Primeras vacaciones como padres
Lo maravilloso de estas vacaciones ha sido, sin lugar a dudas, estrenarnos en esa circunstancia como padres.
Lo cierto es que cuando tienes a tu recién nacido en brazos y te estrenas en la maternidad te das cuenta de que los momentos idílicos son un bombazo, sí, aún más de lo que habías pensado, pero también es cierto que tienen su lado menos positivo y eso no suele entrar en la preciosa imagen de los papás en la playa que uno se había formado.
Lo digo porque las vacaciones con el niño han sido fantásticas y nos han venido estupendamente a los tres pero cuando estoy relatando ahora a quien me pregunta qué tal nos ha ido, no puedo dejar de decir que vacaciones, lo que se dice vacaciones, para mi no han sido. La semana ha sido un cambio de aires, un recargar pilas que era muy necesario, unos días sin prisas ni horarios para estar juntos y comer y dormir cuando quisiéramos, un tiempo estupendo para pensar y, al mismo tiempo, no pensar en nada. Ahora, mi concepto de vacaciones es otro: no hacer nada de nada, no tener responsabilidades, dejarse llevar y disfrutar de lo que uno quiere a cada momento. Eso cuando uno es padre se acaba (al menos en teoría) y como ya he dicho muchas veces, creo que la responsabilidad pesa. Cómo me he acordado en estos días de mis vacaciones infantiles, siempre con mi abuela al lado, y de toda la ayuda que eso supuso para mis padres, ¡cómo se entienden ahora muchas cosas!.
Han sido unas vacaciones por y para el niño. El destino se eligió (dentro de nuestras posibilidades y considerando que teníamos que viajar con la perra) para que fuera el ideal para él. Las actividades diarias se han organizado siguiendo esas rutinas tan necesarias y buscando siempre que se lo pasara bien, que comiera sano y que durmiera las horas que tenía que dormir. Vamos, que nada que ver cuando elegimos el mismo destino hace seis años, cuando llevábamos cinco o seis meses saliendo juntos.
Habrá a quien se lo cuente y piense que nosotros no lo hemos disfrutado pero nada más lejos de la realidad. A lo que me he dedicado desde que el niño nació es a esto: a cuidarle, a hacer que disfrute, a buscar lo mejor para él, y cuando digo que me encanta y que nunca he hecho algo tan satisfactorio, lo digo en serio. Lo que pasa es que me cuesta mucho edulcorar la realidad y decir que han sido las vacaciones del siglo, un planazo, cuando realmente me he dedicado a hacer más o menos lo mismo que en Madrid, he seguido teniendo las mismas responsabilidades (probablemente más) y el plan elegido nunca hubiera sido el mismo si no tuviéramos niño. Creo que puedo sostener ambas cosas, que puedo contar esto con sus pros y sus contras y que no parezca que hubiéramos preferido encasquetarle el niño a alguien y largarnos nosotros a hacer turismo sin él.
El día que llegamos fue de crisis para ambos, eso ya lo conté. El niño estaba alterado, nervioso, como una moto, no durmió siesta, dió la tabarra todo el día, hacía un calor tremendo, la perra nerviosa también ladrando en la habitación… ¡Qué importante es la rutina, aún en verano!. Con el paso de los días todo fue mejor: el niño se acostumbró al cambio y empezó a disfrutar de la playa, con el cansancio del día se dormía mucho mejor, empezó a tener unas ocurrencias geniales, la perra se quedaba conforme en la habitación, nosotros estábamos mucho más descansados y de mejor humor y las buenas paellas y pescaítos hicieron el resto.
La pena es que la semana pasara tan rápido… que esta semana ya de nuevo en Madrid se me está haciendo eterna.
(Entrada dedicada a mi amiga Tiempos, ¡que me la ha pedido expresamente!).
Pues a mi me parecen unas vacaciones estupendas. Nosotros este año tambien salimos y en plan «tranqui», nada de turismo, a dedicarnos tiempo a nosotros. Estoy deseando que lleguen.
Cambian las prioridades pero no tiene porqué ser peor, puede ser igual de enriquecedor.
Así lo veo yo al menos!!!.
Estoy segura que habéis disfrutado un montón, porque ver a tu hijo feliz, enseñarle cosas nuevas y disfrutar cada uno de esos momentos con él es maravilloso
Bien dicho!!!!!!
