Mi opinión sobre los ginecólogos
La profesionalidad y empatía de los ginecólogos está de nuevo en entredicho en estos días… aunque, francamente, creo que hace ya bastante tiempo que anda muy tocada.
En todo este tiempo escribiendo el blog nunca había dado mi opinión sobre ellos, al menos no dedicándoles un post completo y me ha parecido que hoy era un buen momento.
Por resumirlo mucho: no he conocido nunca una especialidad médica con tantos gilipollas como integrantes. Y, aunque el término suene grueso, creo que es el idóneo para describir esa actitud que va más allá de ser un profesional bueno, malo o regular, que los hay en todas partes, sino para referirse a toda esa clase de apreciaciones personales de pésimo gusto, totalmente fuera de lugar, y ese aire de condescendencia que se gastan muchos, como si te estuvieran perdonando la vida por osar molestarles con nuestras tonterías.
Considero que puedo decirlo con conocimiento de causa. Primero, porque por desgracia he pasado por médicos (y bastantes) de casi todas las especialidades, así que tengo un buen abanico de experiencias para juzgar. Y, segundo, porque entre las lamentables anécdotas que he ido recogiendo en primera persona y las que me han ido contando personas que son de mi total confianza, tendría para escribir un libro.
Por cierto, que el ser idiota perdido no debe ser algo consustancial al ginecólogo-varón, que tengo unas cuantas perlas de ginecólogas-mujeres que son de órdago también. Como aquella, por ejemplo, que nada más sentarme en su consulta, sin mediar ni un análisis de sangre, ni una ecografía ni examen alguno me dijo que yo tenía SOP y que tenía que asumir que mis posibilidades de tener hijos eran remotas, que lo que tenía que hacer era irme a una clínica de fertilidad y dejar de perder el tiempo.
De todas formas, no dejo de pensar que nosotras tenemos gran parte de responsabilidad en este tema. No sólo porque no suele ser habitual que pongamos una queja, una reclamación, sino porque las consultas de esos bestias siguen estando llenas de gente. Probablemente estas pacientes estén igualmente descontentas y cabreadas, pero siguen acudiendo, como si todo lo que nos dijeran fuera a misa y no pudiera ponerse en entredicho, como si ni tan siquiera pudiéramos quejarnos del trato desconsiderado que en tantas ocasiones se recibe.
Cuando decidí que esto no podía ser, que yo necesitaba un buen ginecólogo en quien confiar, que pensaba tener un hijo y no estaba dispuesta a ponerme en manos de cualquiera, empecé a probar y a probar. Así, a través de una amiga, conocí a mi ginecólogo actual, con el que estoy encantada. No sólo como profesional ha sabido tratar mis temas estupendamente y darme ánimos cuando lo necesitaba sino que puedo decir que me ha tratado con verdadera preocupación. No sé cuántos conocí antes que él, creo que la cifra supera ampliamente los veinte profesionales, lo cual da una idea de lo complicado que está el tema.
A pesar de todo, y siendo muy consciente de cómo está el gremio, sigo creyendo que hay profesionales estupendos por ahí. Si existe mi ginecólogo es que es posible, quizá sólo requiere que busquemos un poco. Nuestra salud ginecológica (y mental, ya de paso) bien lo merece, ¿no?.
«no he conocido nunca una especialidad médica con tantos gilipollas como integrantes». Frase antológica, me encanta. Tienes mucha razón, nosotras tenemos en nuestras manos el poder de desterrar a estos «gilipollas» de la profesión, el problema es que muchas mujeres todavía asumen este tipo de cosas con total normalidad 🙁
En fin, lo bueno es que la revolución está en marcha.
Es que en la sanidad pública no sé hasta qué punto hay libertad de elección pero en lo privado… vamos, es que tiene delito yendo por lo privado que aguantes a un idiota!!!!
Ya comenté en el post de Mamá sin Complejos, que por suerte mi ginecólogo es un gran señor, serio y jamás me ha dicho nada que me moleste, es una suerte la verdad, yo si me encontrara con alguien que me dice una tontería no vuelvo seguro!…que viva muchos años mi ginecólogo!
