Cuando los años van pasando y tus hijos siguen sin dormir
Hace un par de semanas tuve una de esas conversaciones que no te esperas pero que disfrutas mucho y que te dejan pensando durante días. En el parque, una mamá comentaba lo mal que dormía su hija, ya de la edad de Mayor, y a raíz de ahí iniciamos una fantástico desahogo en el que pusimos muchas de nuestras experiencias en común, todo ello con tanto humor que debo decir que probablemente no me había reído tanto en todo febrero.
Cuando los niños son pequeños, con más o menos apuro, te atreves a comentar que tus bebés duermen mal. Digo lo de apuro porque cualquiera confiesa que duermes con ellos o que les das la teta, o que te levantas trescientas veces en una noche… no está el 1.0 como para irlo soltando por ahí alegremente. Pero luego los niños crecen y se supone que todo pasa, ¿verdad? ¡Ja!
Cuando los años van pasando y tus hijos siguen sin dormir
Sospecho que no somos pocas familias en las que la fiesta continúa pasados los años. Lo que sucede es que estamos dentro del armario, como con tantas otras cosas. Pero un día te encuentras a alguien que está en la misma situación que tu y te das cuenta de que nada es tan raro ¡y de que la locura compartida parece menos locura!
Nosotros pronto cumpliremos cuatro años de fiesta nocturna non-stop. Ahora pienso en todas esas horas perdidas cuando Mayor dormía bien, ¡qué ilusos pensando que ya todo sería así! Pero entonces nació el Peque y ¡alegría alegría!
Estas son las fases por las que habíamos pasado:
- La primera semana de vida del Peque, abría los ojos a las doce en punto de la noche y no los cerraba hasta las 06-07h de la mañana. Es decir: una semana entera sin dormir ni un minuto en TODA la noche. Ahí, pisado fuerte.
- Cuando llegamos a casa, Mayor todavía colechaba con nosotros, el Peque dormía en una minucuna al lado. Cada vez que se despertaba o le tenía que dar la teta, es decir, cien veces cada noche, Mayor, que hasta el momento había dormido como un lirón, se despertaba y me miraba con cara de pena, en silencio, como si le hubiera destrozado la vida.
- Al poco tiempo Mayor tomó la decisión de irse a dormir a su cama y a su habitación. Y al mismo tiempo dejó de necesitar compañía para quedarse dormido, así que durante un largo tiempo estuvimos tranquilos por su parte.
- Pero a Bebé lo que su hermano Mayor hiciera o dejara de hacer le daba igual, así que hasta bien entrados los 2 años se estuvo despertando… ¿10 veces? ¿2o veces en una noche? ¿30? No sabría decir, normalmente a las 3 de la madrugada ya había perdido la cuenta y eran habituales los despertares cada 20 minutos.
- En torno a los 2 años y medio, es decir, con la misma edad que su hermano, el Peque decidió empezar a dormir solito en su cama y en su habitación. Con diferencias obvias, por supuesto, porque para dormir necesitaba tetita y eso no supuso en ningún momento que dejara de despertarse, aunque de tropecientas veces en una noche pasó a despertarse unas 3 veces.
Desde que el Peque se fue a su habitación, como si hubiera una especie de sincronización oculta, Mayor ha empezado ha dormir peor. De manera paulatina, sútil, pero evidente. De dormirse en dos segundos nada más tocar la almohada hemos pasado a días que le cuesta bastante, a días que no tiene ninguna gana de acostarse, algo que en él era rarísimo. Y de no despertarse ni con una bomba, hemos pasado a que se despierte una o dos veces la mayoría de las noches. Cuando sucede, dice que tiene pesadillas…. pero nosotros creemos que no. O al menos no todas las veces. Simplemente se despierta, se ve solo y llama desesperadamente. Quizá ha soñado algo desagradable, algo que le inquieta, y necesita contarlo.
Quiero pensar que lo que le ocurre es que nunca antes se había despertado en mitad de la noche y tiene que adaptarse, pero lo cierto es que llevamos ya varios meses con esta situación. Entiendo que se despierta, le da miedo la oscuridad, verse solo, y en vez de dormir se asusta y grita… pero indudablemente nos inquieta que se despierte ahora cuando en cinco años atrás había sido una auténtica marmota.
Ni qué decir tiene que cada vez que Mayor grita, el Peque se despierta. Él y la mitad del edificio, todo hay que decirlo.
