El punto de inflexión en la lactancia
En mis dos lactancias, y creo que en las de muchas mujeres, ha habido un punto de inflexión: un momento crucial en el que pendía de un hilo, un movimiento hacia cualquier lado podía inclinar la lactancia hacia el fracaso o hacia el éxito, todo o nada. Parece sorprendente que, al mismo tiempo, se pueda estar tan cerca de que todo funcione como la seda o del fin total de la lactancia, pero es que en ésto dificilmente puede haber situaciones intermedias: o va bien y lactar resulta instintivo y placentero o va mal; y si va mal, el final es cuestión de días/semanas que se le ponga fin, pues nadie puede aguantar mucho tiempo una lactancia desastrosa (ni la mamá ni el bebé).
El punto de inflexión con la lactancia (mixta) del Mayor fue, sin duda, cuando rota del dolor de pezones, decidí que por la noche la teta descansaba. Ahora sé que la lactancia nocturna es fundamental para mantener una producción adecuada, entonces no lo sabía y el dolor y la frustración ante la dificultad tampoco me dejaba ver mucho más allá. Todo lo demás: el dolor, los pezones en carne viva, lo mal que mamaba mi hijo, el necesitar complemento porque no succionaba… todo eso se hubiera podido revertir. Hubiera bastado con que alguien me ayudara a encontrar la posición adecuada para eliminar el dolor y facilitar que mamara. Hubiera ayudado que alguien se hubiera interesado de verdad en averiguar por qué mi hijo no comía, si tenía algún problema, algún frenillo, qué se yo. Cinco minutos para un cambio de postura, quizá usar relactadores en lugar de biberones, en fin, buenos consejos, y en unas horas hubiera remontado una lactancia que iba camino del desastre.
En ese caso, el punto de inflexión inclinó la balanza hacia el abandono. Tras dejar de dar el pecho por la noche, la producción, ya de por si mermada por la mala técnica succionando, descendió bruscamente y yo tiré la toalla (y el sacaleche) cuando tenía unos dos meses.
Todo esto lo sé no sólo por lo que he leído y lo que sé ahora. Lo sé, fundamentalmente, porque a los cuatro días de vida de mi hijo pequeño me vi con un baby blues de narices, un hijo mayor en shock, una ingurgitación que me impedía bajar los brazos, grietas en ambos pezones (que pocas horas después empezaron a sangrar y Bebé regurgitaba sangre), síntomas febriles y un dolor de pechos más que importante.
Vi mi lactancia de nuevo en la cuerda floja: un pasito para allá, cualquier cosa, quizá simplemente la tentación de saltarse una toma para darle tregua al dolor, y a hacer puñetas. Un pasito para acá, pedir ayuda, conseguirla… ocho meses y medio de lactancia que llevamos.
Mi pequeño nació un miércoles, nos fuimos a casa el sábado con Bebé mamando con mucha fuerza y entusiasmo pero haciéndome mucho daño. Llegó el domingo por la mañana, me estaba duchando entre lágrimas de dolor y de rabia, no podía soportar ni que me rozara el agua de la ducha por la ingurgitación y literlamente veía el acantilado. O me dejaba de doler, o se frenaban las grietas, o no podía con todo. ¿Iba a fracasar de nuevo?.
El punto de inflexión, afortunadamente, se inclinó esta vez hacia el éxito. A la velocidad del rayo vinieron a verme Una maternidad diferente y Mamá sin complejos y se pusieron a duo a darme masajes para aliviar la ingurgitación, al tiempo que me ayudaron a encontrar una postura que disminuyó de inmediato y en gran medida el dolor: la postura del balón de rugby.
La magia del punto de inflexión es que, superado el problema, la lactancia pasa de 0 a 10 en un instante, como si fuera magia. Mejorada la postura, mejoró el dolor, la ingurgitación, las grietas… ¡absolutamente todo!.
Sí, la postura del balón de rugby seguramente no sea la más cómoda para estar a todas horas con ella, pero mientras me curaba las heridas, mi bebé creció lo suficiente para que el tamaño más grande de su boca compensara que quizá no tenía la mejor técnica abriendo la boca o evertiendo los labios. En cinco días, es decir, cuando tenía 10 días de vida, ya podía dar el pecho con normalidad, no me dolía nada, no tenía grietas, y hasta podía dar el pecho en la calle como si llevara toda la vida haciéndolo.
