El duro golpe de los celos
Continuando con la entrada anterior (los celos: cómo abordarlos) y la fantástica colaboración de Miriam Tirado en ella, quería explicar cómo ha sido hasta ahora nuestra experiencia.
No me gusta la palabra celos, creo que lleva implícita un reproche al niño, como si no debiera sentirlos, y que no define bien el verdadero alcance de la problemática. Me encanta un artículo que leí hace poco en el fantástico blog de Leslie Power, titulada: ¿serán celos al nuev@ herman@?.
Creo que no tiene sentido contar toda la historia pormenorizadamente y desde el principio, porque resumir cada uno de los momentos difíciles y tristes que hemos pasado en estos siete meses ocuparía páginas y páginas y, en definitiva, se resume diciendo que para mi hijo mayor el nacimiento de su hermano supuso un golpe durísimo.
Suelo decir que los 30 meses y 23 días que tenía aquel 25 de abril de 2012 suponían que era demasiado mayor para no darse cuenta de lo que pasaba y el gran cambio que suponía pero demasiado pequeño para encajarlo con la madurez necesaria. De aquellos primerísimos días tengo tres recuerdos en imágenes con un sabor increíblemente agridulce:
– La primera vez que vió a su hermano en el hospital y a mi postrada en una cama sin poder levantarme, el día siguiente al del nacimiento, en una visita muy breve a la clínica donde todo parecía normal pero yo que soy su madre sabía que se había sentido profundamente herido y que aquel beso que le ayudaron a darme le supo a nada.
– La segunda vez que vino a la clínica, el día que me daban el alta, cuando abrió la puerta, me vió y automáticamente se le empañaron los ojos y me dijo mami, te quiero mucho, con la voz entrecortada y llorosa que casi no le salía.
– El berrinche tan grande que tuvo apenas momentos después de entrar aquel día por la puerta de la habitación de la clínica, donde por cierto había ido porque nadie había conseguido que consintiera quedarse en casa de los abuelos y como si le fuera la vida en ello pedía verme. Aquel berrinche en el que todos lloramos y yo supe que mis sospechas eran ciertas: todo su mundo se había derrumbado.
El primer mes y medio fue horrible. Ese niño siempre alegre, optimista, simpático y extrovertido se convirtió en un niño que alternaba la tristeza y la ira. Parecía otro. Se refugió en su padre y algunas veces incluso escuchar mi voz le hacía tener un ataque de ira. Estaba rabioso, muy enfadado, no quería saber nada de mi: que no le hablara, ni le tocara ni me relacionara con él. Pero al mismo tiempo muy dolido y muy triste, porque en su enfado había perdido a su madre, y sin mi no sabía estar. Empezó a hacer cosas que nunca había hecho, como tirar cosas al suelo, o romperlas, o pegar a cualquiera que se cruzara en su camino. Despertarse por las noches a cada momento que Bebé se movía, llorar sin ningún motivo (aparente, claro), dejar de jugar, buscar evasión en la tele y la tableta mientras se chupaba el dedo sin descanso. Parecía que le habíamos destrozado la vida.
Fueron 4-6 semanas muy difíciles para todos. A partir de ese momento, no sé si por el propio paso del tiempo o porque le dimos el espacio y la calma necesaria para que sacara toda su rabia, mejoró muchísimo. Poco a poco todos habíamos ido encontrando una nueva identidad, su padre había sabido tomar las riendas en un momento en que era increíblemente necesario y su relación se había estrechado.
Suelo decir que a él se le juntó todo. El cambio de los dos años y medio a los tres es un cambio muy grande para cualquier niño: maduración, lenguaje, comprensión del mundo… En su caso (como en el de muchos), dejar los pañales, dejar el biberón, empezar el colegio… Muchas cosas para madurar en muy poco tiempo.
La relación con Bebé siempre ha sido buena. Cada niño lo canaliza de una forma, él estaba indignado con nosotros, sobre todo conmigo. Mucha gente piensa que los celos consisten en intentar putear al hermano de todas las maneras posibles. No digo que eso no pueda suceder, pero hasta el momento no ha sido así. Tampoco es que de primeras se mostrara interesado en él, pero enseguida empezó a prestarse a tirar los pañales a la basura, avisaba si lloraba o comentaba otras cosas sobre él.