Creo que es genial como habéis planificado las vacaciones, además en cada etapa del niño podréis ir organizando cosas diferentes, cada cosa a su tiempo.
Un beso
Claro que sí!. Yo con mis padres he hecho de todo, al principio playa y con los años turismo, todo se disfruta si uno quiere!
GRACIAS!!! JAJAJAJAJA!!!
Bueno, no es que no hayan sido vacaciones, sino que son «vacaciones de padres», y eso es un concepto diferente… A partir de ahora y hasta que tu hijo (y los que vengan) sean más o menos autónomos, me temo que van a ser así siempre.
Yo tampoco me cogería un apartamento en la playa 15 días si no tuviera una nena de un año, y es el segundo año que lo hacemos, y los que nos queden… Echo de menos mis vacaciones viajeras por ciudades de Europa, y me muero de ganas de irme a un resort del Caribe. Pero de momento todos esos planes tendrán que esperar unos años. Es lo que toca, ya habrá tiempo para hacer otras cosas (y para echar de menos las vacaciones de playa de cuando los hijos eran unos bebés). Cada día tiene su afán.
Besos
Qué razón llevas. Oye, y me ha encantado lo de «cada día tiene su afán», genial! jajaja
Sí, está claro que las vacaciones como padres son diferentes. A mí lo que me ocurre es que siempre he asociado vacaciones=disfrutar más que a descansar, así que no ha cambiado tanto, porque lo que es disfrutar, lo estamos haciendo de lo lindo. Muchos besos guapa!
Disfruta mucho de tus vacaciones, guapa!!!
Sí, el concepto cambia… desconectas, te bañas, comes cosas ricas en restaurantes, pero lo que se dice descansar… casi que descansas menos!! Pero merece la pena, sólo por verles rebozarse como croquetillas en la arena, y flipar viendo pececillos. Dentro de unos años lo echaremos de menos, seguro (o de eso intento convencerme, je, je…)
Seguro, seguro, no lo dudes!
Me ha parecido una entrada genial, son unas vacaciones diferentes a las que teníamos cuando no estaban los peques, que sean diferentes no significa que sean peores, al contrario como tu muy bien dices!!! Me alegro de q
Me ha parecido una entrada genial, son unas vacaciones diferentes a las que teníamos cuando no estaban los peques, que sean diferentes no significa que sean peores, al contrario como tu muy bien dices!!! Me alegro de que la experiencia haya sido buena. Nosotros nos vamos la primera semana de agosto, ya te contaré!! Un besazo
Pues no os queda nada entonces! Ya verás qué bien y además ahora camina!!!
totalmente deacuerdo con tu narración, el unico problema es que los peques tienen su rutina ligada a su espacio, espacio que ya conocen con sus colores, olores y ruidos..
En la casa en la que estamos hay una nevera que hace un poco de ruido pero a nuestra pequeña budda le encanta quedarse dormida frente a la nevera, son curiosidades que tienen los peques.
Nosotros decidimos hacer nuestro primer viaje cuando ella tenía 2 a meses a España y luego cuando tenía tres a Dinamarca, el gran cambio que noté al viajar fue el hecho de tener que planear cada movimiento al dedillo y eso a mi me agobia un poco, pero ahora ya estoy acostumbrada.
Como siempre pienso… cuanto echaremos de menos todo esto 🙂
Besiños desde el hielo
Es totalmente cierto lo que dices de la rutina, con el nene lo notamos muchísimo. A mi me encanta vivir cada momento, todos son especiales, luego los echaremos de menos.
Por cierto, vi tu blog, me gustó mucho, gracias por haberte pasado por aquí. Besos.
Claro guapisima, te entendemos perfectamente!! Yo siempre digo que despues de las vacaciones, hacen falta vacaciones (por ejemplo con los niños ya de vuelta al colegio) para recuperarse!! En mi caso, como tengo a la familia lejos, las vacaciones las pasamos con los abuelos/tios/tias, asi que la verdad, son geniales! Ellos se mueren por estar con los niños, los niños estan encantados de ser el centro de todo, y a nosotros nos dan un respirito, aunque solo sea para ir a dar una vuelta, echarse una siesta o poder disfrutar de una comilona con la familia 😉 Eso si, nosotros seguimos estando ahi, asi que el mayor peso sigue recayendo en nosotros (asegurarnos que los horarios sean respetados, que coman bien, hacer baño, ponerlos a dormir…) y bueno, con mucho gusto que conste! 😉
Pues eso es lo importante, que sea con gusto.