Ojalá en todos esos puntos de inflexión hubiera alguien a quien llamar. Alguien que corra a tu casa para masajearte la teta porque tú no sabes cómo y te duele tanto que no serías capaz de hacerlo convenientemente. Alguien que un domingo deja a los suyos y sale corriendo con lo puesto para que ese punto de inflexión sea una victoria.
¡GRAN HISTORIA PERO SOBRE TODO GRANDES AMIGAS!
¡QUE SUERTE!
En lugar de tanta preparación al parto, debería de ser obligatorio que las matronas te visiten en tu casa y que sean expertas en lactancia…otra historia sería…
¡Enhorabuena por haberlo logrado!
Pues esa idea es genial! Realmente sería lo ideal, porque a mi personalmente las clases de preparación al parto me sirvieron de bien poquito porque mi matrona era un poco desganada… Tendríamos que tener más ayuda en el post-parto, es verdad, Desmadrosa!
Si te digo que yo fui a una sola clase de preparación al parto, con eso te lo digo todo…
Gran idea la tuya, ojalá fuera así!!
Estoy de acuerdo con la Desmadres. En mi opinión el apoyo a la lactancia de algunos hospitales deja mucho que desear, porque dicho «apoyo» consiste únicamente en recomendar a las madres que den el pecho y presionarlas para que sigan cuando se ven desbordadas. Tampoco se trata de darles la pastilla para cortar la leche a la primera dificultad, sino en diagnosticar adecuadamente el problema y ayudar a la madre a solucionarlo. Y, sobre todo, escuchar a la madre, acompañarla y respetar su decisión. En Holanda creo que el sistema público de salud te manda una doula a casa durante la primera semana postparto…
Un abrazo.
Deja muchísimo que desear, de hecho es de ahí de dónde vienen todos los problemas, porque donde debe encauzarse una lactancia es en el sitio donde acabas de parir!.
Qué bonito! Seguro que ambas están muy orgullosas de ti por haber intentado salvar tu lactancia. Bueno, vuestra lactancia, tuya y de Bebé. Para que luego digan que lo de las tribus son una moda y que no hacen falta y blablabla. Si el personal sanitario (enfermeras, matronas, pediatras…) estuviese correctamente informado de la lactancia, quizá no harían falta, pero tal y como está el tema actualmente, es vital tener un grupo de apoyo.
Mi peque cumplirá su primer año el lunes, y ese es el tiempo que llevamos lactando. Estuve a punto de tirar la toalla, también me salieron grietas y moría de dolor con cada toma, pero mira, con cada una pensaba «Si me duele mucho, en la siguiente pido un biberón» pero como no quería desistir (reconozco que fui muy cabezona en este punto, mi madre y mis tías estaban con el «pide un biberón que no pasa nada) siempre me animaba a probar una toma más. Aunq el momento de engancharse era de llorar, de verdad. Al final me salvaron las pezoneras, que hay mucha gente que esta en contra también, pero yo me las puse y el rubio mamaba estupendamente, y cuando después de un mes y pico me las quité, mamaba igual de bien. Y ya te digo, después de un año, aquí seguimos hasta no sé cuando!
Y ya paro, que vaya parrafada te dejo, lo siento! Pero esq el tema lactancia me gusta mucho, sorprendida estoy y todo de que así sea porq no me lo esperaba! Muaaak! 🙂 Y enhorabuena por sacar adelante vuestra lactancia, y que dure lo que querais!
Suscribo lo que has dicho punto por punto, gracias por la parrafada!! Muaá!
Hola !
Te sigo pero creo que nunca he comentado en tu blog.
Me alegra leer este post para contarte que desde nuestra asociación Amamanta hacemos voluntariado en el hospital, talleres de lactancia e incluso asistencia a domicilio, sin ánimo de lucro. Somos madres formadas en lactancia materna enamoradas de la alimentación a teta. Sólo estamos en Valencia pero espero que grupos de madres como el nuestro empiecen a ser la norma y no la excepción.
Un abrazo
Hola Ruth:
A mí Mamá (contra) corriente me conoce por mi blog, pero yo soy asesora de lactancia de Multilacta, que también hacemos una gran labor en Madrid y en Toledo.
Un abrazo.
Hola Eloisa ! conozco Multilacta por vuestra web, hacéis una labor estupenda !
Muchas veces las mamás piensan que no puede ser, que alguien a quien no conoces corra en tu ayuda para intentar asesorate y salvar tu lactancia, además de forma voluntaria. Ojalá y que la tribu de madres crezca y crezca. Un abrazo
Ojalá!!!! Un abrazo.
