Primera excursión nocturna
El viernes el nene batió records y durmió más de cuatro horas y media de siesta. Vamos, que cuando se levantó eran casi las 18.45h. Teniendo en cuenta que sin estas mega siestas se está acostando, como pronto, a las 24h, decidimos aprovechar la circunstancia y coger el coche, ir a casa de mis padres, cenar con ellos y dar una vuelta cuando cayera el sol.
Mi hijo no había visto nunca la noche. No se había dado la circunstancia de que nos pillara la caída del sol en la calle, más que nada porque sus horarios siempre han sido muy rígidos y nunca ha perdonado su ritual de baño y cena por mucha luz que hubiera en la calle. En las cenas navideñas tampoco le dio tiempo a enterarse porque aparcamos casi en la misma puerta de la casa de mis padres y a la vuelta se durmió nada más tocar la silla del coche y ya hasta el día siguiente.
La excursión fue todo un acierto. Fue bajar a la calle y el niño alucinaba. Las luces de los coches, las farolas, las luces de los edificios, los focos que hay a ras de suelo en los monumentos… pero, sobre todo, le fascinaba mirarnos nuestras caras y verlas distintas por las distintas iluminaciones de las calles, ¡estaba anonadado!.
No paró de correr y de reclamar los brazos de mi padre, que aguantó como un jabato pasearle dos horas por toda la zona centro cargándole y dejándole, cargándole y dejándole. ¡Eso es amor de abuelo!.
Por fin parloteó mucho con ellos. Otras veces parece que se corta y le come la lengua el gato, pero esa noche estaba locuaz y dijo muchísimas palabras. Además señalaba y ponía cara de estar tomando nota de todos los nombres nuevos que mi padre le iba enseñando.
Se fijó hasta en las cosas más nimias o lejanas, como las cigüeñas de lo alto de los campanarios, y demostró que se acordaba perfectamente de la casa de los abuelos a pesar de no haber estado en ella desde Navidad.
De nosotros no quiso saber nada, sólo tenía ojos para su abuelo. Eso sí, cada minuto miraba para atrás para ver si seguíamos por ahí, no la fuéramos a liar…
Una noche estupenda. Es un gusto ir viendo cómo todo se va flexibilizando, cómo va cambiando, cómo es posible ir haciendo más cosas y disfrutarlas muchísimo más que antes. ¡Todo llega!.
Hola Eva, yo estoy asombrada de lo que has escrito. No me puedo creer lo de la rigidez de los horarios. Justamente cuando tienen la edad de tu hijo y hasta que no entran en el cole o guardería es cuando puedes hacer esas escapadas nocturnas de salir a cenar (con buen tiempo, claro) Te leo y creo que eres muy sacrificada, yo no lo soy tanto. Carmen siempre ha venido conmigo y si tocaba cena en terraza se dormñia plácidamente en su cochecito. Ella cuando tiene sueño, se duerme, y por supuesto no es rígida en sus horarios. Nadie debería serlo porque no todos los días del año son iguales. Recuerdo con mucha nostalgia ser niña y poder acostarme a la una de la mañana en verano en el pueblo dónde veraneaba. Eso sí eran vacaciones. No seas tan inflexible!!! un beso
Gema, no sé si me he explicado mal, aunque de este tema en el blog he hablado muchas veces: nosotros nunca hemos sido inflexibles, en todo caso lo ha sido el niño. Lo único que hemos hecho ha sido adaptarnos a sus necesidades porque creemos que son los padres los que tienen que adaptarse a los niños y no al revés.
Mi hijo hasta hace bien poco a las 20h tenía que estar bañándose y a las 20.30h cenando. Si no lo hacíamos así, montaba un pollo de órdago y lloraba, lloraba, lloraba y no había nada que se pudiera hacer. Es ahora, de unos meses para acá, cuando poco a poco se ha ido flexibilizando y podemos hacer cosas que antes no podíamos. De todas formas, aún a día de hoy, él sigue necesitando sus horarios y sus rutinas y nosotros se las respetamos plenamente porque creemos que es así como debe ser.
De todas formas, lo de «un día es un día» no aplica en los bebés. Los niños pequeños no entienden de excepciones. Todavía recuerdo cuando el verano pasado jugaba España, lo mal que lo pasaba por los energúmenos que no le dejaban dormir. Anda y ve tu a explicarle que es que un día es un día.
Cada niño es un mundo y cada uno se adapta de una manera a las circunstancias.
Para mi niño, por ejemplo, hay rutinas que le traen sin cuidado y no le afectan lo más mínimo, pero otras que no te puedes saltar si no quieres que la lie parda.
Nosotros también nos hemos adaptado a sus ritmos y, como te está pasando a ti, estamos disfrutando de los cambios que van surgiendo.
Que bien que hayais disfrutado la salida!!