Después de aquel bache fuimos saliendo y cada vez estamos mejor. Aparentemente. Porque hay tantas señales que alguien que le conozca sabría interpretar captando su tristeza… Qué duro cuando los que más quieres ya no te prestan atención en exclusiva, cuando vienen los abuelos a casa y también quieren compartir el tiempo con tu hermano, cuando vas por la calle y los que antes te decían algo ahora ni te miran a la cara sino que se dirigen a Bebé…
No soy experta en celos (más aún cuando soy hija única), voy aprendiendo sobre la marcha, pero sospecho que los celos siempre estarán ahí, aun cuando tengan 20 años. Unas veces mejor, unas peor, como en una montaña rusa.
Desde hace unas semanas estamos atravesando de nuevo un momento delicado. Bebé ha espabilado mucho, ya no es un saco de patatas tirado en la cuna o colgadito de mamá. Ahora es un bebé que se sienta en la trona y quiere cogerlo todo, que come pan y algunas cositas, que se sienta en el suelo, que coge y chupa sus juguetes, que se arrastra por el suelo, que reclama los brazos de papá o mamá o de la abuela. Ahora sí es un rival.
Tiene sus ventajas, eso sí: ambos han descubierto que se lo pasan bien juntos, Bebé porque tiene un referente del que aprenderlo todo y con el que partirse de la risa y Mayor porque ha descubierto que Bebé es su mayor fan. Esto da mucho juego y ha creado una relación de adoración – tirria muy típica de hermanos. Así que en casa tenemos a diario escenas que a muchos les sonarán: al mismo tiempo que le busca para que se ría con su última ocurrencia, o le da besitos cuando llora, se empeña en quitarle cualquier cosa que el pequeño alcance o intenta desalojarle de las piernas de su padre en cuanto le está haciendo el caballito.
Hemos tenido momentos tiernos y divertidos, como cuando dice que quiere coger a Bebé y llevárselo al cole e intenta cogerle en brazos o cuando se cabrea porque no dejamos que duerman los dos juntos.
Y hemos tenido dificultades de lo más variopintas. Hacerse pis encima varias veces sin motivo ninguno, y cuando digo pis no digo una gota, digo hacerse pis totalmente y cuando digo sin motivo alguno digo que casualmente ninguno podíamos hacerle caso en ese momento. Tener por unos días terrores nocturnos y pesadillas en las que a veces salía el nombre del hermano. Dejar de comer, esta para preocuparse porque se está quedando en los huesos (más todavía). Llorar por pequeños contratiempos por los que antes no lloraba. Chuparse el dedo cuando había estado a punto de dejarlo hasta llegar a hacerse herida (y aún así seguir chupando).
Como padres, aún sabiendo que es responsabilidad nuestra ejercer de guías y ayudarle a superarlo, a superarlo todos juntos, puedo decir que está siendo duro. Es muy duro saber que la decisión que has tomado ha dañado a tu hijo. Si ya de por si es duro ver sufrir a un hijo, más duro aún es verle sufrir por algo de lo que uno es responsable directo.
Cuando me preguntan qué tal lo llevamos, sobre todo si me lo preguntan padres a punto de pasar por lo mismo, me muestro algo dubitativa porque no puedo mentir y de hecho creo que no debo. No es que no sea fácil, es que es lo más complicado por lo que hemos pasado como padres. He pasado momentos de sentirme una mierda de madre tras haber perdido los papeles y haber hecho cosas que jamás pensé que haría, momentos de sentirme agotada y sin más recursos, momentos de tremendo desánimo (sobre todo con el baby blues que pasé los primeros meses). Pienso que lo que no podemos hacer es negarlo y hacer como si nada, limitándonos a sobrevivir, lo que tenemos que hacer es esforzarnos en encajar las piezas del puzzle. En ello estamos… y tampoco nos está yendo mal.
Me siento identificadísima. Yo ya estoy en la recta final del embarazo y el séptimo mes ha sido horrible. Nora con rabietas encadenadas, llorando por querer quedarse conmigo, tiene una dependencia brutal de mí y no la puedo dejar ni con mi madre, que cuando estaba con ella yo no existía. Los30 meses han sido durísimos, parece que hemos mejorado, pero en dos meses llega la hermana y sé que lo vamos a pasar aún peor. Pero te digo, a mí me encanta tener a mi hermana, aunque no nos hayamos entendido hasta bien mayores, no la cambio por nada y de hecho me pasé la niñez pidiéndole, rogándoles a mis padres otro hermano…nunca llegó y siempre pienso que habría sido genial. No te sientas mal. Cuando tengan20 y 18 serán inseparables
En nuestro caso, el paso de los 30 meses a los 34-35 meses ha sido muy intenso. Obviamente no puedo asegurar cómo hubiera sido sin hermanito de por medio, pero creo que hubieran sido intensísimos igualmente. El cambio que ha dado mi hijo a todos los niveles, pero sobre todo de madurez, de comprensión del mundo, de lenguaje… ha sido tremendo, y eso hace mella, todos los grandes cambios alteran la vida de los niños (alimentación, sueño, enfados…). Si le sumas un nuevo habitante, ¡para qué hablar!.