Para nosotros es también el primer verano de padres….verano que no vacaciones, ya que pensando en el peque este año nos dejamos nuestras vaciones para Septiembre (dos semanitas) y poder hacer la introducción a la guardería los tres juntos. Luego una semanita en diciembre a canarias (que ya lo hicimos el año pasado) y otra semana a principios de enero por eso de que el nene no tiene guardería….así que totalemente de acuerdo contigo!!! Nada tienen que ver nuestras vacaciones con las de hace, por ejemplo, un año!!!! Pero sinceramente no las cambio!!! Para mi cada fin de semana son unas mini vacaciones para disfrutar 100% de mi Bola.
Un Saludo.
Dí que sí!!, un beso.
Pues yo cuanto más te leo más quiero ser mamá, tanto con sus deliciosos pros como con sus intensos contras : )
Todo es animarse!
Yo creo que habéis logrado descansar, pasar unos días juntos fuera de casa y experimentar esas primeras veces de tu hijo. Para algunos no será un planazo, pero yo te envidio chica, me hubiera encantado estar con vosotros, ja ja ja.
Jajajajaja, cómo te comprendo! Todo llega, creéme, ya lo verás…
Yo la verdad es que en este momento de mi vida no me veo en unas vacaciones de otra forma, este año hemos disfrutado muchísimo las vacaciones en la playa con peque, que sí que podían haber sido más idílicas y sin ninguna rabieta y tal, pero es que tampoco puede ser todo perfecto.
Dentro de poco nos volvemos a ir, esta vez al pueblo donde las tareas domésticas continúan pero con un cambio de aires, y un ambiente más relajado, vamos lo que yo ahora llamo vacaciones es eso.
Claro! Uno se va adaptando…
De acuerdo con tiempos. Ahora con nuestros hijos la vida es diferente y eso no excluye a las vacaciones. Con el tiempo nos acostumbraremos y en unos años cuando podamos volver a las vacaciones de antes, seguro que este tipo de vacaciones nos harán falta. Esa es la vida. Un abrazote!
Desde luego que sí. Siempre he creído que hay un momento para cada cosa y lo importante es estar satisfecho con lo que uno hace y elige!.
Que gran verdad, por mucho que sea muy satisfactorio pasarlo todos juntitos, eso no son las vacaciones de antes, de cuando eramos novios o cuando eramos peqeuñas…que gran verdad.Ahora todo es distinto, no son tanto vacaciones para uno mismo…son novedades para los hijos, para el disfrute más de ellos que nuestro. Lo entiendo …yo viviré mis primeras vacaciones con mi princesita Fiera…y ya os contaré, desde luego, de entrada mi plan sería otro, auqnue estaré encantada siempre que sean con ella. un besito
Seguro que las disfrutas muchísimo. Nos dejes de contarnos.
Bueno, por lo que he podido leer la cosa no ha ido del todo mal. Poco a poco y a medidas que los pekes vayan creciendo se podrán organizar otro tipo de vacaciones, pero creo que esos primeros momentos son únicos e irrepetibles que hacen que merezca la pena.
Un saludo
Totalmente de acuerdo. ¿Vosotros haréis planes este año?.
Buf, a mi me pasa lo mismo, ya lo conté en el blog. Las primeras vacaciones para mi (sobretodo los primeros días) fueron un frustre. Rollo: «Dónde demonios están mis vacaciones?!» y pensé «pero si esto es peor que estar en casa!» porque la cama era incómoda, porque Laia estava hiper estimulada y no había quien la hiciera dormir… vaya, que mes estresé un poco. Ahora, como ya sé de qué va, hago pocos planes y ya sé un poco lo que va a pasar en este sentido, o sea que ya no me sorprende y he aprendido a disfrutar más de cada momento, aunque a veces el cambio de rutina sea un poco estresante. Pero dicho esto, que quede claro; no cambiaría las vacaciones con hijos por nada del mundo. Ni por un viaje a Kuala Lumpur solos, ni un trekking en el Himalaya ni por un safari en Kenya. Ni hablar!