Eso suele pasar, y es que cada niño es un mundo!. Mi hijo para sus rutinas ha sido siempre súper estricto, ya lo sabes. Pero ahora están cambiando las cosas y es un gusto ir adaptándonos los tres a nuevas posibilidades.
Qué gozada! Cómo está cambiando todo a velocidad de vértigo estos últimos meses, eh? Bueno, pues ahora que sabéis que ha disfrutado de la experiencia, igual podéis repetir otra noche. Besos
Está cambiando mucho, sí, sobre todo de la primavera para acá. No es que las cosas de pronto vayan como la seda, pero el cambio es importante. Igual otro día que se duerma esta mega siesta nos animamos, sí!. Besos.
Vaya, no puedo imaginar su carita de emocion al ver tantas luces y cosas nuevas por la noche.
Tambien reconozco q me he sorprendido al leer q era la primera vez q el peque vivia todo esto. Obviamente respeto como te manejas con el peque, pero en nuestro caso, si bien nos hemos adaptado a sus necesidades, de a poco hacemos que tambien se adapte a las nuestras y a las circunstancias q le rodean. Por ejemplo: si una noche estamos en casa de mi suegra, cenando por x o y motivo, esa noche es probable que no haya baño, q cene mas tarde de lo habitual y q durmamos mas tarde de lo normal. Si bien esto no es muy seguido, nosotros no dudamos en llevarle y hacer q disfrute la «velada» en familia, no sabes como se divierte fuera de casa con sus tios y primos.
Beso!
Al peque le encantó la experiencia. Pero soy consciente de que si no hubiera dormido tanta siesta, no hubiera disfrutado y hubiera estado todo el rato lloriqueando, como ocurre siempre que está cansado.
En cuanto a lo otro, cada familia debe valorar y, en último término, el niño siempre dispone. Quiero decir con esto que aunque nosotros hubiéramos decidido hacer cosas en contra de la voluntad de nuestro hijo, él hubiera dejado bien clarito lo que quiere y lo que no quiere.
Desde luego que cada niñ@ es un mundo. Minerva nunca ha seguido un horario fijo, tenía temporadas, así que cada dos por tres nos hemos ido amoldando a ella, pero como digo no dura mucho y otra vez a pillarle el truquillo.
Cuatro horas! madre mía! que mi hija con diez meses duerma dos horas de siesta es algo excepcional, de hecho siendo más pequeña era igual en este sentido.
Disfrutad los nuevos cambios!
Sí, últimamente le ha dado por hacer siestas muy largas. Pero como tengo que estar pegadita a su lado, la verdad, no me sirven de mucho… eso cuando no me duermo yo también porque madre mía, con el ritmo que me mete, me cuesta muchísimo no dormirme a mediodía.
Yo soy de las que piensan que cada padre/madre tiene su manera de educar y todas son buenas mientras haya y exista amor y cariño. Pero eso no significa que discrepemos. Y en este punto discrepo. Primero porque no todos los niños son iguales ni tienen los mismos ritmos. Si hubieras tenido un niño tranquilote, pachorrón y que se adapta a cualquier cosa, ipinarías de forma diferente. Yo tengo una hija tranquila y pachorrona (tiene su nervio también)y quizás por eso me la puedo llevar a todas parte (visitar Oriente Medio incluido con 8 meses) pero creo que no hay que exagerar. Es cierto que tenemos que adptarnos a sus necesidades (nadie en sus cabales se lleva de copas a su bebé) pero ellos también tienen que aprender a vivr experiencias nuevas de vez en cuando, por ej, salir a cenar con mayores por la noche (si no hace frío, si no hay cole al día siguiente…) Recuerdo estar en verano desde enana por ahí con mis padres y no recuerdo que me hubiesen preguntado nada. Y te aseguro que fui muy feliz. Todo es ponerse. Al final los niños se acostumbran a lo que tú quieras. Si no, no serían creíbles las teorías de las rutinas. Que mi vida ha cambiado desde que soy madre, lo asumo, pero de ahí a tener que cambiar todos mis hábitos hay un trecho y además, es que me gusta que mi hija participe conmigo de muchas cosas. Carmen desde el primer día se acostumbró a dormirse con ruido (veo la tele en la habitación y duerme conmigo) y ahora se duerme en cualquier sitio. Con las comidas entiendo que ahí sí dependes más del niño. En mi caso es fácil saltarse la rutina porque ella NUNCA quiere comer y si me retraso media hora o una hora me monta el pollo. EN cualquier caso, creo que eres más sacrificada que yo.
Por supuesto, discrepar es sano.
Tras casi dos años de crianza de un niño demandante, exigente y poco flexible, estoy totalmente convencida de que los papás de niños tranquilos no tienen ni idea de lo que es vivir con un nene como el mío. Vamos, es que a algunos se lo dejo un fin de semana y les quito las ganas de repetir, no me cabe duda.
