Todas las noches lo mismo. Me meto en la cama y en mi cabeza empiezan a bullir un montón de ideas: tengo que escribir sobre esto y aquello, mañana quiero limpiar el baño, ordenar este armario, quiero imprimir una foto nueva del bebito, que la que tenemos en el salón es de hace ya un mes y medio, ¿qué hago para comer pasado mañana?, tengo que llamar a este sitio, de mañana no pasa que llame a mi amiga Lou que hace un siglo que no hablamos…
Me he prometido a mi misma acostarme pronto y desoír todas estas llamadas de mi cerebro. Porque como me levante y me ponga a hacer cosas, me dan las dos, las tres de la mañana, se me junta con un biberón y a la mañana siguiente estoy hecha un guiñapo. La tentación es grande: con toda la casa en silencio y mis angelitos durmiendo, siempre me cunde mucho más.
Curioso lo de la creatividad, porque a la mañana siguiente estoy perezosa, cansada y entre unas cosas y otras no hago nada de lo que me había prometido, al margen de que la mitad de mis proyectos se los lleva Morfeo y horas después ni me acuerdo de ellos.
- El hipo antes y después del nacimiento.
- Picias maternas
Te comprendo muy bien. A mi me pasa lo mismo. Siempre he sido noctambula, de acostarme a las tantas. Siempre he estudiado mejor de noche, es cuando se me ocurren las mejores ideas, en definitiva cuando mas lúcida estoy. Desde que tengo al niño y con la obligación de madrugar cuando empiezo a estar despejada me tengo que ir a dormir, aunque no quiera, porque si no sé que al día siguiente las horas de más que me quede despierta me pasarán factura. Y la verdad es que lo llevo fatal. Yo incluso me apunto por las noches todas las cosas que quiero o tengo que hacer a la mañana siguiente, pero es que luego no me encuentro yo inspirada, aunque me voy forzando a ello, por que si no luego sé que más tarde no podré hacerlo. 🙂
Yo en cambio soy diurna, pero es cierto que, salvo que esté muy cansada, es tumbarme en la cama y venirme las ideas… Pero, como últimamente ando cansadísima, sabes cuándo mi cabeza es un hervidero? Cuando vengo andando del cole del nene al trabajo. Voy teniendo conversaciones conmigo misma que no veas!
Odio cuando me pasa eso por las noches y a la mañana siguiente no me acuerdo de nada, ultimamente me apunto todo en una libreta para que no se me olviden las ideas de lo que quiero hacer, me apunto hasta lo más chorra!que sino se me olvida…besitos y espero que puedes conciliar el sueño mejor!
Pues mi cerebro por la noche no funciona. Es acostarme y en cuestión de segundos me quedo dormida. Me pasa desde niña, que a partir de cierta hora ya no soy persona. En cambio me ha encantado siempre levantarme pronto, a las seis o incluso antes, cuando todos duermen. Me encuentro fenomenal, despejada y al 100% para hacer todas las cosas que durante el resto del día ya sé que no haré. Creo que todo es cuestión del biorritmo de cada uno
El mío funciona de noche a las mil maravillas. Demasiado bien diría yo, que cuando tengo algo entremanos me quedo con los ojos como platos y no hay manera de dormir. Pero también mi creatividad aumenta cuando estoy haciendo algo que me gusta o relaja, por ejemplo cocinar, o leer. En fin, todo un misterio.
Yo antes era de acostarme tarde y levantarme temprano. Pero ahora llevo mal lo de madrugar. Ahora me levanto cuando me llama mi hijo, que lo mismo pueden ser las 7 que las 9.
Todas las tardes tengo un bajón a eso de las 17h y luego me voy espabilando hasta que a las 22h estoy como una moto.
Yo creo que eso de la creatividad va por el silencio, el sentirse uno a solas consigomismo. Es un momento en el que nada externo nos molesta y podemos pensar con claridad.
A mí también me pasa.
Por cierto, bonito blog 😛 llevo leyéndolo un tiempo. Me haré seguidora.
Será por eso, Seishi, desde luego que el silencio y la tranquilidad influyen en mi capacidad de concentración.
Gracias por leerme!.
Me he identificado totalmente con tu entrada…yo también me hago 1000 propositos para el día siguiente, incluso los apunto en la agenda, pero de ahí no pasa!
De todas maneras a mi también se me dispara la creatividad a altas horas de la noche, ahora ya no tanto, pero hace unos años pintaba de noche!
Era cuando me visitaban las musas y daba rienda suelta a mi creatividad…ahora me he vuelto más perezosa y me puede el cansancio!
Besitosss
Ja, ja, ja, Eva, yo a partir de las 22 h también estoy como una moto, aunque haya sido un día agotador y no pueda más, me ponen pilas a partir de esa hora, ja, ja.
A mí me sucede lo mismo… de siempre…muy curioso… con decirte que hay veces que las redacciones y demás la dejo para a partir de las 12 porque las palabras fluyen solas…
Otra cosa super curiosa que me sucedió, estando en la facultad estabamos negras con un problema de estadística que no dabamos con la solución… llevabamos días… pues la soñé! Sí, como la oyes… hice por despertarme y lo conseguí… y la apunté en el papel… Jeje. Por la mañana mis compis alucinaban. Curiosa la mente humana, ¿eh?
Besos
RIGHT ON! My sentiments exactly! 😉