Sí, el primer pe3nsamiento es «para qué hemos venido si casi estábamos mejor en casa». Pero luego todo mejora. La pena es que cuando uno «se hace», toca volver de nuevo.
Pues yo pienso en las vacaciones cuando estábamos solos y en algunos momentos puntuales las cambiaría pero en general me quedo con las de ahora, es vivir todo como si fuera la primera vez y me encanta!!! aunque me agobie toda la logística necesaria.
Al año que viene repetimos, no??
Pues ojalá podamos repetir el año que viene, que no se yo…
Me alegro de que lo hayais pasado bien. Ahora toca disfrutar del verano en madrid: aquí también podréis continuar haciendo actividades en familia y ¿por qué no? a planear con ganas las próximas vacaciones
A mi el verano en Madrid me gusta, no tengo problema. Pensar en las próximas vacaciones, mejor no, porque no sé si habrá, creo, sinceramente, que no.
Hola, me gusta tu blog, hace tiempo que te leo, nunca te había comentado.
Me he animado a hacerlo porque, quizás sea porque mi niña es pequeña y las cosas son «más fáciles» y aún no sé la que se avecina cuando empiece a andar y no querer estar en la silla, o quizás sea porque la pasión mía y de mi esposo es viajar y llevamos muchas aventuras juntos, algunas en condiciones un poco extremas. El caso es que no veo problema alguno para viajar con la niña y, en su corta edad, no hemos parado. Casualmente también fuimos a Valencia cuando tenía 4 meses y también hemos pasado días en Madrid, Alcalá, Salamanca y el pueblo de mis padres, que también supone aventura porque no hay ni cuna ni nada. No hemos tenido ningún problema y lo considero vacaciones en toda regla. Vacaciones familiares, de las que siempre había soñado. Hemos hecho más o menos lo que solíamos hacer antes de que naciera, quizás a un ritmo más lento, con más paradas, pero lo mismo. En Valencia estuvimos todo el día sin parar, haciendo turismo, de compras, comiendo en restaurantes, yendo a museos y paseando mucho. También hicimos una tarde de playa pero la peque era demasiado pequeña y nos pasamos las horas tumbados, dormitando, teteando y viendo y escuchando el mar. Lo peor son las horas en coche, que se triplican y a Valencia tardamos 9 horas!!! Pero ahora hemos aprendido y viajamos de madrugada o al anochecer y así la peque duerme todo el camino. Así haremos para ir a Galicia, en dos semanas.
Habrá destinos a los cuales no iremos mientras sea pequeña y que antes sí hacíamos (tipo India) pero perfectamente nos vemos yendo un fin de semana a Londres o un mes a EEUU. Nos hace mucha ilusión mostrador todo y vivir todo a través de sus ojos. Si se cansa en la silla, pasa a la mochila y si no, pues parada en algún sitio a jugar o comer o descansar, no sé si me explico. Pero se trata del mismo tipo de turismo que hemos hecho siempre: sin planes, sin destino, todo sobre la marcha, también el hotel y muchas veces los días (vamos para dos y nos quedamos cinco, vamos para dos y nos vamos al día siguiente.
Quizás, como digo, cambie de opinión a medida que la peque crezca y todo se complique, pero quizás no. Tenemos amigos con niños que viajan como nosotros y lo han seguido haciendo.
Ya os contaré la aventura gallega.
Un abrazo para todas y todos.
Hola Estefanía, muchas gracias por animarte a comentar.