Para mi, viajar con mi hijo ha sido impensable hasta hace nada. Y, aún así, el viaje en coche fue fino y fueron cuatro horas. Ni loca le monto en un avión, me parece una falta de respeto darle el viaje a todos los pasajeros, pasarlo nosotros mal y que el niño también sufre, porque no me cabe ni la menor duda de que mi hijo lo sufriría. Por otro lado, hacer turismo con mi hijo ni se me pasa por la cabeza. Vamos, que obviamente nuestros hijos no se parecen en nada y no me extraña que no entiendas bien de lo que hablo.
Sobre los recuerdos infantiles, no se tienen recuerdos hasta los 3-4 años, que ya es otra cosa, no estamos hablando de bebés.
En cualquier caso, como he explicado varias veces en mi blog, nosotros no hemos cambiado nuestro modo de vivir. Antes de tener hijos no salíamos de noche, siempre hemos preferido comer a cenar y hemos sido muy caseros. Así que no voy a salir ahora a cenar con mi hijo cuando no nos ha gustado nunca !!(o salir sin él de noche cuando ni quiero ni me apetece ni lo he hecho nunca!). Pero lo que sí que tengo claro clarísimo es que las necesidades de mi hijo van por delante de las mías.
A mi personalmente no me gusta nada ver niños durmiendo en sus carritos a las tantas de la noche en las terrazas. Como digo (y no deja de ser mi opinión, obviamente) me parece poco respetuoso, creo que donde debe dormir un bebé o un niño-bebé es en su cama y, como no entienden de excepciones, no me parece que valga lo de «un día es un día». Claro que mi hijo siempre ha montado un pollo gordísimo cuando ha estado cansado y para él dormir en su silla nunca ha sido una opción, así que me parecería una crueldad intentar obligarle. Por supuesto que se acostumbraría, no me cabe duda, pero es que necesidad no hay ninguna.
La expresión «sacrificada» no me gusta nada. Es que no creo que la maternidad vaya de sacrificios, si es así, es una condena. Lo que hago lo hago con muchísimo gusto, por eso me hace tan feliz. Me gusta adaptarme al ritmo de mi hijo porque no concibo la crianza de otra manera, no comparto la visión adultocentrista del mundo.
perdón, quería decir, no me monta el pollo (comidas)
Nosotros con las comidas no solemos tener problemas, por eso desde que come trocitos y casi de todo podemos salir a comer sin problemas siempre que la comida sea rápida y haya algo que le guste.
Creo que en este caso, casi todas hubieramos hecho lo mismo porque, francamente, estar en un restaurante o terraza con tu hijo incomodo o llorando no es un planazo. Creo que en este caso te entiendo. A mi niña normalmente le encanta estar con la gente y por ahí, pero si esta cansada me voy a casita y la pongo a dormir,que no pasa nada. Ella contenta y yo también…que una cerveza fría en la calma de la casa, mientras la niña duerme, también es un lujo! 😉
Es que depende de cada uno, las circunstancias varían mucho. Pero, vamos, es que mi hijo cuando le da el perraque no hay nada que hacer… tontería insistir en lo que no puede ser y además no hay necesidad.
Hola guapa! Pues yo soy igual que tu! De hecho alucino cuando voy a Espagna en verano, dejo a los peques acostaditos (aunque sea a lo mejor mas tarde de lo habitual aquí en casa) y al salir a dar una vuelta vemos mogollón de nignos por la calle, de todas las edades imaginables! Ojo, digo que alucino, no que me parezca mal, pero que yo no lo haría porque pienso que en el fondo no lo aguantarían y tampoco creo que se fueran a acordar mas o menos en el futuro (a lo mejor dentro de un tiempo…) En fin, en todo caso que bien lo pasasteis y menudo abuelazo!!! Eso si que no tiene precio! 🙂
Bueno, a mi no me gusta ver niños a las tantas dormidos en los carritos, me parece poco respetuoso y que responde a lo de siempre, a la visión tan adultocentrista que tenemos. De todas formas, si al niño no le importa, pues cada familia verá. Desde luego que no es nuestro caso!!!.
Pero, vamos, que lejos de quejarme, me hace feliz ver cada paso que vamos dando, es un auténtico lujo.