Pero sí, yo creo que dentro de un tiempo serán inseparables, o al menos buenos amigos.
Besos y ánimo.
El chantaje del hijo mayor, la manipulación que ejerce sobre los padres, quienes se sienten culpables no se de que, para seguir siendo el actor principal de la familia. Hay que sentirse mal por los dos hijos y no por uno. No convirtamos al segundo hijo en una víctima !. Incluso hay niñ@ que pegan a sus herman@s menores y los padres miran para otro lado. Es el buying en la propia familia de forma consentida.
Mi hijo mayor tenía 30 meses y 9 días cuando llegó al mundo el pequeño. He visto pasar estos 7 meses (qué ahora tiene el pequeño) reflejados en cada una de las palabras qué has escrito. Nosotros, como padres, hemos tomado una de las decisiones más importantes en la vida como es la de traer una vida al mundo, y en ningún momento se les ha preguntado, ellos simplemente se han encontrado con otra personita qué les ha obligado a compartir ese trono qué hasta hace poco era sólo de ellos. Gracias por tus palabras transparentes, sencillas y sobretodo sinceras.
Ay, Noelia, no sé si me alegra que te hayas visto reflejada! ;-S Besos.
Yo estoy embarazada de 7 meses y Lo tiene 2 años y un mes. Me han ayudado mucho estos dos últimos post tuyos, estoy recopilando información. No me importa que me lo pinten duro, ya sé que lo va a ser, prefiero estar preparada y lo más concienciada posible. Y si voy cogiendo ideas para sobrellevarlo, aún mejor. 😉
Mucho ánimo… y sigue contando!
Hay que estar preparada pero yo tampoco me preocuparía con antelación porque nunca se sabe… Ánimo y que sigas bien con esa tripilla!
Pobre que difícil es pasar de ser el rey de la casa a ser rey consorte, es normal que pase por un tiempo de adaptación, nadie le ha enseñado que es eso y sólo el puede aprenderlo con el tiempo. No te preocupes que seguro que vosotros lo habéis hecho estupendamente bien, no tienes que sentirte responsable más que de darle una familia a la que seguro que va a adorar. Después no sabrán vivir el uno sin el otro. Me ha encantado leerlo, sobretodo porque nunca me había planteado cual sería el mejor momento para traerle a casa un hermanito a la peque.
Besos y ánimo que pronto veras los resultados.
Pues… no creo que haya un momento idóneo, te lo digo con el corazón en la mano!
Estos posts me llegan al alma, en tres meses llega la segunda, y con la personalidad que tiene la primera, sospecho que será durillo. También pienso que serán meses duros, pero que es bueno que lo externalicen. Que se enfaden, golpeen, lloren, seguro que es mejor para poder aceptar al hermano y quererlo pese «a todo». Creo que si se lo guardan dentro es peor… Las emociones las tienen que tener, es un cambio abismal en su vida, y si las expresan, aprenden a vivir con ellas. Porque van a tener que hacerlo…
Dicho ésto, no me arrepiento de tener otro, ni creo que lo haga. Por muchos celos que tenga, seguro que es mejor tener celos+hermano que no celos + no hermano. Lo que les aporta un hermano compensa con mucho esa dura etapa.
Creo que es muy bueno externalizar, en los niños y en nosotros los adultos, no hay que reprimir las emociones. Me quedo con tu último párrafo. Gracias!
Nunca lo había pensando tan negativo desde ese punto de vista, solo desde el del doble trabajo. Gracias por abrirme otra perspectiva desde la cual pensar las cosas, saberlo siempre ayuda.
Muchos ánimos!
Gracias a ti. Lo del doble trabajo la verdad que no sé si es doble o triple, es una locura!! Besos.
Ayayayyyy que en mes y medio tengo al segundo! Qué miedo!
De todos modos, soy la mayor de 6 hermanos y puedo afirmar que no hay nada en el mundo como los herman@s, con los que puedes contar para absolutamente todo. De pequeños claro que nos peleabamos, y a lo bestia, pero ahora somos una piña y esa relación no hay quien la rompa.
