Cuando mis padres compraron su primer vídeo VHS recuerdo que los primeros meses apenas pudimos disfrutar de él porque se tragaba las cintas, las mordía, o simplemente dejaba de funcionar. Creo que pasó por el servicio técnico unas cuatro o cinco veces antes de que consiguieron que se lo cambiaran por otro. Cada vez que lo llevaban, el vídeo se comportaba delante del técnico como si no hubiera roto un plato. Parecía, enteramente, que mis padres querían cambiarlo porque habían cambiado de opinión y que funcionaba perfectamente. Aquello era un auténtico cachondeo .
Con mi hijo pasa algo parecido. Aunque no es de mi agrado, en tres o cuatro ocasiones se lo he tenido que dejar a mi suegra un rato, para yo poder ir a algún sitio donde no era posible ir con un bebé tan pequeñito. En esos momentos uno intercambia los datos prácticos pertinentes: que si aquí están los pañales, que te he traido un biberón, que no lo calientes mucho, etc. Y siempre la informo de qué tal día tiene el niño. Las últimas veces que se lo he dejado no he tenido más remedio que decirle que llevaba todo el día protestando, medio llorando, y que yo estaba ya al borde del ataque de nervios.
Ayer, sin ir más lejos, empezó a lloriquear a las 11.45h, cuando salimos a dar una vuelta a que le diera el aire, y a las 17 horas que se lo dejé a mi suegra aún no había dejado de protestar. Yo estaba ya desquiciadita.
A la vuelta, tres horitas después, mi suegra nos recibió con el ya habitual «¡pero si este niño es un santo!«. Por lo que se ve, en su casa no había hecho otra cosa más que sonreir, jugar, tomarse el biberón entero como un niño bueno y hasta echarse una cabezadita. Otro niño, vaya. ¡Tan pequeño y ya dejándome con el culo al aire!.
Y ahí se queda una sufrida madre, pensando en lo mal que ha quedado diciendo que ha estado todo el santo día protestando para que luego se portara como una malva, diciéndose para sus adentros que la próxima vez va a decir que el niño está de muy buen humor aunque no sea cierto.
Ni qué decir tiene que en cuanto entramos por la puerta de casa, otra vez a protestar. Aunque está vez duró poco porque lo quería ya a esas horas era pijama y cunita.
- Deseo poco y lo que deseo, lo deseo poco.
- Embarazadas pasotas…
Siempre pasan estas cosas!jajaja, maldito Murphy!
A ver, esa es una ley de murphy de los bebes y niños pequeños y no tan pequeños: TODOS los niños se portan irremediablemente mal mientras estan con sus padres, y cuando desparecen por la puerta dejan de llorar, de protestar, de dar mal, y se comportan como a ti te gustaría que se comportaran mientras están contigo. Pero nunca podrás saber como es ese comportamiento porque desde el momento en que tu aparezcas retomarán su " otra " personalidad, la que tu ya conoces. Alucinante, verdad? Pues no falla
Ayy estos bebés, son más listos que los adultos, jajaja. Besines.
No te fíes, Eva. En eso los abuelos siempre engañan, y te lo digo por experiencia.
Encima con la suegra jeje. Como te dicen por aqui arriba… vaya usted a saber… no sería la primera persona que el niño está penoso pero no lo reconocer en plan "has visto que magnífica soy que el niño está mal contigo y conmigo bien".
Je, je, igual es que contigo tiene confianza y con sus abuelos no se atreve a presentarse como es! O igual, como te dicen más arriba, se ha portado con ellos tan mal como contigo pero los abuelos no lo reconocen.
Jajajaja!! A mí me pasa exactamente lo mismo! Me hace quedar fatal o como una madre exagerada o taquicárdica
Acabo de ver que no contesté los comentarios de esta entrada, qué curioso, cómo se me pudo pasar! jaja
Gracias a todos por comentar, estoy de acuerdo con lo que habéis dicho y más ahora que tengo más experiencia en el tema.
besos.
…Hace unos días, leyendo a Carlos González me llamó la atención cómo argumentaba esta ley con los niños «con los demás se portarán SIEMPRE mejor que con sus padres» Según él, todas las personas suelen hacerlo: ¿le diriamos a nuestra suegra que no nos gusta el plato que nos ha preparado? ¿pagamos nuestro mal humor con el vecino? Solemos hacerlo con nuestra pareja,con quien tenemos más cerca, con quien nos conoce mejor…..Los niños también son así.
No lo hacen para tomarnos el pelo ni para fastidiarnos, lo hacen porque se están formando como personas….
Eso está claro. De hecho siempre me he preguntado cómo puede la gente pensar que los niños son tiranos, no hay más que ver lo transparentes que son y lo que sufren, por ejemplo, cuando tienen una rabieta.