Tú estás segura de que tu hijo no duerme en una silla? y lo que hace en el coche qué es? Imagina que una madre te dice que a ella le parecería una locura viajar en un coche si en esas horas al niño le toca hacer la siesta y te dice que ella para, alquila la habitación de un hotel y duerme plácidamente porque por encima de las necesidades de ella (llegar pronto a destino y viajar) están las de su hijo. Seguro que pensarías que es un poco exagerada. Pues lo mismo opino yo. En general (un 90%) de las veces, mi hija hace unos horarios más o menos iguales. pero si estoy de vacaciones y existe un plan de cenar a las 9 (tampoco a las doce), por supuesto que me la llevo y no llamo a una canguro o me quedo sin ir a cenar. Es una manera de que poco a poco vaya socializando. De hecho no extraña a nadie y se va con cualquiera (la muy sinvergüenza) No seré yo quién te diga que las rutinas no son necesarias porque lo son y para todo el mundo. Pero también encuentro la placidez en romperlas de vez en cuando y saltarme las normas a veces está bien (depende de cuales, claro, saltarme el semáforo en rojo, no, ya me entiendes)
Ah y sacrificio significa sacro oficio, es decir, oficio sagrado…así que no le tengas manía la palabra que es bien bonita
Hombre, jajaja, ¡claro que estoy segura! Que no saldré de noche, pero salimos mucho durante el día y no recuerdo que se haya dormido en la McLaren más de dos veces dando un paseo… ¡y la tengo desde el verano pasado!.
El ejemplo que me pones… a mi no me parece exagerado. Mira, yo conozco un montón de gente que con niños de la edad del mío viajan de noche para que así duerma durante el camino. Nosotros, en cambio, nos pusimos en carretera por la mañana, nada más levantarse. Nos pareció lo más adecuado dadas las circunstancias. ¿Sabes que puede que nos ocurra? Que nosotros tenemos un niño de armas tomar. Entonces, como ya sabemos lo que son los perraques de órdago, a mi cuando unos padres me cuentan algo que puede que se salga de lo que yo hago habitualmente, nunca me da por pensar «qué exageración» sino «ellos sabrán».
Las rutinas… ningún problema en romperlas, pero yo prefiero que sea él quien decida cuándo y cómo. Por respeto y porque para nosotros es muchísimo mejor, para qué negarlo.
Lo del sacrificio, supongo que me entiendes. Mi madre y yo discrepamos en muchas cosas acerca de la maternidad y yo siempre le digo que no valoro mal lo que ella hizo conmigo, cada cual tiene que tomar las decisiones que crea convenientes y no hacer sacrificios… porque si haces sacrificios por alguien, acabas sintiéndote «sacrificada» y eso genera sentimientos que a la larga no son nada buenos. Mi madre me pregunta, ¿tu hubieras querido que yo hubiera dejado de trabajar? Y siempre le digo: «mira, de pequeña no sé, pero ahora ni de coña, creo que hiciste lo que tenías que hacer, lo que era mejor para todos en conjunto y si hubieras dejado de trabajar, te hubieras sentido fatal y a la larga hubieras estado amargada». Al final todos hacemos ésto lo mejor que podemos y sabemos.
Me impresionó para bien, la experiencia vivida por tu hijo, que es tan esquemático para sus cosas (muchos niños son así) y lo bueno fue que lo disfrutó al máximo, ¡era algo nunca antes vislumbrado!… la oscuridad de la noche no la conocía, ni las luces de la calle, de los autos… ¡Que bien por él!, que va creciendo y flexibilizándose. Cada padre ve como esquematiza la rutina de sus hijos, tiene la libertad de hacerlo y los niños se acostumbran!!!, Los seres humanos, somos seres de HABITOS y por eso tu hijo es así… Ahora, que irá creciendo, podrás ir abriendo y flexibilizando sus rutinas, ya que ya no es tan bebé y se irá haciendo un niño más grande. Lo de las pataletas, pasarán, porque todas las etapas los niños las superan. Un gusto conocerlos!. Un abrazo desde Chile, desde ahora te sigo!.
http://mamdeunamonita.blogspot.com/
Qué pedazo de abuelo!!! hoy igual tenía la espalda que ni se podía mover el pobre, jeje. Es una gozada vivir las primeras veces de nuestros peques a que sí?
Yo también me he sorprendido de que sea la primera vez que sale de noche, y no porque me parece que seas estricta con los horarios ni nada de eso (yo si no igual a veces soy peor) sino porque en invierno anochece a las seis y la mayoría de los días nosotras salíamos cuando ya estaba oscuro…
Mi padre es joven pero no te digo yo que no le haya fastidiado la espalda, yo desde luego no aguanto tanto con él en brazos y mucho menos si hay que ir andando!!!.
A mi me está sorprendiendo mucho que haya a quien esto de la noche le sorprenda. ¿Te puedo preguntar qué hacíais en la calle en invierno de noche?. En Madrid hace mucho frío en invierno y siendo de noche no pintamos nada en el parque. Eso unido a que el niño necesitaba su baño y su cena pronto…. En fin, no sé, a mi me parece súper normal, la verdad…
Claro que puedes preguntar, jaja. Nosotras salimos a la calle por la tarde de 18 a 20 a no ser que llueva o nieve, y a esas horas en invierno es de noche, que hace frío claro que sí, pero tenemos cinco meses de frío por lo menos y tenerla en casa tres tardes seguidas es insufrible para las dos. Así que o íbamos a dar un paseo o hacer algún recado, con mucha ropa pero casi siempre salíamos…
Y que quede bien claro que no quiero crear ningún tipo de polémica con este tema, lo digo porque me da la sensación de que el tono de los comentarios ha ido subiendo.