Es lo que hay que hacer, no volver, que será porque hay pocos, si los hay a patadas!
Yo no puedo decir que haya tenido problemas con los ginecólogos. Al principio iba al mismo que mi madre, luego ya nos cambiamos de ciudad, hubo que elegir y elegimos bien. Después nos quedamos sin seguro privado y en todo ese tiempo no me hizo falta uno. Al cabo de los años nos pusieron seguro médico privado en la empresa y volví al gine, de nuevo volví a elegir bien al gine que me llevó los embarazos por privado, siempre amable, respetuoso y profesional.
En la SS por lo general bien, puedo decir que salvo en las eco morfológica de mis 2 hijos, que me vio el mismo gine, el mismo que tenía antes de mi gine actual y lo cierto es que solo puedo tener buenas palabras hacia él, en el resto de ecos cada vez me veía un/a gine diferente, cada uno de su padre y de su madre, unos más simpátic@s, otros más estúpid@s, pero afortunadamente todo se quedaba en esa unica consulta. El único tontolculo fue un gine joven que me vio en la última visita por la SS (en las 38 semanas) del embarazo de Iván, que me dijo que mi niño podía tener un retraso en el crecimiento, me acojonó toda. Me lo encontré en el hospital cuando entré a dar a luz 5 días después, estaba de guardia y cuando lo vi casi salgo corriendo, aunque me vengué y en una contracción le vomité encima. Luego tuve un bebé de 3,615gr y 51cm a las 39 semanas y cuando lo vi pasar por allí le dije que se había equivocado, si no que viera cómo era el bebé con el restraso de crecimiento.
Afortunadamente, y digo afortunadamente, en mis partos no ha intervenido, ni siquiera ha pasado a verme, ningún ginecólogo, siempre he estado con matron@s, y créeme que lo agradezco.
Jajaja! Bueno, me río ahora pero en el momento hay que joderse!!! A mi en una eco con 35-36 semanas la idiota que me tocó me diagnosticó «feto pequeño para su edad gestacional» y se quedó más a gusto que un arbusto. Ni qué decir tiene que había medido mal, pero el disgusto que me llevé… en la vida se lo perdono!!
Como a Eloísa, para mi esta es la frase estrella “no he conocido nunca una especialidad médica con tantos gilipollas como integrantes” 🙂
Qué razón tienes hija mía. Pero como bien dices, los buenos también existen, y no vayamos a ponerlos a todos a parir, porque al menos un par de puñados de buenos profesionales hay, el tuyo es el ejemplo.
Estoy segura de que los hay excelentes pero, lamentablemente, hay que escarbar un poco.
Totalmente de acuerdo, debe haber alguno bueno, pero yo todavía no lo he encontrado. La ginecologa que llevo el embarazo de mi niño no era del todo mala, el trato era bueno pero para mi no me hacia mucho caso, se que a lo mejor las primerizas somos unas pesadas pero podían tener un poquito de empatia.
El problema es que se ha ido a otra ciudad y ahora me toca encontrar uno que no me desagrade demasiado, y la verdad solo pensarlo me da una pereza horrible.
Bueno, creo que nunca vamos a encontrar el médico perfecto, probablemente siempre habrá algo que no nos termine de gustar pero, dentro de lo posible, habrá que buscar! Mi ginecólogo se jubilará más pronto que tarde así que tendré que buscar de nuevo cuando llegue el momento!.
Pues si, es difícil encontrar con un buen profesional médico, sea de la rama que sea, lo normal (casi siempre) es chocar con algún que otro cabeza hueca.
A mi en el embarazo (estaba de 13 semanas) la ginecóloga del hospital viendo que no me aparecia la PPA (una proteína) en el primer análisis me dijo así sin masticar ni nada,»esto no es normal, seguramente no llegué a término» y hazte una nueva análitica, espera una semana más con la angustia que nos metió esa señora ne el cuerpo…
La siguiente ginecóloga, un encanto nos dijo que todo iba bien, que la proteína ya estaba alli, que era porq me hicieron el análisis muy pronto, que no me preocupara que pasaba mucho… vamos igualito que la otra imbécil.
