¿En serio hay dos bandos de madres?
Como algun@s sabéis, hace unas semanas me llamaron de El País para entrevistarme. Con ocasión de la polémica surgida en torno a cierto libro publicado por cierto pseudo-pediatra diciendo barbaridades sobre la lactancia (y de cuyo nombre no quiero acordarme para no darle ningún tipo de publicidad), querían saber mi opinión sobre toda la polémica que se había levantado y, de paso, sobre una supuesta guerra entre madres de uno y otro bando. En este caso, los dos bandos eran pecho y biberón, pero la entrevista no discurrió solamente por ese camino sino que hablamos en general, de guerras sobre maternidad y crianza.
El resultado de esa conversación se convirtió en este artículo que se publicó en tanto en la edición de papel como la digital y que podéis leer aquí:
La España del pecho frente a la del biberón
Como os imaginaréis, resumir una hora de charla es complicado. Y el artículo no se centra únicamente en aquello que comentamos ella y yo sino en lo que la autora ha creído conveniente y en sus conversaciones también con otras personas, como es lógico.
Dado que muchas cosas se han quedado por el camino y algunas de ellas me parecen interesantes, me apetecía plasmar aquí algunas de las cosas que dije que no han quedado reflejadas.
La conversación se inició diciéndole que a mi el tema me cansa mucho y no me despierta interés. Si queda alguien por ahí que me siga desde el principio seguro que habrá visto que al principio me enzarzaba en todas y cada de las batallas que se iniciaban en los comentarios de mis posts por casi cualquier cosa y después pasé a evitar en lo posible temas polémicos y a no entrar a trapos de provocaciones. Como últimamente he dicho hasta la saciedad, cada uno elige qué batallas quiere librar, y será por la edad, porque estoy muy pacífica o porque ya son más cinco años de maternidad, que a mi no me apetece en absoluto pelearme con nadie por estos asuntos (y casi por ninguno, francamente). Y como lo tengo súper claro, ya me pueden decir la mayor barbaridad del mundo que no voy a entrar a trapo.
Por otro lado, algo que desde el principio le insistí mucho es que yo no siento que haya ninguna guerra en el 1.0, que al fin y al cabo es donde vivimos todos los días y lo que más me importa. ¡Más bien al contrario! Además del blog, nosotros a diario estamos tratando con familias, empezamos hablando de mochilas portabebés y acabamos hablando de crianza porque es normal, los padres estamos deseando hablar, compartir, aconsejarnos… Y empiezas hablando de porteo y luego sigues con lactancia, sueño… Y yo que me enrollo como las persianas y me encanta el tema ¡vaya conversaciones que he llegado a tener con mamás o papás que acababa de conocer!
Ni qué decir tiene que hay de todo en la Viña del Señor. Hay papás que son pro lactancia, papás que dan el pecho sin demasiado entusiasmo, papás que dan biberón, familias que viven una crianza sin carrito y familias que sólo quieren una mochila para un viaje en avión, familias que no escolarizan a sus hijos, familias que llevan a sus bebés a la guardería en cuanto se acaba la baja. ¡Miles de opciones posibles y todas algo en común: preocuparse por el bienestar de sus hijos!
Sí, claro que a veces vas por la calle y te ponen mala cara cuando das el pecho «a un niño mayor». Pero es que también me han mirado con cara de reproche cuando sacaba el biberón para Mayor. Y, sí, cuando me ven con Bebé en una mochila alucinan y no tienen reparo en decirme que hasta cuándo pienso cargarle pero es que también me trataban fatal cuando se me ocurría ir a una farmacia a comprar leche en polvo para el Mayor. Es inútil, lo único que puede protegernos de las críticas sobre lo que hacemos como madres es ponernos un chubasquero.
Como le dije a la periodista, preguntemos a nuestras madres y abuelas. Apuesto a que a todas ellas las han criticado cualquier cosa que han hecho como madres.
Cuando eres madre te van a poner a caldo hagas lo que hagas así que ¡haz lo que te parezca!
La maternidad saca lo mejor de nosotros, pero también lo peor. Y, además, nos hace vulnerables. ¿En qué podría ser un adulto más vulnerable que cuando hablamos de sus hijos?
Creo que en la calle, en el 1.0, la mayor parte de la gente es normal. Por supuesto que tienen sus opiniones y por supuesto que a veces les horrorizan las tuyas pero no te lo dicen porque, en general, somos todos buena gente y no queremos herir a nadie. Porque somos mayorcitos y sabemos que las cosas se pueden decir de muchas formas.
Y, si todos nos tuviéramos que meter en un bando, ¿dónde nos meteríamos? ¡Porque yo sospecho que, si los hubiera, a mi no me querrían en ninguno! En uno por dar mucha teta, en otro por haber dado demasiado poca, en uno por colechar, en otro por tener ya a cada niño en su cuarto. ¿A que no tiene ni pies ni cabeza? Es obvio que mis ideas son ideas de crianza respetuosa, natural, consciente o como se quiera llamar. Pero ya está, no hay más.