Gracias por contestar! Está claro que cada cual se organiza como mejor le va. Nosotros en invierno salimos antes de que caiga la noche, aprovechamos sobre todo el sol que suele hacer por las mañanas y luego a casita. Además es que mi hijo nunca ha consentido llevar gorro ni bufanda ni guantes y aquí en Madrid no se puede estar en invierno «a pelo» una vez cae el sol.
De sobra sé que no quieres polemizar!. Un beso.
Qué interesantes los comentarios que te han dejado por tu entrada. A mí personalmente no me sorprende que sea la primera vez que tu peque salga de noche, porque el mío con 15 meses largos no lo ha hecho nunca hasta ahora. Volver en coche de noche en invierno sí, pero siempre antes de las 9 que es la hora de su baño. Como vimos que la noche no le gusta mucho, y nosotros no tenemos tampoco necesidad de salir a esas horas, entonces todos felices. Hoy por la tarde lo sacamos un rato, y por primera vez a comer algo a un vips, y a las 20 y tantas de la tarde montó un pollo (por primera vez) porque se encontraba cansado y se acercaba la hora del baño. Esto me ha hecho reflexionar y veo que aún no está preparado para andar a esas horas fuera (o sí, pero tiene que ser cerca de casa), así que por un tiempo evitaremos sacarlo lejos, y a nosotros esto no nos perjudica en nada, porque podemos salir perfectamente los tres durante el día y volver a la hora del baño (que si va en coche suele estar dormido y no llora). Besines.
Sí, a mi me están sorprendiendo mucho algunos comentarios…. Veo que tu has entendido a lo que me refiero, y eso que tu nene es de los tranquilitos. Yo te aseguro que poco a poco van estando preparados para cosas que en un principio no toleran y cada vez van siendo más abiertos a hacer cosas distintas (y a aguantar el cansancio!!). Besos.
Ay mamacc y Gema, como me he reido leyendo sus comentarios, yo las sigo a las 2 (desde Costa Rica) y me hizo gracia (con su perdon).
Yo definitivamente me parezco mucho a mamacc, pero quisiera ser como Gema, q me parece q es mas relajada!!
En fin como dice mamacc, cada quien hace lo q crea mejor y mientras se haga conamor pues adelante!!
Pd. Que envidia el veranos q tienen ustedes ahora, yo estoy bajo unas lluvias infernales…
Pues qué bien que te hayas divertido! jajaja
Yo no soy nada relajada, no lo niego. Pero me considero súper flexible con el niño, son dos cosas que no tienen que ver. Si no fuéramos flexibles, obligaríamos (por la fuerza y con muchos lloros) al niño a dormir todos los días su siesta y de noche a la misma hora. Si fuéramos inflexibles, no le dejaríamos que se levantara cada día a la hora que lo necesite ni permitiríamos siestas de cuatro horas y media cada vez que lo necesita. Si fuéramos inflexibles, no le consentiríamos que no comiera un día, o dos o tres, como está pasando esta semana, que apenas prueba bocado. Adaptarse a los ritmos y necesidades de los niños significa, precisamente, ser muy flexible y amoldarse en cada momento a lo que toca.
Yo te cambiaba el verano encantada, no me gusta nada de nada!.
QUE GRAN VERDAD….TODO LLEGA.
Me alegro que todo vaya sobre ruedas, poco a poco no todos llega, sino que además mejora.
Un fuerte beso
Desde luego que sí!. Otro beso para ti.
Me alegro que cada vez podáis hacer más cosas con el niño. Para vosotros también es una primera vez, así que entiendo que estéis emocionados. No me parece que sea muy tarde para empezar a salir por la noche. Lo habéis hecho cuando lo habéis visto preparado y la experiencia fue muy buena por lo que cuentas.
Hombre, tampoco es que ahora vayamos a empezar a salir todas las noches. Que, como he dicho muchas veces, no se nos ha perdido nada. Pero está bien comprobar que poco a poco podemos hacer cosas nuevas y saltarnos sus horarios sin que pase nada. Besos!.