Puede que como madres nos sintamos mal al proncipio por «perturbar» el mundo de los mayores teniendo otros hijos, pero eso es un regalo a largo plazo para ellos increíble.
Me quedo con tu última frase. Un besazo.
*»al principio», perdón 🙂
Un hermano es el mejor regalo que como padres podemos hacerle a un hijo… Los celos están, como vos bien decís, y van a estar por muchooos años (por no decir por siempre) pero también siempre tendrán alguien con quien compartir todo (lo bueno y lo malo) … No te angusties, ya vas a ver que pronto lo va a empezar a disfrutar!
Sí, pronto irá mejor… ¡o no! Es que nunca se sabe, verdad?. Pero irá evolucionando y creo que los momentos irán siendo más puntuales… Besos.
Yo tenía miedo de no saber querer a la pequeña tanto como a la mayor. Y noto diferencias en mi comportamiento, hacia una u otra. Mi hija mayor nos vio a las dos cuando llegamos a casa. No le hizo gran caso a la hermana, y tampoco a mí. Le habíamos comprado un regalo que le traía la pequeña al nacer. Y siempre hemos estado pendientes de que ella estuviera incorporada en las acciones del día a día con la hermana. Como te decía en el comentario del post anterior, la diferencia de un poco más de dos años no parecía que hiciera mucha mella en ella. Ahora, que cuando la pequeña ha empezado a espabilarse y a recibir la atención de todos, si hemos notado que ella trataba de llamar la atención. Pero, creo, que es tan buena, que salvo en contadas ocasiones, que se pone a llorar lágrimas de cocodrilo, ha sabido, y nosotros con ella, canalizar los celos en otra dirección. Sé que me quedan un montón de «luchas» que lidiar entre ambas, pero supongo que forma parte de la infancia entre hermanos.
Te decía también por otro medio, que te tengo en muy alta estima, porque eres muy coherente con todo lo que dices, piensas y haces, y no escondes los momentos de «mala madre» por los que todas pasamos. Yo creo, desde estas líneas, que conoces muy bien a tus hijos y que sabes como encaminar las situaciones, aunque te puedan desbordar en ocasiones.
Los celos pueden aparecer, no solo a nivel de hermanos, sino también a nivel profesional, en el colegio, etc… Y nosotras como podemos ayudarles es encauzando ese sentimiento a algo positivo.
BEsos
Muchísimas gracias por tus palabras, Marta. ¿Quién no se desborda en ocasiones? Yo últimamente creo que lo hago con demasiada frecuencia, quizá me exijo demasiado… Pero estoy en el camino de ayudarnos a todos a llevarlo mejor, creo que no vamos mal. Besos!!
Yo no he tenido hijos, pero puedo hablarte como hermana mayor. Cuando nació mi hermana, yo tenía 6 años y medio. Había pasado todo ese tiempo de hija única, y casi que de nieta única tanto por parte materna como por parte paterna (por cercanía de la vivienda, yo veía a mis abuelos mucho más que mis primos).
Para mí fue un destronamiento en toda regla. Me alegré de tener una hermana, sí, pero pronto descubrí lo que conllevaba dejar de ser la única. No es que me dejase de gustar, pero a veces sí me daban bastantes celos, sobre todo cuando ella era graciosa, pequeña y extrovertida y yo estaba pasando por una edad muy fea (cuando ella estaba en toda su época bonita de los 2-5 años, yo estaba entrando en la pubertad, y me estaba convirtiendo en esa cosa informe en la que se convierten todos cuando están dejando de ser niños pero aún no son adolescentes).
Aún así, no creo que mis padres lo hicieran mal. Nunca me hicieron sentir como un cero a la izquierda, o al menos no intencionadamente. Y hoy en día me llevo bien con mi hermana, a pesar de que ahora esté pasando por un trance un tanto insoportable jajaja (16 años, supongo que no hay que decir nada más) Tenemos nuestras trifulcas, pero casi nunca nada serio, y aunque ambas somos muy independientes, hay cariño de hermanas y eso es indiscutible.
Gracias por compartir tu historia Seishi, me alegra que ahora la relación sea buena, seguro que cuando pase «ese trance» será mucho mejor! jaja Besos.
