comentarte…el psiquiatra creo que debería centrarse en su tarea, que es ver si el niño está sano. Sus opiniones personales debería ahorrárselas, creo yo.
A mi no me importa la opinión de un médico con respecto a mi ropa, a mi casa o a la forma en la que trato a mis hijas. Lo que me importa es su opinión profesional.
Pero vamos, que has analizado estupendamente el tema (dejando un lado la falta de respeto). El problema es cuando hay mamás que no tienen tan claras las cosas y un señor con bata les hace dudar…ahí está el problema.
Besos y feliciddes por ese diagnóstico!
Pilar
Gracias!.
Santa paciencia hay que tener muchas veces para tratar con los médicos, qué poca empatía pueden llegar a tener! pero me alegra que te hasyas quedado más tranquila a pesar de todo.
Mucha paciencia y mucho aguante hay que tener con algunos…
Me alegro de que todo haya salido bien, pero me quedo sin palabras ante la gestión del hospital y el trato del psiquiatra. Menudo gili……. Dudo mucho que en 5 min puedas decidir el tipo de educación que se le está dando a un niño. Y aunque se pudiera, creo que las dudas que tenías con tu niño tiraban más por otros derroteros. En fin…
Ya, estas cosas uno no se las espera.
Me alegro muho por la noticia guapa!! Aunque he flipado en colores con la historia del "médico". Pero bueno, ¿les enseñan psicología y trato al paciente en l Facultad de Medicina? ¿Límites de educación? ¡Pero ese tío de que va!
¡Puff! Bastante tuviste que aguantar pero mira, quédate con lo positivo
Sí, me quedaré con lo positivo.
Desde luego lo del psiquiatra mejor ni comentarlo. Y me alegro mucho que el niño e
st
e bien y tu est
es m
enos preocupada
Gracias guapa.
El médico borde total, pero si te ha dejado más tranquila mejor, yo creo que me asustaría ver a un hombre así! 😀
Como para no asustarse!.
Lo primero de todo, enhorabuena porque te hayan dicho que el peque está bien, eso es lo más importante.
Por otra parte… lo de las esperas y el trato de algunos en el hospital, por infantil que sea… por desgracia está bastante generalizado, aunque no son todos, tengo que reconocerlo. Mis experiencias son principalmente en el Materno-Infantil de O’Donell, y tengo que reconocer, que salvo algun@ que otr@, los hay muy muy buenos, y que saben muy bien como tratar, no sólo a los niños, si no a los padres y madres, que es muy de agradecer.
Sobre la pregunta de Treinteañera…, te diré que sé de buena tinta que a los estudiantes de medicina no se les enseña demasiado de psicología, y lo que se les intenta enseñar les suele causar risa… muy triste… Los resultados son evidentes… Eso sí… resulta que mamacontra… está hablando de un ¡PSIQUIATRA!, ese sí se supone que estudia algo más de psicología… aunque hay más de uno que siente muy poco aprecio por los psicólogos y algunas de sus teorías… (que deberían ser las mismas que las de ellos… pero bueno… esto ya es mucho…)
Por otra parte… esto ya es pura y dura curiosidad… ¡pero no lo puedo evitar! ¡¿quién era ese psiquiatra?! Conozco algunos profesionales del Niño Jesús… y me da muchísima curiosidad saber quién es capaz de hacer algo así… lo siento, no lo puedo evitar… aunque lo digas por mensaje privado… ¡ay, me reconcome la curiosidad! (sí, ya sé que no me lo dirás, y lo entenderé, y además me parecerá super correcto… je, je…)
En fin, lo que decimos todas, que bien que te lo sepas tomar tan bien… y sobre todo ¡qué bien que el peque esté fenomenal!!!!!!
Yo siempre digo que los médicos no dejan de ser profesionales como podrían serlo de cualquier otro sector y por tanto, los hay buenos, malos y regulares, con vocación y sin ella… En cuanto al médico, no recuerdo ni su nombre, lo tendría que buscar, creo que basta con decir que sería un señor de cuarenta y muchos o cincuenta y pocos y gordo.
Ay! No sé si reirme o llorar… reirme de alegría porque te han confirmado que tu hijo no tiene TGD… y llorar por el papelón de la sanidad pública, de los médicos y del psiquiatra loco (me lo vas a permitir, porque el tío ese está de la olla…).
Bueno quédemosno con la parte buena, verdad? Enhorabuena a ti, a tu marido y, sobre todo, a tu niño…que además de ser precioso es muy afortunado por tener a los padres que tiene, que se preocupan por él, lo cuidan y lo miman… y son capaces de remover cielo y tierra para comprobar que todo va bien. Besos wapa!
Creo que hay que quedarse con la parte buena porque al menos el tema médico creo que lo resolvió bien y estoy de acuerdo con sus apreciaciones. Lo demás es parte de un criterio personal un poco sui generis, que no sé yo qué se puede saber sobre unos padres con una observación de media hora por mucha eminencia que se sea, no?. Gracias por tus palabras.
Buenas, me lo he llevado al repaso de blogs de Bebés y más, que me ha hecho gracia verme identificado con el mundillo sanitario (desde los dos lados de la barrera):
http://www.bebesymas.com/bebes-y-mas/blogs-de-papas-y-mamas-lxxi
Hola Armando! Me da a mi que tu eres un profesional sanitario de esos con los que da gusto tratar, ya podían ser todos así!. Gracias por incluirlo en el resumen, un abrazo.