Ojalá, sería genial que esto se extendiera aunque también te digo que creo que son los propios profesionales de la salud los que deberían estar formados… Un abrazo.
La verdad que nada como contar con esos grandes apoyos. Me alegra mucho que finalmente todo marchara 🙂
Gracias guapa!
Ya sabes que yo he sido «testigo privilegiada» de ambos puntos de inflexión en la lactancia de tus hijos. El día que me comentaste que Bebé regurgitaba sangre temí que la cosa no fuese bien en esta ocasión tampoco. No sabes lo que me alegré cuando me contaste la visita de las dos mamis blogueras para ayudarte con el tema. Y ese mismo día (o fue al siguiente?) cuando fui a tu casa y ambas estuvimos dando el pecho juntas a nuestros peques, al ver lo tranquila que estabas y viendo a Bebé mamar en la postura del rugbi, supe que todo iba a ir bien.
Enhorabuena, y desde aquí le doy las gracias a las dos grandes amigas que te ayudaron en un momento tan crucial.
Un beso fuerte!
No recuerdo qué día fue, hacía muy poco de su visita, pero mi lactancia ahí ya había cambiado de un extremo al otro, ahí ya habían empezado las cosas a rodar. Qué momento tan bueno!!! Un besazo.
Es una suerte poder contar con personas tan increibles y que te ayuden cuando estas de bajón.
Eres muy afortunada, no lo dudes nunca
Cierto, cierto! Un abrazo amiga.
La verdad es que siempre es emocionante leer que hay tanta gente buena haciendo cosas importantes por los bebés y sus madres. Ojalá hubiera mucha más información y apoyo. Igual el día de mañana hago yo un post dando las gracias a mamá (contra) corriente que vino en mi ayuda también, porque esto es una cadena de amor que pasa de mujer en mujer. Me encanta.
Un abrazo.
Ya sabes que si yo puedo echarte un mano en lo que sea, lo haré! Un abrazo.
Buffffffffffffff, me ha dolido leerte…para mí la lactancia ha sido algo fácil y natural, por lo q no tuve nunca q esforzarme, mis hijos has salido los 2 del paritorio con la teta bien agarrada a su boquita…y nunca he pasado por la tortura de las grietas o el dolor.
Q bien q en esta 2ª ocasión tuvieras cerca ayuda, me alegro por tí!
Mi nena de 8 meses depende absolutamente de la teta y da gusto verla mamar, no quiere ver los bibes ni en pintura…así q papilla, purés y teta.
Eso es un lujo, Chitín, no lo dudes!!
Da gusto verles mamar, nunca pensé que sería así de increíble…
Bueno, ya sabes que yo siempre digo que no hay lactancias fracasadas sino insuficientemente apoyadas… Y, más allá de la falta de formación (y de empatía) de muchos profesionales sanitarios, también es necesario un esfuerzo de la propia madre para informarse, prepararse y tener a mano los contactos adecuados por si surge cualquier problema.
A mí me consuela pensar que el día de mañana nuestras hijas nos tendrán a nosotras, madres que hemos lactado con éxito y superado distintos problemas, como apoyo y ya no será tan necesario acudir a otras personas.
Un abrazo.
Bueno, en mi caso serán mis «nueras» ¡horror! ¿crees que se dejarán aconsejar? ¡espero! jaja Un besazo.
Seguro que sí. A mi me encantaría tener una suegra como tú 😉
A mi me pasó lo mismo: me encontré en la frontera de ‘lactancia sí’ y ‘lactancia no’ con unas ganas terribles de correr hacia ésta última. En mi caso me frenó la cabezonería y el querer hacerlo por encima de todo.
Los profesionales (matrona,enfermera, pediatra y demás) a los que pedí consejo me decían que lo estaba haciendo todo bien, que al principio era molesto pero que se pasaba, sin ver cómo yo daba el pecho o cómo él succionaba. Pero para mi no era molesto sino muy doloroso, lo que unido a las hormonas hizo que tuviera pánico a un bebé de pocos días.
Los consejos de abuelas también me parecían muy lejanos y, además, en muchos casos ellas habían abandonado la lactancia al poco tiempo por la falta de información y habían comenzado con el biberón porque les habían dicho que tenían ‘poca leche’ o ‘leche de mala calidad’.
Como tú dices, yo eché de menos cinco minutos de atención exclusiva, de análisis de nuestra lactancia (la de mi peque y la mía) y de consejos más prácticos que teóricos. He tenido la suerte, sin embargo, de un apoyo total de mi pareja y, en parte gracias a él, llevamos cuatro mesecitos de teta exclusiva que van camino de los seis.