Mis hijos se llevan 20 meses, el pequeño tiene un año ahora. Te escribo para darte ánimos porque leyendo tu post me reconozco en la tristeza y la inquietud, en la preocupación que se siente. Como ya estás viviendo habrá días muy malos, en los que Mayor se cruce por completo, y días buenos, en los que él asuma sus sentimientos con mucha más paz. Y sí, los celos entre hermanos perduran (casi) siempre, pero forma parte de la familia, y todos aprenderéis a vivir con ellos, como con otros sentimientos.
Y eres humana, todos nos equivocamos, muchas veces al día, pero luego intentamos mejorar, repítelo como un mantra jaja.
Animo.
Muchas gracias por tu comentario, Marta, te lo agradezco. Un beso!
la verdad, voy a diferir en todos los comentarios anteriores, incluso con la blogera.
yo tengo 2 hijos, el mayor tiene 8 años, y la pequeña 3, se llevan 5 años, y eso para el mayor (bajo mi punto de vista), ha sido bueno, pues él en ningún mometo ha sentido «celos», sí qu en algún momento nos ha reclamado más atención de la que le estabamos proporcionando en ese moemento, pero por lo demás…, la que tiene muchos «celos» es la pequeña. Siempre nos está reclamando a todos, pero especialmente a mí, no me deja ni por un momento estar sola con el mayor, si está haciendo bederes, ahí que estamos todos, si le estoy preparenado las cosas para la ducha, lo mismo, si le llevo a música, se tiene que venir, no quiere dejarme sola con él, pero me imagino que poco a poco lo irá superando, ya que es una niña muy independiente, pero tiene que hacer todo lo que hace el mayo, y si mamá lo hace con él, más todavía.
Ahí os dejo un comentario diferente, por si alguien se eiente como yo en ese sentido.
Un saludo.
Gracias por compartirlo, Ruth. Bueno, ya llegaré a ese momento, porque algo me dice que llegará el día en que Bebé también esté celoso, no me cabe la menor duda. UN beso.
Me siento taaaan identificada. Mi bebe tiene ya 8 meses y mi hija 28 meses. Yo aun no me encuentro en este momento que dices en que parece que todo va encontrando un lugar, ahora estamos en plena tormenta intentando no naufragar. Mi hija ha hecho lo mismo que tu hijo, dejar de comer, rabietas, romper cosas, pero ademas TARTAMUDEA, cosa que no hizo jamas. Y no deja respirar al bebe (es otra nena), le pega, la pisa, …en fin. Poco a poco. Si que es triste y duro, pero los momentos en que se miran y se rien juntas, te hacen sentir en las nubes. Y lo que decias de que los celos quizas duren para siempre, yo creo que de alguna manera si, pero bidireccionalmente. El bebe habra un momento en que tambien empiece a sentirlos, porque ser el mayor tmb tiene sus ventajas. Pero ya veras como al final te agradeceran no ser hijos unicos!! Besos.
Jo, vaya… Siento que lo estés pasando así. Y, sí, no me cabe duda de que el pequeño también llegará a sentir celos, pues además de momento es muy dependiente de mi y dentro de nada mostrará que no quiere compartirme con nadie.
Espero que tener hermanos les compense, de eso se trata, ¿no?. Besos.
Hola! Fui hija única durante mis primeros 5 años de vida, primera hija, sobrina y nieta por ambas partes de la familia, así que tuve reinado en exclusiva para aburrir. Cuando nació mi hermana, recuerdo que yo quería que fuese un niño, con lo que ya empezamos mal la relación, pero creo que puedo decir que si tuve celos, solo fue por la parte de mis abuelos paternos, que son muy de que el mayor es el mayor y el bebé es el bebé, y se hace caso al bebé y el mayor que se entretenga pintando o jugando, y ahí recuerdo que sí que lo pasé mal, pero en secreto, porque como ya era «mayor» no se esperaba de mi esas reacciones, claro. La relación con mi hermana? Bueno, siempre nos hemos peleado bastante, pero porque somos muuuy diferentes, tenemos personalidades bastante contrarias, así que hubiéramos chocado igualmente si hubiésemos sido amigas de instituto. Pese a eso, ahora tengo 25 años, ella 20 y aunque seguimos batallando, ella sabe que siempre estoy disponible para lo que necesite.
