Una de las primeras cosas que me recomendaron en AT es la realización diaria de masajes a mi peque.
Al poco de nacer lo intenté como rutina tras el baño, pero tuve escaso éxito. Al bebito parecía no gustarle demasiado, no le notaba cómodo, a veces le hacía cosquillas y se retiraba y, además, mi marido no hacía más que decirme que la crema le daba mucha grima… Así que dejé de hacerlo y no volví a intentarlo.
Sin embargo, en las primeras sesiones de AT, M. (la terapeuta) me enseñó a dárselo, mostrándomelo ella misma. Me quedé alucinada con lo quieto que se quedaba mi niño, lo bien que se dejaba hacer, y lo placentero que podía ser para ambos. Así que desde hace unas pocas semanas lo estoy practicando a diario.
El masaje para bebés se suele conocer como masaje Shantala y es una técnica muy antigua, de origen indio, importada por un obstetra francés. Se le atribuyen muchos beneficios, incluso funcionales, como mejorar la respiración, aliviar los gases, activar el sistema inmunológico o el dolor producido por la salida de los dientes. Pero los que a mi más me interesan trabajar, hoy por hoy, son estos:
– Mejorar el conocimiento que el bebé tiene de su propio cuerpo.
– Aumentar la comunicación entre la madre y el bebé, reforzando la comunicación no verbal.
– Relajar al bebé tras un día lleno de nuevas experiencias y, por tanto, de frustraciones y estrés.
En tan poco tiempo he notado cambios importantes, significativos:
– Mi hijo no se muestra nada reticente al masaje, todo lo contrario. Cuando le masajeo las piernas y los pies se está increíblemente quieto. Se relaja mucho y no tiene prisa porque el masaje acabe.
– Durante el masaje, no deja de mirarme. Nos sonreímos, nos miramos a los ojos y disfrutamos de ese momento. Probablemente esta es una de las cosas que más me gustan, la relación tan especial que se establece entre nosotros en ese momento.
– Será casualidad o no, pero desde que le hago el masaje en las manos, noto que es mucho más consciente de que las tiene no sólo para manipular objetos sino también para hacer gestos, para tocarse a sí mismo y para tocar a los demás.
– Se queda tan relajado durante el masaje que a veces cierra los ojitos.
– Y para mi es una pasada acariciarle esa piel tan suave que tiene, mimarle tanto y decirle un millón de veces, muy bajito, cuánto le quiero.
¿Cómo aplicarlo? En YouTube podeis encontrar muchos vídeos que explican la técnica y en las librerías hay montones de libros, pero yo creo que básicamente es dejarse llevar por el sentido del tacto y aplicar movimientos suaves pero firmes desde dentro hacia fuera, por ejemplo, desde las ingles hasta los pies o desde los hombres hasta las palmas de las manos, tirarle de los deditos de los pies, masajearle las palmas de las manos, abriéndoselas… Uno de los errores que yo cometía era el de hacerlo demasiado suave, por lo que le hacía cosquillas. Es mejor emplear algo de firmeza para evitarlo.
Es conveniente utilizar cremita o aceite de masaje y que la habitación esté caldeada, además de buscar una posición cómoda para el niño. Por ejemplo, para masajearle el tronco superior yo le dejo que esté sentado en lugar de tumbado, porque a él le resulta más comodo.
Elegir el momento adecuado es importante. Si el niño no quiere hay que dejarlo y no forzarle. Los primeros días yo se lo he estado haciendo mañana y tarde, pero los últimos días se lo he hago justo después del baño, antes de ponerle el pijama y darle la cena.
No es necesario estar mucho rato. De hecho, es mejor empezar con poquitos minutos y luego ir aumentando, según la tolerencia del niño. Lo ideal, en mi caso, es que llegue un momento en que el niño sea capaz de pedirme más, con algún gesto. Ayer lloriqueó un poquito cuando terminé; como digo, lo que sería fantástico es que en algún momento me indique que continúe mediante algún gesto o, incluso, alguna palabra.
A mi me ha abierto un campo inmenso esto del masaje y lo estamos disfrutando muchísimo. Así que invito a quien no lo haya probado a que lo haga, ¡nunca es tarde para empezar!.