Todo ello sumado a que el Peque, que pronto cumplirá cuatro años, sólo hace una noche del tirón al mes. Es decir, que si a sus dos despertares de media le sumamos los provocados por su hermano, algunas noches tenemos fiesta asegurada.
Fiesta porque nos lo tomamos con humor. Nuestra crianza tiene MUCHO humor. Y porque con tanto pasillo arriba pasillo abajo y tantos cambios de camas cada noche es una aventura en la que sabes en qué cama te acuestas pero no en qué cama amanecerás.
Normalmente el primer despertar del Peque es entre las 12 y las 2 de la madrugada, cuando nosotros estamos trabajando y no nos hemos acostado todavía. Ahí lo que hacemos es llevarle de nuevo a su cama, estar unos minutos y salir.
El siguiente despertar tengo tanto sueño que no tengo ni idea de a qué hora sucede, pero calculo que entre las 5 y las 6 de la mañana. Para cuando te estás recuperando de este despertar y el Peque se ha acoplado en nuestra cama, Mayor ya está llamando porque, sí, tras muchos años en los que hacía una falta una grúa para levantarle, ahora llevamos meses sufriendo que se levante a las 7 de la mañana, sin perdonar ni un sólo día de la semana.
Como le decía a esta mamá, los dos primeros años los pasé mal mal mal. Los que lo vivís sabéis hasta qué punto. Y ahora… pues ahora me he enganchado al humor y a veces mi marido y yo nos echamos unas risas en plena noche que es para vernos. ¿La esperanza? Bueno, la esperanza es lo último que se pierde pero la mía está bastante de capa caída. En los últimos años su manera de dormir ha evolucionado tanto que aunque sé a ciencia cierta que en algún momento dormiremos con normalidad, tras ya casi cuatro años esperando ese momento, simplemente he dejado de esperarlo.
Foto | Lotzman Katzman en Flickr CC
Uf, te entiendo… cómo te entiendo!!!!!!! yo estoy en esa fase también. Polluelo desde que nació su hermano ha vuelto a la cama familiar… pollito no quiere cama familiar, solo pide pista… ( de baile, y de gritos….) .
Hemos intentado de todo: luz antipanico, dormir con el…
E intento tomármela con humor ( siempre digo que me acuesto con alguien de 1,90 y me levanto con uno de 1,04 y muchas veces de otro de 90 cm, ja ja ja…. ).. pero hay días que sencillamente no puedo, porque ya mi cuerpo no resiste y el humor lo tengo algo «revenido»…
Muchisimo ánimo… dicen los sabios del lugar… que en un futuro nos quitarán el sueño por otros motivos ja ja ja.
Jajajajaja Ay Sonia, yo el día que pille el sueño no sé, eh!
Pues vaya… Menudo plan!
Mi mayor desde los tres años duerme como un tronco y no se inmuta hasta la mañana siguiente, pero el pequeño… Fiesta, fiesta loca la mitad de la noche. Sólo diré que creo que los vecinos nos odian.
Nosotros también nos reímos a veces por la noche, pero son risas histéricas, risas de locos, de esas de tener los nervios de punta hace años.
Por aquí otros vecinos que deben flipar 🙂
El tema del sueño para mi es el gran handicap de la maternidad. Mi hijo tiene tres años y medio y aun no duerme del tiron..alguna noche si…pero yo aun m dspierto x la inercia o creo oirle. Como vosotros hemos pasado mil fases..colechamos..muxos despertares nocturnos…turnos con mi marido..lo q sea!y siempre esperando q llgara el gran momnto:cuando tome cereales q stara mas lleno, cuando camine q estara mas cansado,cuando empiece
Ay, Yolanda, cuanto me suenan esos plazos que cuando llegan ves que nada de nada… Por eso digo que la esperanza no se pierde pero ya dejas de esperar ese momento, de alguna manera te resignas.
Una vez más, ¡cómo te agradezco que hables de ello! Y es que como bien dices hablar de esto es como salir del armario. Y seguramente te lloverán las críticas, y los «ya te dije que le estabais acostumbrando mal, que contigo duerme peor…» así que a excepción de mi madre nadie más sabe lo que han sido mis noches desde que más o menos tenía seis meses… cuando mi marido y yo decidimos (en caso de que nos preguntaran) decir que el niño dormía muy bien (o lo que es lo mismo, mentir como bellacos), y ajustarnos así a lo que se supone debería ser (que durmiera ya de un tirón).