Eso es del triple screening, no?. Yo esta vez no me lo hago, ya escribiré sobre ello, ese análisis da más problemas que otra cosa.
Completamente de acuerdo!! sobretodo en el tema de nuestra responsabilidad… está en nuestras manos el exigir un trato mas digno y no ponernos en manos de cualquiera.
Casualmente estoy escribiendo un post acerca del parto! parece que nuestra mente hoy va un poco en la misma dirección!
Siempre he creido que esta es la especialidad médica más importante a la que probablemente acudiremos en nuestra vida y me parece importante no ponernos en manos de cualquiera. Si no confías en la persona que va a atender un momento tan importante de tu vida, mal vamos!
Yo no he tenido nunca una mala experiencia con un ginecólogo pero probablemente porque nunca he tenido ningún problema para acudir a ellos, antes del embarazo fui un par de veces para simples revisiones y en el embarazo tampoco vi demasiado a la ginecóloga que me tocó y además siempre fue todo bien.
Yo creo que el problema está en que desde hace mucho se ha considerado a la profesión médica como algo casidivino, los médicos saben todo, siempre tienen razón y nosotros estamos por debajo y tenemos que obedecer, afortunadamente las cosas han cambiado y los usuarios tenemos unos derechos pero seguimos arrastrando esta herencia de no cuestionar nada de lo que hagan o digan, así que sí es nuestra responsabilidad que esto cambie.
Saludos
Sí, llevas razón!.
Yo creo que muchas mujeres, entre las que me incluyo, nos ponemos nerviosas cuando vamos al ginecólogo. A mí me pasa con cualquier consulta médica, pero especialmente en estos casos me pongo tensa. Y no sé porqué. Quizás es que soy muy pudorosa y me da vértigo hablar tan abiertamente de mis relaciones sexuales, mi moco cervical o mi temperatura basal. Me bloqueo. Y eso podría dar pie a que un «ginesauro» me hiciera sentir mal, porque la verdad es que hay muchos con poco tacto. Coincido con tu recomendación de probar en varios sitios hasta dar con un profesional que además de buen ginecólogo sea una persona sensible y educada. Yo con la mía tengo suerte, por el momento.
Creo que es normal que una persona de esta especie nos pueda hacer sentir mal a cualquiera en un momento determinado. Por eso creo que es importante estar informada y tener las cosas claras. A mi a la que me dijo lo del SOP, vamos, me lo dice ahora y la mando a freir monas!!.
Puff, hay muchos que trabajan solo por dinero (por dar solo un ejemplo), me pasó con mi última ginecóloga, fue directamente horroroso, me quería hacer una intervención carísima (le pagaba mi seguro, claro) que no necesitaba, solo por sacar dinero, cuando fui a pedir segunda opinión la otra ginecóloga no entendía porqué me quería intervenir sin necesidad, qué ingenua. Yo tampoco entiendo porqué se diviniza a los médicos, cuando hay de todo, buenos y malos, lo que tenemos que hacer es usar nuestro propio criterio y sentido común para no seguir las barbaridades que a veces nos pretenden hacer creer. Besos.
Creo que es importante que el paciente esté mínimamente informado, para que pueda formarse un criterio. Pero también es importante encontrar a un especialista en el que confiar porque, evidentemente, los médicos son ellos.
Leyendo el post de Belen y ahora leyendo que tu llevas como unos 20 ginecologos, no puedo quejarme.
A mi realmente quien me jodio fue la matrona y el personal en quirofano.
Recuerdo aun como mi ginecologo me decia «empuja bonita» mientras intentabamos que el parto fuera natural, o sea que el trato no fue malo.
Ya veremos esta vez…
A veces es cuestión de suerte… lo cual no deja de ser triste!!! Ya verás como ahora todo va fenomenal! Un beso.