Es que realmente es eso, no son más de cinco o diez minutos de atención, quizá varias veces, pero no es algo que requiera una atención que digas «es que es imposible de dar a cada mamá que acaba de dar a luz por el tiempo que requeriría». Vamos, no se hace porque no hay gente formada y con ganas en los hospitales.
Tienes toda la razón. Es increíble con una sola decisión, que parece insignificante, en el momento menos indicado pueda dar al trasto con todo. Me encanta saber que pudiste sacra delante tu lactancia. Un abrazo.
Un besazo Zary.
A mi Eloisa también me ayudo enormemente con las charlas que imparte en oh! La luna. Asistí a » la importancia de los primeros días» y me dio las bases para manejarme con la ingurgitacion de los primerios días. Y mira que había leído » un regalo para toda la vida» pero nunca se deja de aprender…
La información previa es fundamental pero sin el apoyo en el momento adecuado todo se puede ir al traste.
Te sigo desde antes de estar embarazada y no sabes como me alegra que en esta segunda lactancia encontraras el apoyo adecuado y que hayas podido disfrutar de ella.
Hola Laura, si conoces a Eloísa no hace falta que diga ya nada más sobre ella, ya lo habrás comprobado tu, ¡es una mujer tan sabia como encantadora!. Yo también había leído y releído ese libro pero como la ayuda en persona no hay nada. Un besazo.
Vaya chicas. Un día de estos me encuentro con un club de fans. Laura, me alegro de que te aportara la charla. Es una lástima que no haya más interés y que muchas veces que la planteemos se cancele por falta de asistencia… Es tan fácil solucionar por adelantado algunos problemas… En fin, un abrazote a las dos.
Tu lactancia tiene dos angelitos de la guarda 🙂
En serio, es genial contar con gente para superar estos baches, me alegro mucho.
Besos!
Son las «tías de leche» de mi bebé 😉
Sin duda que grandes amigas tienes, eso sí que es un tesoro. Me ha gustado mucho esta entrada, tanto que me la guarde en mi apartado de ‘para bebés’ y quizás cuando tenga al mio….
Gracias!
Totalmente de acuerdo. Muchas veces he meditado sobre lo frágil que es la lactancia en los comienzos, lo fácilmente que se puede ir todo al garete si no tienes ayuda o constancia o suerte en ese punto de inflexión. Lo explicas fenomenal, me ha encantado tu análisis. Leo con demasiada frecuencia historias de lactancias fallidas por malos consejos o falta de ayuda en esos baches típicos de los comienzos. Unas grietas, una ingurgitación, una mastitis, una escasa producción… Ojalá hubiera podido estar cerca de esas madres en sus puntos de inflexión para ayudarlas y acompañarlas. Porque es verdad que una vez se superan esos baches, en cuestión de días la lactancia pasa a ser cómoda y placentera.
Espero que estés mejor de tus mastitis.
Un abrazo.
Estoy mejor, sí, ¡gracias por acordarte!. Sí, la lactancia es fragil… tengo que meditar este tema, no sé por qué es tan frágil, si por la falta de referentes en nuestro entorno, por algo cultural que nos empuja a pensar que no merece la pena, si es porque en sí es un proceso complicado (que no lo creo)… Un besazo!
Caray! Este post me ha puesto los pelos de punta, porque en muchos aspectos me ha sentido identificada. Por desgracia para mal, porque mi balanza al tener mi bebe 3 meses se inclinó al biberón. Ojalá en aquellos momentos hubiera contado con apoyos y expertas en el tema para que me ayudaran a pasar el bache. Vivía en extranjero, cero ayuda, los consejos que me dieron los supuestos profesionales fueron penosos y al ver a mi bebe llorar en cada toma al ponerle en la teta, o quitarse enseguida llorando………fue horrible, así que tire por la calle de en medio. Me ha quedado una espinita clavada y un reconcome, porque no se la razón exacta por la que fracasé……y eso que nunca tuve grietas, ni mastitis….. En teoría era por falta de leche…….en fin que me da una rabia cada vez que lo pienso……. Eso si en cuanto me quede embarazada del segundo me apunto de cabeza a un grupo de lactancia!
Besoss
Ya no le des más vueltas. Lo de la falta de leche, seguro que ahora sí lo sabes, realmente es muy poco probable que tuvieras poca leche porque todas las mujeres podemos producirla si el bebé mama a libre demanda… En fin, espero de corazón que si hay un segundo tengas ayuda y, aunque sea en la distancia, cuenta conmigo para lo que te pueda ayudar. ¿Has leído «Un regalo para toda la vida» de Carlos González? Es un libro genial, enseña muchísimo y es muy fácil de leer. Te lo recomiendo.
