Viaje de vuelta
Amaneció lloviendo en la playa, como para que nos importara menos la despedida, aunque el niño algo se olía porque desde que se levantó estuvo protestando. Sin embargo, hemos tenido un viaje estupendo: sin tráfico, con el niño durmiendo dos horas y media, tiempo nublado y a la hora de comer estábamos en casa.
Los gatos, como esperábamos, han pasado la semana de forma dispar. Nuestro gato-perro acudió enseguida a nuestro encuentro, saludando con maullidos y no perdió el tiempo en ponerse a jugar con la perra como si nada. En cambio, el gato-gato estaba detrás de la puerta del baño, llorando con mucha pena, cabizbajo y no quería ni que le tocáramos. Por la cantidad de comida que les sobraba apuesto a que poco había comido y bebido. Y por la cantidad de meadas fuera de su sitio y que aún ahora no tiene el comportamiento de siempre, cabreado ha debido estar un rato… Todo lleno de pelos, alfombra de foam del niño hecha polvo, sofá convenientemente atacado por las esquinas, cepillo de dientes del niño mordisqueado y lleno de pelusas… ¡Les tenía que haber puesto una webcam para ver qué han hecho en nuestra ausencia!.
Como durmió tanto rato en el coche, obviamente no hubo siesta, así que la tarde ha sido larga. El lado bueno es que tengo ya bastante ropa lavada y seca y casi todo recogido, me ha cundido de lo lindo. Mañana empezamos a tope de nuevo con nuestras obligaciones así que mejor así, la semana próxima viene llena de cosas por hacer: atención temprana, ecografía para mi, ginecólogo, recoger mis análisis… Y, si puedo, ir al médico de cabecera a decirle que vengo de la playa con la garganta hecha polvo, roja, irritada, y con los ganglios que me duelen al tacto.
Esta tarde me ha sorprendido de nuevo. Al ratito de llegar le he sacado uno de los primeros libros con imágenes que le compré y le he estado preguntando por varios objetos. Me ha señalado todos, por primera vez en sus 21 meses, y además algunas veces me decía «quiiiiii» (aquí) y se reía. Luego hemos cogido otro libro y sin yo decirle nada me ha ido señalando objetos mientras me decía lo que era, mostrándome que conoce palabras tan pintorescas como «pera» o «etella» (estrella).
Curiosamente, al mismo tiempo que ha empezado a mejorar con el lenguaje, ha empezado a mostrarse más tímido con los extraños. Como se suele decir coloquialmente, «le come la lengua el gato» y no dice ni mú. Esta tarde han venido mis padres a verle y no ha dicho ni dos palabritas.
Estoy muy contenta, tanto que ni me noto excesivamente cansada del viaje. Estoy feliz de estar de vuelta, me gusta mi casa, mis cosas, me gusta nuestra rutina y aunque mañana voy a tener un síndrome postvacacional tremendo, será porque voy a echar mucho de menos a mi marido, que es algo fantástico. Me encanta mi familia.
¿pero as dejado los animales en casa solos?…que atrevida!!!…seguro que las maldades las han echo los primeros días! ;D
Respecto al niño, genial, veras como poco a poco le ves que va creciendo a pasos agigantados!.
Besos y a descansar bien en tu cama!
Los gatos son animales de costumbres, si uno va de vacaciones para poco tiempo es mejor no moverles porque no llevarían bien el viaje ni se adaptan bien a los cambios. Por eso, cuando alguna vez hemos salido se han quedado en casa con alguien que vaya alguna vez a echarles un vistazo, es lo mejor para ellos!.
¿Te quieres creer que no tengo ni sueño?. Estoy encantada!.
A ver si los gatos han hecho una fiestuki en vuestra ausencia???!!!! Jajajaja… A mi tb me gusta mi rutina y mi día a día y creo que eso hace que la vuelta sea mas fácil aunque seguro q estas vacaciones os han cargado las pilas a tope! Un besazo
Algo han hecho, seguro! Pero los pobres nos han echado de menos, eso también.