Este mi blog personal. Hace ya diez años que empecé a escribir sobre la increíble experiencia que la maternidad había supuesto en mi vida ¡y desde entonces aquí sigo!Soy autora del e-book "Cómo lograr un embarazo conociendo tu fertilidad", en el que reúno los conocimientos teóricos y prácticos que necesitas para entender tu ciclo menstrual, interpretar tus signos de fertilidad y utilizarlos para maximizar tus posibilidades de quedarte embarazada.Además de este blog que lees, soy co-editora de Comer con Gusto y autora de otros tres blogs: Pekeleke, mi web de literatura infantil, Miss Cosméticos, mi blog de belleza y Mochilas-Portabebés.es, sobre mochilas ergonómicas.
Yo aprendí cuando mi Bichito tenía tres meses. Fue a cursos de masaje y la verdad que salí encanta. Ella estaba tan relajada que se hacía a veces pipí y cuando terminábamos la daba el pecho y se dormía.
Me alegro un montón de que hayas podido abrir uan nueva vía de comunicación con el niño. Si además es por medio del masaje, tanto mejor, porque bien dado le servirá para muchísimas cosas, como tú bien dices,Por mi parte lo pondré en práctica en cuanto sea posible. Pediré información porque lo de los masajes me encanta! Algún día os enseñaré en mi rionconcito el kit de masajes….Besos.
La mía tampoco es que le guste mucho que le de masajes…cuando era pequeña igual se dejaba un poco…pero vaya, lo que es ahora que casi me dice que me los haga yo las masajes…
Yo como Suu fui a un curso de masaje cuando la bruja tenía tres meses, lo disfrutamos bastante pero cuando ella se dejaba, si tenía el día que no era que no, a mí también se me hizo pis unas cuanta veces así que imaginaros al estar los bebés sin pañal salíamos todas con la camiseta meada… tengo pendiente explicar en el blog algunos movimientos pero siempre que me pongo me surge algo.Como bien dices no debe ser demasiado suave, es mejor que sea contundente pero sin hacer daño claro, sobre todo en las extremidades, la monitora nos contó que cuando las indias lo hacen (allí debe ser algo habitual) lo hacen con una fuerza que a las que no estamos acostumbradas nos parece que van a romper al bebé.
Yo también hice con koala un curso. Me encanto y a día de hoy le doy su masajito cuando dale del baño. Yo lo disfruto muchísimo. Un besazo y a disfrutarlo!!!
Cuando la mayor era peque hice también un curso y era una pasada. Nos lo pasábamos bomba. Con Mencía lo intenté, pero fue poco menos que imposible, porque Doña Col es incapaz de mantenerse dos segundos en el mismo sitio. Y ya me pena. Lo que dices de las miradas, el decirle cuanto la queremos mmmmmmmm qué envidia me das!
En nuestro caso, a la Nena, imposible, no le gustan, chilla y se revuelve. Pero al Nen, le encantan en las piernas y pies, se los doy a mi aire, improvisando, jugando y el niño disfruta un montón. Lo interpreta más como un juego y unos mimos que como una relajación! Pienso que es una forma muy positiva de conectar con el niño y de que aprenda a estar tranquilo aunque solo sean unos minutillos. A la Madre de los mellizos, también le funcionan bien los masajes, sobretodo en los pies, pero no siempre tenemos quíen nos los dé…Jajaja.
Cuando David era bebé no le gustaban mucho, por lo que apenas lo puse en práctica…pero despues de leerte, no descarto probar ahora de nuevo, porque creo que ahora si que los disfrutará!
a mi me enseñaron en AT y se lo doy tras el baño, con voz de masajista ucraniana (chorradas mias) el niño se parte cuando le hago esa voz.. y le voy diciendo la parte del cuerpo y si es hacia afuera o hacia dentro.. le encanta.. y para el masaje en la cara utilizo una cancion que le canta mi madre que es de tocarse la cara (la de misino gato).. y se queda quietito, eso que segun la psicopedagoga a los prematuros no les debe gustar mucho el contacto fisico, y en la cara menos
Hola! Hace tiempo que no comento en tu blog, pero sigo por aquí, en la sombra!! Te invito a participar en un sorteo en mi nuevo blog. Si te apetece solo tienes que dejar un comentario. Espero que te guste
Ah… los masajes. Nosotros fuimos a un curso a los tres meses de nacer la peque y lo incorporé como rutina antes de dormir. Ponía música de fondo y a relajarse. Al empezar a trabajar lo abandoné -trabajo de tarde y no llego a tiempo-, pero creo que es una rutina que voy a retomar, al menos los fines de semana. Nos encantaba, tanto a ella como a mí. Gracias por recordármelo.