Jejejejeje, cada día nos parecemos más y vivimos las mismas situaciones. Mi hija se durmió el sábado cuatro horas y media de siesta dado que habíamos ido a cenar la noche anterior y se durmió a las 23:30 y se despertó a las 8:30. Así que cuando se acostó a las 14:30 y se despertó a las 19:00 sabíamos que no se iba a dormir a las 21:30, así que nos fuimos a cenar de nuevo y se lo pasó bomba!!! Ella también batió su propio récord y la verdad es que la noche y con las buenas noches que está haciendo, disfrutó mucho!!!
Mi hijo la noche anterior se durmió a las 00.15h y se levantó a las 7h, no te digo más. ¿Tu hijo aguantó bien la salida?. Porque es que el mío no consintió nunca no estar a las 20.30h en su cuna ni nada más nacer.
El que lo pasó mal fue mi Pequeñín que con tanto ruido no consigue dormirse. De hecho se durmió en mi cama a las 20:30 y le monté en el coche a las 21:00, a las 21:05 estaba con los ojos abiertos como platos y hasta las 23:30 que salimos del bar no volvió a cerrarlos. Sin embargo pasó la mañana durmiendo y esta noche ha dormido como un angelito.
La verdad es que con las noches que está haciendo apetece pasear. Ayer, sin embargo, a la camita prontito que hoy hay guarde y aunque a mi Bichito la costó, se durmió a las 22:00 y la ha levantado su papi a las 7:30. Es lo que tienen los días de diario!!!
Por eso te pregunto, porque por lo que cuentas de tu hijo me lo imaginaba!!! Es que con dos es difícil, ¿eh?. Apetece pasear por las noches, sí, está haciendo buenísimo… Nosotros no tenemos prisa por levantarnos salvo que haya AT pero fíjate que aun acostándose tarde como se está acostando ahora, a partir de las 21h o 21.30h se empieza a poner tontorrón y en casa no aguanta.
Pues sí, todo llega…. la edad de los peques facilita que los padres podamos ir ampliando horarios, salidas y es un gusto la verdad.
Te comprendo perfectamente, ya sabes que mi hijo también ha seguido horarios estrictos impuestos por él mismo y que su padre y yo, por supuestísimo, hemos respetado.
El verano y su próximos dos años facilitan estas situaciones. Si además se viven en familia no veo nada mejor.
A disfrutarlo!!
Tu y yo sabemos de lo que hablamos, eh?. Besos.
Ahh… rutinas… bonita palabra…
Confío en que mi hija algún día las descubra!!!! Jajajaja! Mientras tanto, nos toca «respetar sus horarios» permitiéndole comer y dormir cuando a ella le parece oportuno.
Por supuesto, tiene su lado positivo, y es que le da igual «8 que 80» con el tema horarios. Me he sorprendido muchísimo cuando he leido que era la primera vez que el peque «veía» la noche. La verdad es que no sé cuándo fue la primera vez que mi niña «vio» la noche!!! Tiene 14 meses y medio, así que supongo que hará…. ¿14 meses?
Las rutinas es algo que los niños suelen coger por si solitos para ayudarse en el día a día. Pero si un niño no las necesita, también está bien y hay que respetarlo. Desde luego que tiene su lado positivo. Como le he dicho a Suu y como he venido comentando desde que abrí el blog, mi hijo desde el mismo día que nació pedía a gritos su baño a las 20h y a la cunita a las 20.30h. Contra eso no hay nada que hacer, de todas formas, tampoco es que se hubiera perdido una cosa….
Nosotros tenemos que estar en casa a las 8 como muy tarde porque si no la peque la monta gorda. Ni de recién nacida era capaz de dormirse por ahí… Y mi hijo era y es igual. A n tuno les gusta la noche
Cómo te entiendo!. Yo todavía recuerdo un día el verano pasado que se nos hizo un poco tarde, madre del amor hermoso la que lió! jajaja No son nocturnos nuestros hijos, no… pero, a ver, en nuestro caso, tienen a quien salir.