Bueno, por fin en casita, que tengas una estupenda semana!
Muchas gracias, igualmente!.
Los gatos yo creo que han estado de fiesta haciendo lo que querían jejejeje.
Enhorabuena por el aprendizaje del peque hay que ver lo que cambian en poco verdad?
¡Eso no lo dudes!. Aunque no pueden pasar a todas las habitaciones, pero en el salón ha habido fiesta fijo!!.
Pobres gatucos!! Está claro que son como las personas, y cada uno se lo ha tomado de una manera, jeje. Mi gato Alex era igual que tu gato-gato, ¡menudo carácter tenía! Era super gracioso verlo cara a la pared con el ceño fruncido cuando le reñíamos y se cabreaba xD
Sobre el viaje de vuelta, ¡qué maravilla! Me alegro de que haya ido bien 🙂
Y ya.. la vuelta a la rutina, pues sí, parece que no, pero se necesita! Aunque luego nos aburra o nos canse..
Así que espero que empecéis muy bien la semana!! Y que vayas contando todo eso que has reflexionado en las vacas, y las cosicas que vayáis haciendo =)
Besicos guapa! (yo sigo por aquí estudiando.. ¬¬)
Igual, igual que las personas, cada uno tiene su personalidad. Mi gato-gato tiene mucho carácter y fue maltratado de pequeño, por eso es asustadizo, muy miedoso, no se fía de los extraños, está traumatizado el pobre.
La rutina, ¡me encanta! jaja.
Un beso.
Me alegro que haya ido bien ese viaje de vuelta. Como en casa no se está en ningún sitio, por mucho que uno esté de vacaciones.
El gato-gato se ve que se ha enfadado un poco por vuestra ausencia, pero se le pasará pronto con unos mimitos, seguro.
Nosotros es que en casa siempre hemos estado muy a gustito, ¡para qué negarlo!.
Ne alegro que la vuelta haya ido tan bien. Yo cuando me marcho, dejo a mis gatos todo conveniente guardado, hasta fotos y demás cositas del mueble quito porque al estar tanto solas empiezan a idear, y son unas trastos. Incluso dejo el sofá y las camas cubiertas con sus colchas para evitar luego una operación quitadadepelo a lo grande.
A los niños les suele sentar muy bien los cambios de aire, les estimula mucho, y bueno con el tuyo a la vista está! El viaje le ha sentado de perlas. Me alegra mucho esos grandes progresos.
Tu es que ya eres experta, anda que no se nota!!!. Al niño le ha sentado genial, desde luego. Más que a nosotros aún!.
Me alegro mucho de que lo hayais pasado tan bien, y de todos los progresos del peque, en poco tiempo hay que ver lo que cambian! Se nota que vuelves con las pilas cargadas y aunque siempre viene bien un cambio de aires a mí me pasa igual que a tí, me encanta regresar a casa.
Uff, vengo fenomenal. Me hacía falta la desconexión y el cambio de aires con urgencia!!. Y regresar a casa es un gustazo también, para qué negarlo! jajaja
Como en casa en ningún sitio.
Jajaja, ¡veo que estamos de acuerdo!.
No hay nada como disfrutar con la gente a quien quieres y ser consciente de ello.
Muchos besos
Es así. Cuando uno es feliz con su familia, poco más necesita.
Estar de regreso después de vacaciones siempre es gratificante!!! Viajar es muy rico pero la casa y las cosas de uno, hacen falta, mucha falta!! Por lo visto, tu animalitos ahn hecho fiesta mientras estaban de paseo. Era de esperarse. Ellos también tienen su corazoncito, y nos extrañan mucho. Me alegra mucho que tu bebé esté tan adelantado. Si te lees hace unos meses parecía que momentos como estos nunca iba a llegar. Te felicito mucho y bienvenida a casa!!
Desde luego que sí, los animales tienen su corazoncito!. Muchas gracias por todo, un beso.