Susana, a mi marido le encantan los masajes… recibirlos, digo! jaja
LadyA, fijate, mi bebito parece que va a la inversa!
Lamamadeunabruja, yo le dejo el pañal puesto, hace ya mucho que no me mea, pero por si acaso, que además los niños levantan la colita y si te descuidas te apuntan a la cara!!!
Maria, igualmente!
Walewska, mi hijo tampoco se estaba quieto… a mi cuando M. me dijo lo de los masajes pensé que sería imposible pero mira, me equivoqué, así que me alegro de haber probado!
Madremellizos, jejeje, ya quisiera yo que me dieran masajes, fuera donde fuera!! De vez en cuando prueba con la Nena, nunca se sabe!
Ana, prueba de nuevo, no pierdes nada y si le gusta verás lo que lo disfrutais.
Supermatxu, y a quien no!
Mis chicos y no, prueba, no pierdes nada, quizá le pase como a mi niño y ahora sí le guste!
Brujilla jajajaja, mi hijo ahora también se deja masajear la cara, quien le ha visto y quién le ve!!
A nosotros nos enseñaron en las charlas de lactancia del ambulatorio y fue genial, era como dices, no me quitaba ojo de la cara, y la suavidad de la piel…etc…cuando creció dejé de hacerselo, no sé bien porqué, quizás las prisas…pero lo mismo lo retomo, era un momento muy especial.
Yo recientemente he asistido a un curso de masajes para bebés a partir de un año, muy interesante con juegos, canciones y demás para que no sea el típico masaje aburrido en el que el nene se deja hacer… si te interesa te cuento más. 😀
Yo a ranita también le hago un masajito aunque reconozco que poco tiempo, hoy se lo haré mas larguito. me ha encantado lo que has dicho de "Nos sonreímos, nos miramos a los ojos y disfrutamos de ese momento"
Yo empecé a dárselos de bebé para relajarle y para los cólicos. Ahora cada vez le gustan menos pero a lo mejor es porque no elijo el momento oportuno, creo que volveré a intentarlo porque la verdad es que era una gozada
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Yo aprendí cuando mi Bichito tenía tres meses. Fue a cursos de masaje y la verdad que salí encanta. Ella estaba tan relajada que se hacía a veces pipí y cuando terminábamos la daba el pecho y se dormía.
Me alegro un montón de que hayas podido abrir uan nueva vía de comunicación con el niño. Si además es por medio del masaje, tanto mejor, porque bien dado le servirá para muchísimas cosas, como tú bien dices,Por mi parte lo pondré en práctica en cuanto sea posible. Pediré información porque lo de los masajes me encanta! Algún día os enseñaré en mi rionconcito el kit de masajes….Besos.
La mía tampoco es que le guste mucho que le de masajes…cuando era pequeña igual se dejaba un poco…pero vaya, lo que es ahora que casi me dice que me los haga yo las masajes…
Yo como Suu fui a un curso de masaje cuando la bruja tenía tres meses, lo disfrutamos bastante pero cuando ella se dejaba, si tenía el día que no era que no, a mí también se me hizo pis unas cuanta veces así que imaginaros al estar los bebés sin pañal salíamos todas con la camiseta meada… tengo pendiente explicar en el blog algunos movimientos pero siempre que me pongo me surge algo.Como bien dices no debe ser demasiado suave, es mejor que sea contundente pero sin hacer daño claro, sobre todo en las extremidades, la monitora nos contó que cuando las indias lo hacen (allí debe ser algo habitual) lo hacen con una fuerza que a las que no estamos acostumbradas nos parece que van a romper al bebé.
Yo también hice con koala un curso. Me encanto y a día de hoy le doy su masajito cuando dale del baño. Yo lo disfruto muchísimo. Un besazo y a disfrutarlo!!!
Cuando la mayor era peque hice también un curso y era una pasada. Nos lo pasábamos bomba. Con Mencía lo intenté, pero fue poco menos que imposible, porque Doña Col es incapaz de mantenerse dos segundos en el mismo sitio. Y ya me pena. Lo que dices de las miradas, el decirle cuanto la queremos mmmmmmmm qué envidia me das!
En nuestro caso, a la Nena, imposible, no le gustan, chilla y se revuelve. Pero al Nen, le encantan en las piernas y pies, se los doy a mi aire, improvisando, jugando y el niño disfruta un montón. Lo interpreta más como un juego y unos mimos que como una relajación! Pienso que es una forma muy positiva de conectar con el niño y de que aprenda a estar tranquilo aunque solo sean unos minutillos.