Con esto te quiero decir que el dejar que Mayor se exprese es lo mejor que podeis hacer, de mi ya te digo que no se esperaba nada «incorrecto» y tuve que mantener el tipo y eso sí que me dolía, más que cualquier ignoración a mi para hacer mimos a mi hermana. Si puede ir sacando lastre se irá sintiendo mejor. Bebé no deja de ser «algo» que se ha encontrado de repente y a lo que se tiene que adaptar y llevará tiempo, pero si lo hace a su ritmo, lo aceptará y estará encantado con su hermanito. Además, entre chicos que se llevan tan poco la relación será más sencilla que entre niñas, seguro! 🙂
Me imagino lo que cuentas y pienso que debió ser complicado. De hecho ahí tocas también otro tema, que es el de reprimir en los niños muchos sentimientos y situaciones diarias porque «se es mayor», como si hubiera un límite máximo para cosas tan normales como llorar. Así nos va, reprimir no trae nada bueno!. Un beso grande, gracias por compartir tu historia.
Me gusta mucho este post por su sinceridad, por otra parte como todos los tuyos. Nos pintas la situación tal cual es, sin paños calientes, y es que para el mayor tiene que ser una experiencia realmente difícil, es bonito cómo una madre puede realmente comprender lo que sienten sus hijos.
Porque, vaya, yo es la primera vez que veo que alguien cuenta esto de esta manera. Normalmente se habla de los celos de los hermanos como algo indeseable que hay que evitar, y si muestran indicios de ello se les censura, a los pobres, como si no tuviesen bastante con todo lo que se les ha caído encima. O se ríen de ellos, que ya me parece lo peor de lo peor, y se burlan de su comportamiento. Esto no suelen hacerlo los padres, sino las personas que los rodean, pero me temo que los padres se callan bastante porque es difícil ponerse en su lugar y saber lo que están pasando como tú lo haces.
Enhorabuena por ser así, y mucho ánimo que todo mejorará. Cuando te des cuenta serán uña y carne, yo no sé qué haría sin mi hermano.
Entiendo lo que dices, yo también lo he visto. En general, creo que la tendencia es a evitar muchas cosas que son normales. Bueno, a evitar no porque no se puede, pero si a tapar. No sólo no le encuentro sentido, es que creo que exteriorizar ayuda a sanar. Un beso, me alegra que te vaya tan bien con tu hermano, me gusta saberlo 😉
Según se van haciendo mayores y van compartiendo juegos y vivencias, se hace todo más fácil. Lo mejor es intentar vivir con naturalidad cada fase y disfrutar de todo lo bueno que tiene ver crecer a dos hermanos. Hay cosas realmente bonitas, situaciones muy tiernas.
Un beso.
Sí, situaciones preciosas, es verdad. Besos!
Te leo desde hace mucho tiempo, cuando mi primer hija era bebé, sigo contigo porque apenas tuve a la segunda y en fin, la necesidad de conocer a quienes están pasando por una situación similar a la mía aunque vivamos en otro país.
Mi hija mayor ha recibido a su hermana en agosto de este año con tan solo 25 meses de edad, tal como dices es mayor para no darse cuenta de que algo cambió, más aún cuando ya ha dejado los pañales y tiene un amplio dominio del lenguaje, no acierto a decir con claridad como lo ha tomado ella porque para mí estos primeros tres meses con ambas han sido algo borrosos, sé que al principio estaba enojada porque nos pegaba a todos menos a su bebé, ahora llora demasiado por cualquier cosa y a pasado a reemplazarme por su padre o su primo (único) y sus tíos. Vivo un estira y afloje, de repente quiere que le haga caso y de repente no le importo en absoluto, no solo ella está confundida, yo también.
El día de hoy cumple 29 meses y de lo único que estoy segura es que de alguna forma nos hemos separado y no sé si va a ser posible que volvamos a tener la unión que tuvimos.
Saludos
Hola Joyce, qué bien saber de ti! Lamento mucho que lo estés pasando mal, entiendo bien lo que estás contando… además que tu mayor es pequeña, aunque a veces los niños que hablan mucho «engañan», realmente con esa edad es muy chiquitilla. Te mando todas mis fuerzas y ánimos y si necesitas un hombro en el que desahogarte, aquí me tienes. Besos.
Que te voy a decir yo, si leerte es leer mi propia historia.
Suerte y paciencia que todo va encajando en su lugar.
Besos.