Mira, yo creo que depende muchísimo de cómo sea el niño y de cómo sea la familia. Con mi hijo de recién nacido vivimos unos meses de encierro. Sólo quería estar a la teta o con el biberón, haciendo tomas de dos horas y media con una pausa de apenas 20 minutos. No nos daba tiempo a bajar a la calle que ya estaba llorando, era impensable sentarle en el coche ni media hora porque lloraba y se privaba. Después, cuando empezó a espaciar las tomas, pudimos ir saliendo poco a poco con el coche, que siempre le ha gustado. Pero llevarle a cualquier sitio era un suplicio porque no quería ir en el carro (te hablo ya con 5 meses). En cuanto parábamos, se ponía a chillar y a llorar. Sólo quería estar en el suelo arrastrándose por lo que no podíamos pasear, ni ir a comer, ni tan siquiera tomarnos una coca-cola. Luego estaba el tema de sus siestas, que tenían que ser en su cunita, nada de brazos ni mucho menos en su silla…
Así, lógicamente, ir de vacaciones era impensable. Sin embargo, cada vez es más flexible, nada que ver con cómo era antes. En nuestro caso, el ser más mayor ha facilitado las cosas aunque ir de turismo sigue siendo una utopía para nosotros. Él sólo quiere correr, jugar e ir en brazos y así no hay quien se ponga a ver museos o monumentos. Además, cuando no quiere no quiere, y estar todo el día con pollo va pollo viene no es agradable ni para él ni para nosotros. Por eso, ir a la playa ha sido un destino ideal para conjugar los intereses de los tres, ojalá algún día podamos tener otro tipo de vacaciones.
A mi personalmente la semanita en la playa no me ha parecido de relax y descanso, y a mi marido ni le preguntes!!! Mi hijo es muy intenso, es un niño que agota, no para ni un segundo jajajaja
En definitiva, que no creo que sea porque vuestra nena sea pequeña, estoy segura de que es por su carácter, porque le gusta hacer esas cosas con vosotros, porque vosotros también sois de otra pasta (no me cabe duda!!) y quizá también porque es lo que ha vivido desde peque. Te doy la enhorabuena por ello, que sigais disfrutando mucho de esa vida tan viajera que tenéis!!!!.
Se me olvidó decirlo, mi peque tiene 7 meses y 10 días. 🙂
Y a mi se me ha olvidado decirte que si yo me subo en un avión con mi hijo, estoy segura de que a los 20 minutos nos tiran en marcha jajajaja
Bueno las vacaciones con niños no son lo mismo que las vacaciones en pareja, jeje, te das cuenta nada más vivirlas por primera vez. En mi caso el primer verano Alex era recién nacido, él es de junio, y no nos atrevimos a viajar a ningún lado. Pero a los 9 meses nos escapamos un finde los tres juntos a un hotel rural de Girona y lo pasamos muy bien. Entonces era sencillo. Mi niño aguantaba bien en su carrito de paseo y era fácil hacer turismo así. En verano al cumplir el año nos fuimos una semana a Menorca, y poco más tarde ya en septiembre marchamos un puente a la Costa Brava, y todas ellas las recuerdo como unas vacaciones relativamente sencillas y cómodas, algo de turismo, relax en las fabulosas calas o en el precioso hotel elegido. Para mí ha sido más complicado viajar con él a partir de los dos años. Los terribles dos son más complicados, primero porque las rabietas son más inesperadas, segundo porque muchas veces no quieren ir en el carrito y pasear o hacer turismo correteando detrás de una pequeña fiera no es vida, y tercero porque montar en avión mucho rato es tentar la suerte porque como pille churro es complicado parar o bajarse, jeje!! Aún con todo para el verano de los dos añitos nos fuimos a Mallorca a la playita, mi marido y yo ya conocíamos la isla así que visitar lo más típico no era prioridad. Las vacaciones fueron más moviditas que las del año anterior y en el avión fue complicado mantenerlo a raya, de ahí que este verano no quisiéramos repetir con este medio de transporte. Pero por lo demás todo fue bien, hotel familiar, piscinita, parque infantil, algún bailecito de noche, y vida tranquila. Vamos siguiendo y respetando rutinas.
Este año con los tres cumplidos la cosa ha mejorado notablemente en nuestro viaje al Sur de Francia. Hemos viajado en coche, cosa que le encanta, y hemos adaptado el viaje a sus preferencias, visitando siempre lugares que pudieran tener interés para él. Así que él ha disfrutado un montón y nosotros también.
Me alegra que vuestro viaje a Francia os haya ido bien, además estoy segura de que es un viaje precioso. Tu ya sabes cómo ha sido nuestro día a día, y no nos podemos quejar porque el niño ha ido a mejor. Pero, como bien dices, en esta fase actual de sólo querer corretear e ir en brazos no me imagino haciendo turismo, ¡qué horror! jajaja. Todo llegará, estoy convencida. Un beso.
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