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PORQUE NO ACEPTAS COMENTARIOS CONTRARIOS A LO QUE TU ESCRIBES
La primera vez que alguien comenta con un correo nuevo tengo que autorizarlo, sólo hay que tener un poco de paciencia porque no me paso las 24 horas delante del ordenador.
En cualquier caso, soy libre de moderar lo que me parezca, esta es mi casa y no tengo por qué aguantar que se me insulte a mi o a las personas que aquí participan.
Hay que dejar a los médicos hacer su trabajo y no pretender que nos traten como tenderos vendiéndonos género.
El doctor que se quién es, llamémoslo X, se limita a hacer su trabajo de una forma certera. Simpático o no, somos muchísimos los que le estamos agradecidos y comprendemos la enorme carga de trabajo que soportan con total entrega.
Hola,
Había visto este post hace tiempo y no me anime a contestar, pero he visto datos en otro blog sobre la psiquiatría infantil y quería hacer una reflexión. Veo que tu queja principal es debido a la descoordinación que tienen, que hace que uno no sepa cuándo le van a atender, lo cual con un niño pequeño se hace difícil de llevar. Lo entiendo perfectamente, pero te has planteado lo que hace ese psiquiatra antes de ver a tu hijo?. Te has planteado que tienen que pasar consulta a los niños ingresados? como te puedes imaginar un niño ingresado en una planta de psiquiatría, es un niño que está muy enfermo, en una situación muy difícil. Quizás sea un adolescente que ha intentado suicidarse, o un niño con un trastorno psicótico grave que haga que sea necesario internarlo. ¿crees que un psiquiatra puede prever cuánto tiempo va a necesitar para atender a estos niños? ¿con qué cuerpo sale un psiquiatra que acaba de visitar a un niño que ha intentado suicidarse, que no quier vivir? Quizás este doctor que fue tan desafortunado contigo (lo reconozco) acababa de enterarse que había muerto uno de sus pacientes.
La vida es muy dura, y la empatía es algo que tenemos que ejercitar todos, tanto los demás, como nosotros mismos. Y hay momentos en los que es muy difícil guardar la compostura.
Entiendo que no quieras publicar este comentario, pero te agradecería que lo leas.
un saludo, me alegro mucho que tu hijo vaya bien
Muchas gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo con lo que has comentado, plenamente. Mi crítica estaba dirigida a la pésima organización del hospital, donde siempre que hemos acudido a consultas hemos tenido que esperar un tiempo, desde mi punto de vista, totalmente vergonzoso, más cuando vas con un bebé, y más aún cuando vas con un bebé que se supone que tiene que estar «fresco» para que le puedan ver en «su mejor momento» y no cuando ya está aburrido, harto de esperar y cansado. La crítica hacia el médico va dirigida hacia su trato «estilo House», que no me pareció el más apropiado. Y aunque por supuesto que entiendo las circunstancias que le puedan acompañar en ese momento, realmente eso no es problema del paciente ni de su familia. Pienso que hay profesiones que requieren «un plus» de saber estar, si uno no puede con eso, si uno no puede ser amable, pues quizá debería dedicarse a otra cosa.
Mi hijo está fenomenal, gracias a Dios el tiempo por sí solo ha demostrado que no tenía ninguna patología y el 2011, que empezó muy mal, ha acabado mejor imposible.
Un saludo y gracias de nuevo por tu comentario.
Hombre, entiendo lo que comenta el último seguidor, que hay que empatizar, claro que ese psiquiatra debió de ver cosas muy duras antes de veros a tu niño y a ti y debía de tener un mal cuerpo… Y seguro que pensó que venía de ver verdaderos problemas y «la tonta esta se cree que tiene un problema con su hijo…». Yo eso lo estaba pensando mientras leía la entrada, pero es cierto que es psiquiatra, y gracias a dios no todos sus pacientes están al borde del suicidio, y debe de tratarnos a todos con respeto y considerado. Si yo tengo que estar pendiente de los gravísimos problemas que ese psiquiatra tiene que atender, qué hago? Me despreocupo de mi hijo y mejor no voy a que lo vea porque otros niños están peor? Yo tengo MIS problemas y me duele MI niño, y ese hombre me debe atender con. respeto y sensibilidad, sea lo que sea que haya visto antes de mi consulta; si siendo psiquiatra y trabajando en lo que trabaja no puede hacer su trabajo correctamente conmigo, que se vaya a coger caracoles. Esto es como el camarero quw me trata como una mierda porque ya está harto de clientes impertinentes. Y?? Es que yo tengo la culpa?? Como lo que tú vives es complicado yo me tengo que comer tu frustración y tu cansancio?? No, hijo, no. Ni hablar. Los profesionales de la medicina tienen que ser empáticos y enterarse de una maldita vez que los que vamos al psiquiatra o al gine o a lo que sea, vamos con nuestro derecho a un trato amable, además de angustiados y a veces aterrados. Todavía me estoy acordando de cómo me trató la gine de urgencias cuando fui a abortar porque a las cinco de la mañana estaría harta de currar… Pues más harta estaba yo de pasar dolores y de masticar aquella tristeza por perder mi embarazo. Venga, hombre…