Pero Internet es otra historia. Tengo la suerte de estar en Internet desde que era niña, desde aquella época en que los mails eran tan largos que ocupaban dos líneas y no servían para nada porque nadie tenía correo electrónico ni las empresas tenían página web. He estado en todos los ajos que han ido surgiendo, incluso fui moderadora de un chat. Y se de sobra que Internet es maravilloso pero también saca lo peor de cada uno. Estoy convencida de que la mayoría de los que escriben las mayores barbaridades por Internet nunca le dirían lo mismo a una mamá por la calle. Y que a su entorno se le caería la cara de vergüenza. ¡Pero es lo que hay! porque el ser humano es maravilloso pero también es capaz de las mayores crueldades. Si queremos estar en Internet, mientras no cambie mucho la humanidad, ya sabemos lo que nos toca.
Así que, resumiendo mucho, desde mi punto de vista: guerra, ninguna. Otra cosa es que Internet facilite sacar la basura que algunos guardan en su alma o poner la polémica al servicio de intereses que no siempre están claros.
PD. Lamento el larguísimo post. ¡Y me dejo cosas para otro día!
Yo sí creo que hay dos bandos, pero no son teta-biberón ni cuna-colecho, sino las que buscan gresca y las que no. Afortunadamente la mayoría de madres son gente normal, pero quizá las que quieren pelea hacen más ruido y por eso podemos creer que sí hay guerra de madres.
Por otro lado, habiendome criado con cinco hermanos aprendí de pequeña eso de que «dos no se pelean si uno no quiere», de modo que por mi parte, las que quieran criticar se pueden quedar hablando solas y ya se cansarán. Yo pienso seguir haciendo lo que me dé la gana, porque como dices hagas lo que hagas alguien te va a poner a caldo.
Yo pienso como Mamá en Bulgaria. En el mundo real la gente puede callarse su opinión cuando no piensa igual sobre un tema, pero en el mundo 2.0 es tan fácil ponerse a escribir y llevarse por delante a todo un sector con unas cuantas palabras que a veces la gente no mide el impacto. Sí creo que hay bandos de crianza en torno a la teta el biberón, la cuna y el colecho, el porteo y el carrito, el apego y la independencia, la guardería o los abuelos. estamos divididos en todo. Y muchos creen que su decisión es la mejor, y que no admite peros, martirizando sin compasión a quienes han optado por una forma diferente de crianza. En mi blog trato de evitar dogmatismos y peleas, pero aún así hay gente muy, pero que muy polemista.
Pero lo deben creer aquí porque yo en la calle, si los hay, no los he conocido. En realidad es gente con muy mala leche que deberían hacérselo mirar. Detrás del daño que le hacemos a las personas siempre hay una razón.
Pues no puedo estar más de acuerdo contigo, sí hay dos bandos, pero no son teta y biberón, son dos bandos de mentes cerradas que no aceptan más opiniones que las suyas propias…
Yo creo que la gente normal, en su día a día respeta las decisiones de los demás y hace lo que le viene en gana en su casa, al menos eso es lo que hago yo… aunque hay de todo en al viña del señor.
Totalmente de acuerdo, ya bastante difícil es la maternidad como para ponerse en guerra por ello 🙂
Desde luego Bea. Yo creo que las madres no estamos para esto. Yo desde luego no estoy por la labor de discutir con nadie sino de aportar algo.
Amén amiga
Gracias guapa!
Totalmente de acuerdo, a mi tampoco me aceptarían en ninguno de los bandos. Ya que nada que ver con mi primera hija que con la segunda. sus necesidades también fueron diferentes. Pero nada lo resume mejor que este video que te dejo, me pareció genial. Al final todas queremos lo mejor para nuestros hijos, que esta bien o mal?
http://www.upsocl.com/comunidad/vas-a-llorar-de-la-risa-con-este-comercial-sobre-leche-en-polvo-en-serio/
Sí, lo había visto, es muy bueno! jaja Un abrazo.
Hola! Yo eso de los bandos lo veo en Internet, porque desde el anonimato sale muy barato decir lo primero que te parezca, pero en la vida real no tanto. Ayuda que donde yo vivo la gente va muy a su rollo por lo que compartimos puntos de vista totalmente diferentes y no pasa nada, pero cuando me cruzo con los del pueblo o la capital, ya es otro asunto jejeje (perdón sí ofendo a alguien, sólo es mi experiencia). Desde que tengo a mi bebé en mis brazos soy partidaria del Hakuna Matata, es lo más sano, que bastantes problemas tenemos ya como para en vez de ayudarnos y apoyarnos, machacarnos 🙂