Gracias guapa, un beso.
uff!! q dificil yo estoy de 22 semanas y a pesar de q en mi familia todos quedaron en desacuerdo mi hija de 5 años se entero conmigo q estaba embarazada al principio estaba todo bien me ayudaba me preguntaba si presisaba algo cuando en los primeros meses me daban las vomiteras de estar mas de una hora en el baño y ella alli acompañandome pero hace un tiempito digo 1 mes mas o menos en cuanto se me empezo a notar la panza y la noticia ya la sabia todo el mundo empezo a cambiar ya no era ese secreto q guardabamos los tres ya se empezo a dar cuenta q la cosa va a cambiar q ya no es ella sola q ya esta el herman@ espero para abril y en ese momento ella ya va a tener 6, pero siento q a retrocedido mucho, llora todo el tiempo, no se le puede decir ni pedir nada porq ya larga el llanto pasa todo el dia en la tv no quiere hacer la tarea, y realmente me siento culpable porq deseaba mucho y hace mucho un herman@ para mi niña y ahora pienso q no fue la mejor decision, ya me han dicho q tenia q haberlo tenido antes, pero fueron dos años durisimos buscando un embarazo q no llegaba, y ahora pienso q pudo haber sido por algo, porq le estare afectando algo a mi niña
No hagas caso de lo que te digan, tener un hermano siempre es complicado. Es probable que más que de la edad dependa del nivel de madurez que tenga el niño, de las herramientas emocionales que tenga para asumirlo. Seguro que no hay distancia del todo buena. Pero mucho ánimo, verás que luego no es tan terrible!!!!! Un beso grande.
pues todos mis primos ahoran han tenido el segundo y todos peques quieren cuidarles y saber porque lloran.
en cambio, tuve una conocida que fue hija única durante 10 años y cuando nació su hermana la tuvo celos porque la quitaron la propina una buena temporada, pero vamos, que con ella se lleva muy bien.
saludos
Tal parece que estamos en el mismo barco. La experiencia de los celos es de lejos lo mas duro que me ha tocado afrontar en la vida. Recuerdo aun la carita de mi chiquita mayor, de 25 meses, cuando me vio cargando a su hermanita en la clínica y me dijo desesperada que no la cargara. Yo le hice notar que la bebe estaba llorando y que había que consolarla. Ella me dijo «que la cargue su mamá!!!!». Se me partió el alma.
Y las cosas no mejoraron mucho en meses, recrudecieron con el gateo y ahora con la caminata. Cada vez que recrudecen nos envuelven a todos los de la familia en un caos de gritos, tira y jala, castigos, llantos, etc. 24/7 por largas semanas. Ojalá no tuviéramos que pasar por esto. Lo bueno es que cuando superamos la etapa, valoramos mil veces más la paz y la alegría (por lo menos yo).
Yo tambien me siento muy identificada sobre todo por como se comporto mi hija mayor conmigo desde la llegada del bebe. Siempre nos habiamos sentido muy unidas, Ari no podia estar en el sofa sin estar encima mio dandome besos.Con la llegada de Julia todo cambio, solo existia papa, casi la tenia que suplicar los besos e incluso llego a pegarme, no he llorado tanto en mi vida pensando que por darle una hermanita con la que compartir su vida, sus juegos habia conseguido que dejara de quererme. 4 meses despues todo ha vuelto a cambiar, vuekve a darme besos sin pedirselos!.
Solo puedo decir que he pasado la peor etapa de mi vida pero me siento muy feliz de ver lo buena hermana mayor que se esta convirtiendo
Me alegra que esa etapa tan mala haya pasado. No te voy a engañar, después vendrán otras. Con cada avance de tu bebé es muy probable que lleguen celos de otras maneras. Pero cada vez seréis todos más fuertes como familia, ya lo verás. Un beso.
Mis hijos van más o menos como los tuyos, ya que mi hija mayor nació en diciembre de 2009 y mi hijito nació en mayo de 2012. Mi hija dejó de hablarme apenas llegué a casa de la clínica con el bebé. Me ignoraba y solo quería estar con su papá. Al hermanito no le hacía caso, era indiferente a todo lo que el bebé hiciera, ni lo miraba, era como si él y yo no existiéramos. Eso me tenía contra el piso, sumado a que sufrí depresión postparto y demás. Cada vez que mi niña me veia amamantando quería que la llevara al baño (el nacimiento del chiquito justo coincidió con su entrenamiento) o quería comer, aun cuando la abuela estaba en casa ayudándome, pero solo quería que yo le diera de comer, en fin, fueron meses horribles que yo me sentía sobrepasada, incapaz de manejar la situación y muy mal conmigo misma porque no podía lidiar con ambos niños y sus necesidades. Con el tiempo mi hija se fue adaptando y hoy por hoy quiere mucho a su hermano y la relación entre ellos es muy fluida y cariñosa (cuando hemos tenido que regañar al chiquito la niña lo defiende) y yo ya encontré la manera de satisfacer las necesidades de ambos y darles todo el amor que se merecen (al menos eso creo) y sobre todo sentirme cómoda con 2 pequñines.