Te leo desde hace tiempo y aunque hay opiniones tuyas con las que no estoy de acuerdo, pocas eso sí, el post de hoy te ha salido redondo, lo has bordado tía! yo no lo hubiera dicho mejor ni más claro. Has dicho verdades como puños, también me he encontrado en mi vida ginecológica (tengo dos niños) con personajes como los que decribes. Felicidades por tu embarazo por cierto, y sigue escribiendo porque me encanta tu blog.
Hola Nuria, me alegra que te haya gustado el post y muchas gracias por tu felicitación y tus palabras, un abrazo.
Creo que como en todos los «rubros» hay de todo… Mi obstetra (el que atendio mis dos partos) es EL SEÑOR. Y yo lo super respeto y admiro, y le agradezco de todo corazón todo lo que hizo por mi/nosotras cuando mi parto se complico… Un abrazo!
Pues eso está fenomenal, creo que es importante tener a alguien en quien confiar, más en una «materia» tan delicada.
Qué razón tienes! el mío es el gilipollas mayor, pero allí seguimos tdas, abarrotando su consulta como corderitos… Al menos profesionalmente sabe lo que hace, pero su nivel de empatía es bajo cero
Bueno, si por lo menos es profesional… pero el trato me parece muy importante, sobre todo en una especialidad médica tan sensible… No sé, creo que no existe el ginecólogo perfecto, eso es una utopía, pero al menos debería tener un equilibrio entre ambas vertientes, ¿verdad?.
Pues la verdad a mi me ha ido bien con mi ginecólogo, pero mis experiencias anteriores fueron bastante malas, sobretodo con mujeres ginecólogas.. que mal que sean así tan poco delicados e imprudentes. Pero de que hay buenos, los hay, como dices tu, solo hay que darse a la tarea de encontrarlos. Como va la barriga?
Parece que de mujeres sorprende más porque deberían tener más sensibilidad para esos temas… pero algunas debe ser que la pierden en la carrera!!
Bien, estoy bastante bien, no me puedo quejar!!!
Yo he ido a dos ginecologas y de la primera me faltó salir corriendo, que tía más siesa y poco profesional, estaba en plan…para que coño vienes! Y la segunda bastante maja pero no me dio mucha confianza, así que a ver a quien puñetas voy la próxima vez. Estoy TOTALMENTE de acuerdo contigo…
Pues nada, tendrás que ir a una tercera… dicen que a la tercera va la vencida, ¿no? jajaja.
Yo al final opté porque la gente que tiene una visión más o menos como la mía me recomendara a sus ginecólogos o ginecólogos de amigas. Al que voy yo ahora me pilla a la otra punta de la ciudad pero por lo menos voy a gusto!!!.
Al final acabo pidiendote el nombre del tuyo ya verás! jajaja.
Yo te lo daría encantada pero ya me ha dicho varias veces que no atiende pacientes nuevas. Quizá se jubile el año que viene, va a ser una pérdida importante!
ohhh que pena, bueno yo de momento no tengo que ir así que…habrá que tener mucha paciencia para encontrar el siguiente 😉
Recuerdo de forma imborrable mi primera visita al ginecólogo. El motivo era hacerme la citología previa al DIU. Es cierto que soy joven, pero venía recomendada (traía un extenso informe que ese ‘señor’ no se dignó a mirar) de mi médica de cabecera, que le hubiera informado de todo lo que necesitaba saber y me hubiera ahorrado varias preguntas increíblemente fuera de lugar.
Como digo, no se dignó a mirar los papeles. Se limitó a mirarme desde el otro lado de la mesa y espetarme que qué hacía yo allí. Me quede muda, claro. ¿Cómo que qué hacía allí? ¡Comprar pan, evidentemente!