Jajajaja, me hace gracia lo de madre relajada. Es posible que sí, la verdad es que nunca me estreso, bueno sí, cuando estuvo ingresada al nacer y casi se muere por aspiración de meconio pero eso son palabras mayores. Yo creo que somos distintos tipos de madres en función de muchas cosas. Primero de la personalidad. Estoy convencida de que Eva llevaba los apuntes de la carrera al día y las asignaturas todas bien preparadas (yo era de última hora) si no es así, Eva, discúlpame pero por cómo escribes me da la sensación de que eres una personametódica, organizada, oredenada…Luego la situación personal y profesional también influye. No es lo mismo estar todo el día con tu hijo que sólo cuanod llegas de trabajar. En el primer caso el orden y las rutinas son imprescindibles, en otros casos (una madre azafata, por ej) se hace menos necesario. Y una cosa que nuna hemos hablado (ni tú en tu blog, creo, ni yo en el mío) sobre cómo fueron nuestras amdres. A mí no me gustó nada cómo me presionaba mi madre con todo. Era estricta en horarios, en comidas, en juegos, la recuerdo como una madre pegada a mis espaldas agobiante y sin darme libertad. Es curioso, este fin de semana que estuvimos con ella, puse a Carmen (9 meses y medio) a jugar en el suelo del parque y lo primero que hizo mi madre fue ponerse de morros porque se le ensuciaba el vestido. Por supuesto no pensó en lo bien que se lo estba pasando mi hija jugando con otro niño. Vi que no había cambiado. Por eso (y a lo mejor me equivoco) no quiero ser como mi madre con mi hija. QUiero que ella explore su libertad, que consiga las cosas sin que yo intervenga (sólo si hace falta, claro) y que si un día no se baña a su hora y se queda dormida pues se la baña al día siguiente que tampoco pasa nada. No sé si me he explicado. Por supuesto mi madre nos cuidó siempre con todo el amor del mundo y pensando que era la mejor manera. Y a lo mejor cuanod Carmen crezca md dice que la tenía que haber atado más corto pero yo soy más de dejarla a su aire. Desde que gatea, por ejemplo, está todo el día en el suelo. Vigilo y acoto su espacio quitando peligros pero la dejo sola para que se explaye. Mi madrelo ha visto y ya ha empezado con el : le va a coger frío en la barriguita (porque está en body sentada en el suelo)…todo menos pensar que se lo está pasadno pipa….en fin que no nos entendemos, jajajaja. Bueno besosa todos. Y Eva, no alucines con los comentarios, mujer, sólo discrepamos y te damos otras visiones que yo creoq ue si todas fuéramos iguales esto sería un rollazo.
Alucino con que cuento lo feliz que estoy por el hecho de que mi hijo cada vez es más flexible y cosas que antes era impensable hacer, ahora poco a poco vamos haciéndolas y terminamos debatiendo sobre si somos nosotros unos inflexibles (que manda carallo!!!) o si soy una madre relajada o no. Da un poco de rabia escribir con toda la ilusión sobre un acontecimiento feliz (y bastante banal) para terminar hablando sobre si debería sacar a mi hijo a cenar o debería respetar sus horas de sueño.
Sobre tus apreciaciones… Aciertas en una cosa y te equivocas en otra. Aciertas en que sí, soy una persona muy ordenada y metódica y mis apuntes de la carrera eran tan buenos que podría haberlos vendido como manual. Si ser relajada significa no llevar las asignaturas al día o tener un desastre de apuntes (o tener que pedírselos a alguien el día de antes), contenta estoy de ser así porque me he ahorrado muchos disgustos (y he sacado unas notas excelentes). En el tema de mis padres creo que te equivocas: ellos siempre me presionaron mucho y fueron extremadamente inflexibles con todo, aún a día de hoy siguen siéndolo. Quizá por eso respeto y respetaré siempre las necesidades y gustos de mi hijo que se puedan respetar (porque habrá cosas que no se puedan tolerar, pero creo que pocas) y no me gustaría en absoluto ser como ellos. De todas formas, es curioso, porque a ti te parezco una inflexible y al psiquiatra infantil le parecí una blanda jajajajaja ¡es lo que tienen las apreciaciones personales!.
No entiendo mucho qué tienen que ver las rutinas con trabajar o no trabajar fuera de casa, más que nada porque yo creo que es algo que depende más del niño que de los padres (tal como yo lo veo). En cualquier caso, como mi hijo no va a la guardería y salvo ir a AT dos días en semana, prisa no tenemos, se puede levantar a la hora que quiera (y acostarse) sin que exista un problema por eso, mientras que un nene que a las 9 tiene que estar en la guarde hay que ponerle unos horarios rígidos o no se llega. Así que, puestos a que los padres «necesiten» las rutinas, creo que estás son más necesarias cuando hay unos horarios que cumplir, que no es nuestro caso.