Sé muy bien cómo es lo que cuentas ¡lo he vivido! Un abrazo grande
Hola.Tristemente me.siento muy identificada.Con pequeñas diferencias pero nos pasa lo mismo. El mío pequeño va a hacer dos años y el mayor, que tenia 26 meses cuando nació, sigue mal,con altibajos pero mal.Ese niño dulce, tranquilo y feliz ha pasado a ser un niño que se pide ser los malos de cuentos o dibujos ,que está muchas veces enfadado,que junta los dientes en una expresión de rabia sin razón aparente… Me siento muy triste muchas veces. Gracias por hacerme ver que no soy la única que ha perdido los papeles en algun momento.
Vaya! Solo puedo decirte q tengas paciencia, que seguro q lo estás haciendo bien y al final todos encontraréis vuestro lugar. Yo todavía no tng hijos, viene mi primer bebé ahora y será el
Primero para las dos familias. Pero soy la hermana mayor de 3 hermanas, y tb pase lo mío… Aún lo pasamos de hecho y tenemos entre los 21 y los 29! Creo q es de la propia naturaleza fraternal estos pequeños dramas de identidad. Tranquila q estarán bien y se quieren
Gracias Nuria 🙂
Oh dios , yo estoy pasando por eso en estos momentos, me siento totalmente identificada.
No sé qué hacer !! Me siento atrapada con el comportamiento de mi hija , desde que nació su hermana todo es darme la contra y mi paciencia se acaba 🙁 jamás pensé que tener otro hijo iba a ser tan duro.
A nosotros nos pasó igual Ari… y la verdad que no te puedo dar mucho ánimo porque en nuestro caso los celos son mutuos y casi cuatro años después seguimos teniendo una gran rivalidad.
Alguien se pregunta por ese hijo/a que viene después, sobre lo que le pasa, lo que vive, lo que le supone y lo que le afecta y afectará los celos de su hermano/a mayor ?. Siempre nos centramos en los celos del mayor, en sus rabietas, en su sufrimiento (al que le saca buen rendimiento), en como se siente, en como lo afronta y nadie se fija en el que viene después, en la víctima real. El mayor se asegura ser el primero, el principal porque para que no tenga celos se cambiaran conductas, se minimizaran aciertos, objetivos alcanzados por el segundo hermano/a. El mayor de forma perversa e inconsciente puede conseguir ser el number one.
Un post bastante antiguo! He aparecido por aquí por estar pasando por lo mismo, aunque después de 3 meses ya no con la misma intensidad. Lo único que hacía mucho antes era llorar cuando la oía llorar a ella, o al cogerla, y se despertaba varias veces por las noches llorando. Ahora muchos días la cosa va más o menos bien, y otros días pues le molesta mogollón que la coja.
Es cogerla del carro y llora diciendo: «el bebé «.
Hace poco hasta me esquivaba o prefería a su padre casi en todo.
Hemos mejorado mucho, jugando muchísimo y muchos mimos, sobretodo cuando la bebé está durmiendo.
A ver cómo va la cosa cuando empiece a gatear y demás la peque..
El mayor tiene 2 años.
Hola Adriana,
Por mi experiencia (ahora tengo tres hijos y los dos mayores tienen 9 y casi 7) los celos es algo que será mutuo y que nunca se irán. Pero lo bueno es que nacerá también una relación de amor y amistad y tendrán sus ratos buenos, sus ratos regulares y sus ratos malos, como supongo que tienen todos los hermanos. Aquí lo pasamos muy mal, pero verás que con el tiempo, con mucha paciencia y amor, todo va mejorando. Con 2 años no se le puede pedir mucho, pobrecito. Un abrazo.
Cuando el pequeño nació, Mayor tenía 12 meses. No le hacía mucho caso, pero sí sentía la curiosidad, le tocaba sobre todo los ojos, o nos avisaba si lloraba. Pero dejó de hablar. Si antes empezaba a decir las típicas primeras sílabas, desde entonces calló, y no ha vuelto a decir ni papá o mamá. Ahora tienen dos años y medio y un año y medio.
Creéis que dejar de hablar pueda haber sido por celos «inconscientes»?