Muchas gracias mama cc!
Si, me leí el libro pero too late……
Besos!
Recuerdo todo ese dolor, las grietas, el hilillo de sangre que tenía mi bebé de 10 días entre los labios cuando por fin me soltaba….llorar sólo de pensar en la siguiente toma….Estuvimos así un mes; pero ya llevamos 15 de feliz lactancia!. Mi marido fue mi salvación, cuando todo el mundo me decía que lo dejara, el cuidó de mí, confió en nosotras, y todo fue encauzándose (y mi grupo de lactancia, claro!)
Fundamental el apoyo, pero fundamental también que la lactancia sea una cuestión de familia, no de la mamá en soledad…
Es que la soledad es mala para todo, para la lactancia y para la crianza en general. Enhorabuena por ese gran marido. Un abrazo.
Yo estuve a punto de tirar la toalla, cómo hubiera necesitado que alguien me hubiera ayudado, pero no sabía nada de lo que ahora sí y durante el embarazo nadie me había hablado de los problemas de la lactancia. ¿Para qué sirven los cursos de preparación al parto?
Yo necesité una ayuda que nunca tuve y la saqué adelante con mucho dolor, lágrimas y malos ratos. Lo que más pena me da es que siempre tuvo lactancia mixta.
Mi gran orgullo es que ahora, 14 meses después, sigue mamando y le encanta.
14 meses son muchos meses, enhorabuena y a seguir! Besos.
hola preciosa!!! es verdad que la lactancia tiene su «ciencia». A mi me encantaría dar el pecho cuando llegue el momento… que espero que llegue pronto!!!
estoy de sorteo en mi blog, por si te apetece pasarte!!! si participas puede tocarte un regalito muy chuli para tus peques.
un besin tesoro!!!
http://conlluviayconsolshop.blogspot.com.es/2013/01/sorteo-y-rebajas.html
Juraría haber comentado en este post O_O a que dejé el comentario sin enviar, que no sería la primera vez… xD
Sin duda es una suerte poder contar con mujeres como ellas que acuden sin dudarlo a ayudar a otras mamás, ¡son verdaderos ángeles de la guarda!.
Pero si lo paras a pensar, es un poco triste que algo tan importante para el bebé como la lactancia materna dependa en gran medida de la generosidad de otras madres. ¿Dónde están los profesionales, a quien por cierto pagamos entre todos? ¿Por qué el estado no se preocupa de que el apoyo necesario sea real y efectivo, y no se deja de caras campañas de publicidad que no cambian nada? Me parece fabuloso lo que apunta @Desmadreando, si a todas las mamás nos visitara una matrona experta en lactancia durante la primera semana… ¿no creéis que la película sería muy distinta? Y no hablo siquiera de que aumente el número de mamás que quieran dar el pecho, con que las que que queremos hacerlo encontremos apoyo e información veraz en los profesionales me daría con un canto en los dientes…
En cualquier caso, felicidades por haberlo conseguido, y sobre todo por no rendirte, porque por mucho que te ayuden, eres tú la que lo tiene que pasar y vivir, y ya sabemos que los momentos duros son muy duros.
Un abrazo guapa!
Pues a día de hoy es casi imposible que un profesional de la salud nos aconseje convenientemente sobre lactancia. No me cabe la menor duda de que si no hubiera contado con esta ayuda, tampoco lo habría conseguido en esta ocasión… ¿Es normal? Yo creo que no, luego nos extrañamos… Besos.
No puedo coincidir más con tu reflexión y deseo de que esos puntos de inflexión vayan acompañados de apoyo de especialistas. Mi experiencia en Austria es muy diferente a la que oigo de mis amigas y leo de otra gente. Aquí existe un apoyo enorme a la lactancia. Hasta el punto que por ejemplo el alta en el hospital depende de que hayas conseguido ya establecer la lactancia materna de forma exitosa o no (si la leche no te ha subido te aconsejan quedarte y contar con el apoyo de los bancos de leche y salas de extracción del hospital, o si tienes algún dolor intentan que te quedes hasta que mejore y te ayuden a encontrar la postura adecuada…). Por todo ello, mi lactancia la disfruté mucho. Pero a los 6 meses, cuando estaba en España trabajando unas semanas, tuve una infección seria en el pie y en el hospital me dijeron que sí o sí tenía que tomar unos antibióticos y dejar la lactancia. Cuando estuve de vuelta en Viena mi médico me dijo que no necesariamente tenía que haber renunciado a la lactancia, que podían haber intentado alguna otra solución. ¡Qué suerte de amigas, me alegro mucho que ya estés mejor y estés disfrutando! Un beso
Vaya, siento muchísimo que te dieran ese consejo tan malo, qué rabia me da!. Y me ha encantado que me cuentes cómo funciona en Austria, vaya diferencia, madre mia!