Pero no te lo tomes así! yo no sé porqué te enfadas! Es lógico que si la gente opina de forma distinta a ti te lo diga, especialmente si tienes un blog. Es que si tu hijo fuese de otra manera actuarías de manera diferente y lo defenderías también a capa y espada. El ejemplo de la carrera es una manera de explicarme, yo también tenía los apuntes al día y saqué excelentes notas pero estudiaba al final ( a lo mejor porque no necesitaba hacerlo antes) Lo que te quiero explicar con esto es que los niños no son todos iguales ni se siguen por las mismas normas ni costumbres y todas son buenas. Por supuesto yo no he llevado de paseo a mi hija en pleno invierno a la calle ni muchísimo menos. Creo que eres lo suficientemente inteligente para entender que nadie habla de eso. Yo no creo que seas inflexible, creo que eres una madre diferente a mí. Pero las circunstancias personales son distintas. Te pongo un ejemplo. Imagina que el hijo que tienes ahora es el pequeño de cuatro. Los demás serían de 5, 8 y 12 años. Tú de verdad crees que podrías llevar a rajatabla los horarios? el silencio en la casa? permíteme que lo dude. A mí me gusta tu manera de ejercer la maternidad. Pienso que no te pierdes ni un solo minuto de su vida pero yo, por más que quiera hacer lo mismo, nipuedo ni me sale. Yo sigo necesitando mi tiempo para hacer otras cosas (bueno en mi caso tengo que trabajar sí o sí pero ese es otro debate)y por supuesto nos alegramos de que puedas empezar a hacer cosas nuevas con tu hijo. Es más, que nos lo cuentes con esa alegría demuestra que te gusta y las hubieras hecho antes de haber podido. Y me voy a trabajar. Adiós a todos y todas
Gema, te pido por favor que no cambies lo que yo he dicho. Ni me lo tomo mal ni estoy enfadada. Simplemente digo que no entiendo cómo cuento yo una cosa alegre y banal y terminamos debatiendo sobre formas de ejercer la maternidad. Y la gente no ha discrepado porque no hay nada de qué discrepar, solamente algunas personas se han mostrado sorprendidas del hecho que fuera la primera vez que viera la noche. Son dos cosas distintas. Porque tal cual te leo parece que es que me cabrea que la gente no esté de acuerdo conmigo y, ni es verdad, ni es el caso de esta entrada.
Lo de que yo hablo por mis circunstancias personales concretas… pues sí, claro, como todos. Eso sí, lo que creo es lo que creo, eso no cambia. De todas formas, creo que sacas unas conclusiones muy aventuradas, que ni aunque me conocieras de toda la vida podrías saber (no puedo saberlo ni yo!!!!).
Gema, una objeción. Precisamente es en las familias grandes donde las rutinas se hacen fundamentales.
Mi cuñada tiene 4 niños de 5 y medio, 4, 2 años y 3 meses (sí, sí…4 hijos en 5 años y 4 meses!!!!!). Ahora en verano a las 7 y media empieza el proceso baños-cenas-camas y a las 8 y media están todos en la cama. La comida es siempre a las 14 horas, y a las 15 horas todos durmiendo la siesta. Para la familia es fundamental que los tres mayores lleven siempre el mismo horario y la misma rutina, si no acabarían todos desquiciados. Se puede ser más flexible con sólo un niño que con 4, de eso no te quepa la menor duda.
Estoy de acuerdo contigo. Creo que en una familia grande también son los hermanos mayores los que terminan amoldándose a los horarios de los bebés porque ellos pueden entender y transigir, mientras que los bebés (o niños-bebés), no.
Soy madre de 4 hijos y los grandes no se amoldan al peque por que es imposible , es imposible que el peque se acueste a las 12 y se levante a las 10 ( por ponerte un ejemplo) por que hay que ir al cole el bebe / niño se tiene que levantar por que aunque no vaya a la guarde la madre no lo quiere dejar solo , no puede hacer siestas hasta las 5 si la madre tiene que llevar recojer a alguno de los mayores es imposible es peque es el que se amolda al horario de los mayores
Hola María!. Gracias por pasarte por aquí y dejar tu opinión, aunque no sea directamente sobre el contenido de la entrada sino de una polémica que no comprendo mucho… Tu testimonio me parece muy interesante y entiendo bien los ejemplos que pones. Supongo que en esos casos, si el niño tolera mal que le priven de dormir, como le sucede al mío, te llevas al bebé (o niño-bebé) montando un pollo de órdago por todo el camino para poder seguir con los horarios de los mayores hasta que un día o bien se acostumbra o bien buscas otra fórmula, ¿no?.
María, todo depende de la edad que tengan y de las circunstancias de cada familia. En casa de mi cuñada vaya si los mayores se adaptan a la pequeña!!! (bueno, la de 3 meses no cuenta, claro, me refiero a la de 2 años…). En cuanto a horarios académicos, los 3 tienen el mismo horario, así que en período escolar todos llevan el mismo ritmo, y ahora en verano más aún. Y en cuanto la cuarta empiece a ir a la guardería, los horarios serán aún más homogéneos si cabe.
Que bueno que disfrutes de estas situaciones «atípicas» que nos permiten disfrutar esos momentos fantasticos para los peques donde descubren todo, y es que me quedo aterrada de la cara que hace mi peque cuando ve algo nuevo para él, se emociona a tal punto que ya me gustaría tener a mí esa capacidad para sorprenderme con los detalles…
Es que es emocionante ver sus caras, se quedan admirados… ¡te los comentarías!.
Nosotras también solemos tener un horario para dormir casi siempre igual, pero en verano lo variamos y les encanta estar de noche o casi de noche de paseo, me alegro de esta nueva experiencia!.besos
Gracias guapa, un abrazo.