Acto seguido me explicó, como si yo tuviera dos años, que tenía que ir primero a la enfermera encargada de planificación familiar, y que ella me informaría de los métodos… Tuve que cortarlo y obligarlo a que leyera el informe (no lo hizo, tuve que explicarle yo lo que ponía), donde no solo explicaba que ya había ido (dos veces) a esa enfermera, sino también que había usado un métodos hormonales supuestamente infalibles si los usas bien (ja!), que aún así había fallado con desastrosas consecuencias (aborto espontaneo, nada menos…), que me había pasado meses con reglas descontroladas y que tomaba un tratamiento crónico que desaconsejaba el único método hormonal que me quedaba por probar (la píldora)
Después de tan maravilloso principio, y sin que jamás cambiara de actitud (creo que si no fuera por la enfermera que tenía al lado y que era todo un contraste habría salido corriendo) pasó a hacerme la citología en la que me acusó (por el tono de voz que usó fue eso, una acusación, no me estaba informando de nada) de que tenía hongos y que yo era poco menos que una ignorante por no haberme dado cuenta. Imaginaos la situación, tengo 22 años (tenía 21 entonces), jamás en mi vida me había sentido tan vulnerable y además yo me encontraba perfectamente bien! Creo que me faltó poco para echarme a llorar. Le expliqué que no tenía ninguno de los síntomas, pero por supuesto me ignoró, me dijo que estaba clarísimo que tenía hongos.
Sobra decir que, cuando llegó el resultado de la citología todo estaba más que perfecto, yo no tenía nada de nada, y que los seis óvulos se los podía haber puesto él…
En fin, que con un principio así la verdad es que el gremio no me da demasiada confianza. El DIU, por lo pronto, me lo va a poner el ginecólogo privado de mi madre, con el que está encantada, y veremos a ver que tal.
Pero creo que esta es la primera vez que escuchas a gente hablar de barbaridades y no te parece exagerado en absoluto. Yo ya me lo creo todo.
Q horror! la verdad es que con personas así sientes una soledad tremenda a la hora de que te diagnostiquen, es como que no te puedes fiar de nadie! Espero que la experiencia te haya aportado algo bueno como hacerte más fuerte.
Hola Carmen. Es increíble cómo se las gastan algunos, eso es maltrato, con todas las letras!!. Yo también me lo creo ya todo y es una verdadera lástima!!!.
Espero que pronto encuentres un ginecólogo que te guste porque es algo importante para nosotras y pienso que hay que ir a gusto!.
Si yo os contara… Ni de coña te vas a quedar embarazada con ese.mioma. El mioma intamural es el peor que hay. Eso no va a ningún lado!! Ese embrión no va a salir adelante, hombre! Es muy difícil lo tuyo, muy dificil. Y con cinco meses y medio el jefe tan salao y tan sonriente que tengo… Hay que poner reclamaciones y quejarse.
Sin duda, hay que quejarse!
Otro ejemplo más de lo majetes que son algunos… Hace ya tres años (cómo pasa el tiempo!) nació mi niño en un parto vaginal normal, respetado, sin epidural, pero que no fué todo lo bien para mi como me hubiera gustado. Acabé con un desgarro de 2º grado que llegó hasta el esfínter anal (aún doy gracias por que se hubiera quedado ahí!!), uno de los labios menores desgarrado y desaparecido en una parte y con un suelo pélvico destrozado con prolapso de vejiga y recto 🙁 En fin, una porquería… El caso es que en la primera revisión postparto, yo hecha polvo y haciéndole millones de preguntas tipo «qué va a ser de mi?», el tipo me suelta que «es que un pene no es como la cabeza de un bebé» y que podía usar bolas chinas. Y como consejo personal «mejor cómpralas en un sex-shop porque son más baratas». Alucinante…
Sólo por hechar más leña al fuego 😉
Hola! Ni siquiera he terminado de leer tu post del cabreo que llevo encima, lo he leído por encima. Mi experiencia con comadronas (en este caso) ha sido siempre NEFASTA. Bordes a más no poder, estupidas y antipáticas. No lo entiendo, son como brujas!! Porque este mal trato?? Pensaba que era cosa mía, pero veo que no….
Me iban a hacer una citología y les he dicho que iba un momento al baño porque me estaba haciendo pipí, vuelco y había otta chica en la consulta!!! Hola?!! Llego esperando 20 minuts!! Es una tontería pero joder, como esta, mil veces.