¿Y si no valgo para ser madre?
Estos posts nunca hay que escribirlos en caliente. Por eso he tenido este borrador en espera, editándolo en varios días, hasta que hoy, ya en frío, puedo terminar de ordenar las ideas y darle a publicar.
Había pensado en enumerar las razones por las que una madre puede llegar al límite y terminar planteándose cosas nunca antes pensadas, de las que se dicen en bajito y en petit comité, pero en realidad creo que son excusas, es decir, que sean cuáles sean los orígenes, lo importante es a dónde nos conducen. Podría explicar que el mes de junio está siendo un mes súper estresante: que nuestro gato-perro ha estado con tres patas en el más allá y ha requerido cuidados intensivos durante casi todo el mes, que varios electrodomésticos decidieron fallecer al mismo tiempo (con el consiguiente palo económico), que la organización familiar ha sido más que complicada (ya que entre otras cosas mis padres tuvieron un accidente de tráfico del que salieron bien pero no su coche), que todo ello ha coincidido con el final del curso y con un tema de trabajo que nos ha llevado muchas horas de mucha concentración… Infinidad de cosas que, en realidad, son pura anécdota.
Lo importante es que en un día te ves a ti misma dando gritos a todo el mundo, con los pelos de punta, con serias dificultades para aguantar a tus hijos, hecha polvo física y psicológicamente y con una inmensa sensación de frustración. Y entonces piensas:
Quizá no valgo para esto. Después de todo, quizá no valgo para ser madre. Quizá me viene grande. Quizá no tengo suficientes recursos, ni suficiente paciencia, ni suficiente capacidad de sacrificio. Da igual lo mucho que me esfuerce, no es suficiente.
Una sensación verdaderamente triste y angustiosa.
Pero luego, en frío, creo que son sentimientos positivos, de los que hacen avanzar.
En primer lugar, porque son un golpe de realidad, un aviso físico y mental muy contundente que tu ser interior te envía para recordarte que hay que asumir, priorizar y aplazar y que los juegos malabares para llegar a todo, incluso a lo imposible, a medio-largo plazo pasan factura.
Y también son una invitación a la reflexión. Para mi son un recordatorio de las cosas que quiero y de las que no quiero. De que mi objetivo en la vida no es regodearme en lo mal que me salen las cosas sino avanzar cada día para hacerlas un poquito mejor y para llevar con más soltura todo aquello que no puedo controlar. No sé si valgo o no para ser madre, no sé si es una aptitud con la que se nace o un talento que se pueda desarrollar. Lo que sí se seguro es que, a pesar de los días tan agridulces que de vez en cuando se suceden desde que soy mamá de dos, este trabajo, el de mayor responsabilidad que he tenido jamás, me encanta. A partir de ahí, todo es posible.
Foto | BK en Flickr CC
Te entiendo. Cuando todo se vuelve del revés y te atacas, te estresas, pero siguen tirando de ti hasta el punto de pensar de que esos pequeños son unos egoistas que no ven lo que pasa alrededor.
Pero luego ves que no son egoistas, sólo pequeños, y de hecho son los seres más generosos que conoces.
Así que encima te sientes culpable por haber pensado así, encima.
Somos mamis, somos personas, somos mujeres y bajamos la luna con nuestras manos si eso hace falta para nuestros hijos, pero no nos debemos sentirnos culpables por no ser perfectas.
Rodéate de amigas que piensen como tú en cuanto a crianza, sal con los niños, déjalos en casa de los amigos y que otro día vengan a la tuya. Tómate tus momentos.
No te conozco pero hace años que te sigo. ERES UNA MADRE ESTUPENDA, sin duda alguna, la que elegirían tus hijos :-*
Muchísimas gracias Raquel, eres un sol!
This is excellent. This is applicable to everything in life and how we could perceive our hard times as opportunities to grow. I believe it is this attitude you refer to that makes all the difference.
Thank you Francis 🙂
Primero que nada, animooo!!! Claro que vales para ser madre! Y si no…tarde has llegado.
Ahora que estamos en el baile hay que bailar 🙂 Y si hay que hacerlo se hace bien, a que si?
Espero que el tuerto que los ha mirado se haya dedicado a joder a otro y a partir de ahora puedan disfrutar de las vacaciones de los chiquis
Pues justo publiqué el post y la lavadora que compré hace seis meses dejó de funcionar jajajajajaja no sé yo, eh? Besos!
Quisiera decirte que me siento identificada, que anoche cuando te leía no te imaginas el efecto de «consuelo» y al mismo tiempo de «ánimo» que tus palabras causaron en mí… pero al mismo tiempo siento que no es justo, pues yo sólo tengo un hijo aunque sea de alta demanda, y además para bien y para mal trabajo fuera de casa así que puedo desconectar unas cuantas horas al día… De todos modos, una vez más, Eva, gracias por compartir también esta parte menos bonita de la maternidad, a mí me ayuda mucho saber que esas sensaciones y sentimientos de impotencia, de no llegar, de sentirte sobrepasada, no son sólo cosa mía.
Un gran abrazo Laura, no es sólo cosa tuya, no.
Vaya mes os ha caído… Espero que vayan mejorando las cosas!
Respecto a si vales para ser madre, con hacerte esa pregunta ya queda claro que sí. Y además, por supuesto, piensa en cuánto quieres a tus hijos, a todo lo que renuncias por ellos, y lo feliz que te hace tu familia.
Ánimo!
Madre mía! Es que…. menudo mes habéis tenido…. Yo creo que aunque se sea madre, también se es humana… La de veces que me han asaltado las ganas de golpear a la Humanidad con un extintor bien gordo! Y no por ello lo he hecho, ni soy asocial, ni ermitaña (un poco huraña y cascarrabias, si, pero nada grave).
En momentos así en los que te asaltan ‘pensamientos impuros’, reza la siguiente plegaria: ‘¡Que Dios me de paciencia porque como me de fuerza….. les arranco la cabeza!’.
Por supuesto que eres buena madre. Creo que todas los somos a nuestra manera :).
Un abrazo.
PD: y recuerda siempre que arrancar cabezas está muy feo!
Me encanta tu blog, sobre todos en entradas como ésta. Es tan reconfortante saber que no soy la única en tener esos pensamientos que te llegan cuando has pasado un mal día en el que no han parado de pelearse, te has pasado la tarde gritando y amenazando,…. Y encima te sientes criticada y juzgada por tu propia familia 🙁
Eva, siento decirte que a mí entradas como éstas me reconfortan cantidad 🙂