Y es que cuando estás embarazada no te haces idea, o como mucho te imaginas que serán los primeros meses, pero los meses pasan, y los años también… Y yo volví a trabajar cuando mi hijo tenía cinco meses y de momento decidí que a ver si le acostumbraba, al menos parte de la noche en su cuna… pero por entonces todavía podía echarme siesta (al coincidir con verano sólo trabajaba por la mañana). Fue en setiembre cuando ya no pude más, y me informé sobre los beneficios del colecho (aunque me hubiese dado igual, la verdad, porque era o descansar yo o ir como una zombie a la oficina), y ya mi hijo se quedó conmigo (sólo conmigo, los tres lo intentamos pero era inviable por motivos varios…). Y era gracioso cuando había días que mi marido me decía que se había despertado varias veces y yo ni me acordaba, no tenía esa sensación, porque realmente es taaaan cómodo cuando te giras, le «enchufas» la teta y sigues durmiendo (aunque luego te duela la espalda…) que mis despertares en general eran mínimos.
Pero llegando los tres años dejó la lactancia nocturna así que se acabó esa comodidad, y empezamos con «ama, la mano». O si le decía que ya valía (pues se tardaba en dormir un mínimo de tres cuartos de hora) empezaba con «ama, ¿tú estás?». Porque se me había olvidado, pero desde los dos años y medio más o menos pasamos a su habitación, en su cama nido, y empezábamos la noche separados y luego a cierta hora se pasaba a dormir conmigo. Y también intenté que se durmiera solo, pero lo logré escasos tres meses llegando a los cuatro años, y los últimos días se levantaba una y otra vez, así que decidí desistir de momento. Y hoy, con cuatro años cumplidos en diciembre, es muy rara la noche que no se despierta al menos una vez, y sobre todo, que se despierta más allá de las ocho de la mañana. Y si estás con él sobre las seis o siete como mucho siempre se revuelve, así que quizá le logres frenar cogiéndole la mano, porque como se dé cuenta de que está solo… ¡adiós! Muchos días me suena el despertador a las siete y tengo que quedarme cinco minutos hasta que se vuelve a quedar, y duerme otros tres cuartos de hora… Pero de siestas ni hablar ni siquiera los fines de semana desde un poco antes de los cuatro años, y claro, cualquier plan fuera de casa hace que regrese agotado… En fin, que no, no estamos tan solas, y será cuestión de tiempo que nos veamos despiertas esperando a que vuelvan ¡de fiesta!
Hola Laura, ¡cómo nos entendemos, madre mía!
Soy de Ecuador y te siento tan cercana… estoy en una situación igual, tengo un hijo de cinco y otra de un año… y no he dormido bien desde que nació el primero, aún lactan los dos. A veces me siento orgullosa de eso.. y sé que es lo mejor.. pero otras ocasiones quiero explotar y mandar todo al diablo… encima practicamos colecho por lo cual en muchas ocasiones están los dos pegados a mis pechos succionando dormidos….. Un abrazo fuerte
Mucho ánimo Cristina, somos cientos de miles de madres en la misma situación. Toda mi energía positiva!
Dios de mi vida! Y yo pensaba que era la única!!! No sabes cómo me has subido la moral jajaja… Tengo tres peques y mi situación es exactamente igual a la tuya… Desde que nació el mayor no he vuelto a dormir una noche completa (hace 5 años)…. Como bien dices, a días de hoy me acuesto en una cama y no sé en cuál despertaré… Hay días en que pasó por tres camas distintas!
En fin, la esperanza es la último que muere… Saluditos!!
Hola, ha mejorado tu situación? Yo tengo una niña de 7 años que duerme bien pero fue tremenda y otro de dos años que me ha dado y me da unas noches toledanas…hasta el año, que le descubrimos alergias alimentarias, se despertaba 10, 11,12…veces cada noche y después la cosa mejoró a 3,4,5 veces.
Ahora estamos en una fase de muchos despertares, mucha inquietud y muchos gritos. Duerme conmigo desde siempre con una cuna de colecho, pero en breve no va a caber y sigue tomando pecho.
En fin, sé que esto tiene fecha de caducidad, pero el cansancio hace mella.
Un saludo.
Hola María, ha mejorado al cumplir 5 años. Te dejo el post por si lo quieres leer: 5 años para que el Peque duerma del tirón