A la Madre de los mellizos, también le funcionan bien los masajes, sobretodo en los pies, pero no siempre tenemos quíen nos los dé…Jajaja.
Cuando David era bebé no le gustaban mucho, por lo que apenas lo puse en práctica…pero despues de leerte, no descarto probar ahora de nuevo, porque creo que ahora si que los disfrutará!
¡A mis hijas les encanta que les dé masajes! En eso se parecen mucho a su madre… A mí también me encnatan los masajes, sobre todo que me los den!
Pues a mi peque no le gustaban nada cuando era bebe así que ya los dí por misión imposible, quizá vuelva a intentarlo
a mi me enseñaron en AT y se lo doy tras el baño, con voz de masajista ucraniana (chorradas mias) el niño se parte cuando le hago esa voz.. y le voy diciendo la parte del cuerpo y si es hacia afuera o hacia dentro..
le encanta.. y para el masaje en la cara utilizo una cancion que le canta mi madre que es de tocarse la cara (la de misino gato).. y se queda quietito, eso que segun la psicopedagoga a los prematuros no les debe gustar mucho el contacto fisico, y en la cara menos
Hola! Hace tiempo que no comento en tu blog, pero sigo por aquí, en la sombra!!
Te invito a participar en un sorteo en mi nuevo blog. Si te apetece solo tienes que dejar un comentario. Espero que te guste
Ah… los masajes. Nosotros fuimos a un curso a los tres meses de nacer la peque y lo incorporé como rutina antes de dormir. Ponía música de fondo y a relajarse. Al empezar a trabajar lo abandoné -trabajo de tarde y no llego a tiempo-, pero creo que es una rutina que voy a retomar, al menos los fines de semana. Nos encantaba, tanto a ella como a mí. Gracias por recordármelo.
Suu, genial! A ver qué tal con tu nene!!
Susana, a mi marido le encantan los masajes… recibirlos, digo! jaja
LadyA, fijate, mi bebito parece que va a la inversa!
Lamamadeunabruja, yo le dejo el pañal puesto, hace ya mucho que no me mea, pero por si acaso, que además los niños levantan la colita y si te descuidas te apuntan a la cara!!!
Maria, igualmente!
Walewska, mi hijo tampoco se estaba quieto… a mi cuando M. me dijo lo de los masajes pensé que sería imposible pero mira, me equivoqué, así que me alegro de haber probado!
Madremellizos, jejeje, ya quisiera yo que me dieran masajes, fuera donde fuera!! De vez en cuando prueba con la Nena, nunca se sabe!
Ana, prueba de nuevo, no pierdes nada y si le gusta verás lo que lo disfrutais.
Supermatxu, y a quien no!
Mis chicos y no, prueba, no pierdes nada, quizá le pase como a mi niño y ahora sí le guste!
Brujilla jajajaja, mi hijo ahora también se deja masajear la cara, quien le ha visto y quién le ve!!
Vaio, cuando pueda me paso, vale?
Silvia, gracias a ti! besos.
A nosotros nos enseñaron en las charlas de lactancia del ambulatorio y fue genial, era como dices, no me quitaba ojo de la cara, y la suavidad de la piel…etc…cuando creció dejé de hacerselo, no sé bien porqué, quizás las prisas…pero lo mismo lo retomo, era un momento muy especial.
Yo recientemente he asistido a un curso de masajes para bebés a partir de un año, muy interesante con juegos, canciones y demás para que no sea el típico masaje aburrido en el que el nene se deja hacer… si te interesa te cuento más. 😀
Yo a ranita también le hago un masajito aunque reconozco que poco tiempo, hoy se lo haré mas larguito. me ha encantado lo que has dicho de "Nos sonreímos, nos miramos a los ojos y disfrutamos de ese momento"
Yo empecé a dárselos de bebé para relajarle y para los cólicos.
Ahora cada vez le gustan menos pero a lo mejor es porque no elijo el momento oportuno, creo que volveré a intentarlo porque la verdad es que era una gozada
Supermama, si te apetece, retómalo, de verdad que es un momento estupendo.
Eloísa, me encantaría asistir a algún curso, yo por mi encantada de que me cuentes más cosas.
Tanpancha, es que es muy bonito!!!
Tricius, elegir el momento oportuno es importante, esta noche, por ejemplo, estaba muy cansado y no quería así que nada, lo hemos dejado.