Buenas,
Yo también tuve unos inicios de lactancia durillos. Mi txiki no cogía el pezón. Lo tenía extremadamente plano, fláccido… algo que me extrañó porque en el embarazo sí que se me ponían duros.
Total que tuve que usar pezoneras de silicona pero el crío no cogía peso.
Consulté a la matrona, a la profesora de suelo pélvico, a la pediatra…
Me recomendaron usar un sacaleches para aumentar la producción y darle toda la leche materna posible.
Me puse en contacto con La Liga de la Leche de Euskadi, me atendió una mujer muy agradable, le compré el sacaleches y me explicó muchas cosas (y a mi pareja) y muy bien. Incluso se ofreció a venir a mi casa a ver qué postura usaba y cómo mejorar la lactancia.
Teníamos la esperanza de que al crecer el peque tuviera más fuerza y la boquita más grande y me cogiera mejor el pecho.
Y así fue.
En cuanto cumplió un mes todo cambió. Fuera pezoneras, agur al sacaleches, biberones y leche en polvo y bienvenida a la vida fácil de una lactancia natural.
Tal y como me la imaginaba.
Aunque estoy tomando unas pastillas que estimulan la producción de leche. Ni teniendo al txiki cada 2 horas en la teta ni con el sacaleches tras cada toma conseguía una cantidad adecuada.
Así que yo agradezco a todas las que me han ayudado en todo este proceso. Y a mi pareja, por sus ánimos y apoyo en ésos momentos en los que casi tiro la toalla.
Mientras te leía me he ido viendo reflejada en cada palabra. Mi lactancia también fue muy difícil desde el principio, con frenillo, mala postura, peores consejos, grietas en los pezones y mucho dolor. Aguanté así casi dos meses en los que pese a que busqué ayuda sólo encontré un mismo consejo: si te duele, si sangras, aprieta los dientes y aguanta o deja de dar el pecho, que con biberón se crían igual. Incluso mi matrona me dijo eso. Y yo aguanté. Poco después una pequeña obstrucción junto con la incompetencia de varios médicos del servicio de urgencia se convirtió en un absceso que me mandó a quirófano y me tuvo diez días ingresada sin mi hijo y teniendo que tomar la dichosa pastilla para cortar la subida de leche. Todo eso me ha dejado dos cicatrices, una física que me recuerda lo pasado y otra psicológica que me temo que saldrá con fuerza cuando me toque volver a intentarlo. Durante una semana, justo antes de la obstrucción, mi peque ya tenía la boca lo bastante grande y él solito descubrió la postura para comer bien y en ese breve periodo la lactancia fue maravillosa, sin dolor, sin heridas, y con él subiendo 200 gramos en 5 días. Pero nadie supo de nuevo cómo ayudarme. Ahora, como tú dices gracias a la experiencia, sé que cuando venga el hermanito no pasará lo mismo y, si dios quiere, la lactancia durará hasta que ambos queramos, y no hasta que los ‘profesionales’ sanitarios nos dejen.
Seguro que ahora os va genial. Si necesitas ayuda y te puedo ser útil en algo no dudes en decírmelo!. Besos.
Yo estoy en ese punto de inflexión de dejarlo o no.
Mi bebe tiene 2 meses y dos días, soy primeriza y completamente ignorante de todo lo relacionado con la lactancia. Ya pasé por grietas, ampollas de sangre, perlas de leche y ahora mismo me estoy recuperando de un absceso en la parte baja del pecho y tengo toda la parte alta con una obstrucción que no se va, mi peque succiona poco y mal pero los bibes (con tetina de succión Calma de Medela) los come bien, mi mejor amigo es el sacaleches desde que el absceso se abrió el 4 de febrero y lo único que escucho de mi enfermera, mi matrona, mi médica de cabecera, los de urgencias que me atendieron es CORTA LA LECHE YA… no sé qué hacer ni a dónde acudir 🙁
Vivo en Madrid por si alguien me puede ayudar. Gracias