Carrito de bebé Invictus: nuestra experiencia

Seguramente nos habréis visto en redes con nuestro carrito de bebé Invictus.

Es un cochecito que no pasa desapercibido. Estéticamente suele gustar mucho, sobre todo por el espectacular chasis de madera que tiene nuestro modelo V-Pram, pero también por el color tan precioso que tiene en gris clarito. Os puedo decir que me han parado por la calle varias veces para preguntarme por el carro y que cada vez que voy a algún sitio no faltan comentarios sobre lo precioso que es. Está claro que sobre gustos no hay nada escrito, pero en mi caso es el carro de bebé más bonito que he tenido.

Es una novedad en España por lo que no hay mucha información sobre el Invictus en castellano, así que aprovechando varias siestas de la niña quiero contaros nuestra experiencia con este carro, con el que estamos muy muy contentos y que creo que os puede gustar mucho:

 

Invictus como marca

El coche de bebé Invictus lo fabrica la empresa Tako, posiblemente la más grande de toda Polonia y la más fuerte.

Además de este carro, fabrican para otras marcas en Europa por ejemplo el Momom de Alondra. Si os fijáis, el chasis es el mismo.

 

Estética del carrito de bebé Invictus

Hay gente muy práctica, pero a mi un carrito me tiene que entrar por los ojos, no lo puedo negar.

En este aspecto me parece que el Invictus obtiene una nota muy muy alta en cuanto a estética porque es un cochecito con una línea que no está ni en lo más moderno ni en lo más clásico y, aún así, consigue llamar la atención.


Carrito Invictus vista lateral

Como os decía antes, siempre me hacen comentarios sobre el carro e incluso me han llegado a parar por la calle. Desde luego, el chasis en madera es muy original y queda precioso en combinación con el tejido en color gris claro.

Carrito Invictus detalle del chasis

Hablando del tejido, llama mucho la atención su calidad, que se nota nada más verlo y no digamos ya tocándolo.

En la siguiente foto podéis ver en detalle el capazo visto desde arriba. Es un tejido suave, muy bien rematado, sin una costura mal cosida. Por cierto, las cremalleras son estancas, para impedir que entre agua o polvo. Y el capazo está acolchado incluso por los laterales, realmente parece un nido, muy muy acogedor.

No sé si será por esto o por otros motivos, pero a la niña le encanta, casi diría que le gusta más dormir en el capazo que en su cuna de colecho.

Carrito Invictus detalle del capazo

El respaldo del capazo es regulable en altura. Ella lo lleva un poquito levantado porque tiene reflujo y aunque el sistema no me acaba de llenar (se hunde un poco por el borde superior), me parece práctico. La única pega es que con el traqueteo la niña se va deslizando hacia abajo del capazo y acaba dando con los pies en el fondo, algo que, por cierto, a ella le encanta.

Me encanta el color gris clarito con ese ligero jaspeado, lo encuentro precioso.

Carrito Invictus detalle de la capota

 

Invictus V-Pram, un carrito de bebé lleno de detalles 

Se nota que el cochecito ha sido diseñado con mimo, atendiendo a todos los detalles.

A mis hijos mayores les encanta la posibilidad de descubrir la parte trasera de la capota para que se convierta en una zona ventilada, porque así pueden ver a la niña. Es una característica interesante, seguro, aunque debo decir que ahora en pleno verano le entra mucho el sol por esa zona así que normalmente no la llevo descubierta.

Carrito Invictus detalle de la capota ventilada

Una de las cosas que más me gustan del Invictus es su cesta. Iba a llamarla cestilla pero no se la puede llamar así porque es bien grande y caben muchísimas cosas. No sé si en la foto podréis apreciar lo amplia que es, pero espero que sí apreciéis el facilísimo acceso que tiene.

Carrito Invictus detalle de la cesta

Esta foto la saqué a los pocos días del estreno y veréis que tengo todo ahí tirado sin orden ninguno, pero ahora me he organizado mejor y siempre llevo un neceser con lo necesario para cambiar a la niña, varias bolsas de la compra (vacías) por si se tercia que vayamos a algún sitio a comprar y al menos un portabebés. Pues bien, me sigue sobrando espacio para juguetes de los niños, un balón, las chaquetas cuando se las quitaban en el parque… Una cesta fantástica tanto por tamaño como por facilidad de acceso y resistencia.

Es más, tan maja es la cesta que yo, que soy mucho de portear, muchas veces cojo el carro para ir a comprar sólo por aprovecharme de meter ahí la compra. Esto era algo impensable para mi con el Peque y nuestro Bugaboo, cuya cestilla, a mi modo de ver, era muy poco práctica. Con él yo iba porteando y las bolsas en la mano o bien en un carro de la compra. Ahora meto todo en la cesta del carro y tan ricamente.

 

Otros accesorios

El carrito Invictus lleva mosquitera y plástico para la lluvia que, por cierto, se quita y se pone con una facilidad asombrosa.

Además incluye un reposa vasos, que se puede acoplar al manillar.

Manejo del Invictus 

Sí, la estética es importante, pero sin duda alguna lo más importante en un carro es que se maneje con soltura.

Desde mi punto de vista, uno de los puntos fuertes del Invictus es precisamente lo bien que se maneja. Es un carrito de bebé que da la sensación de deslizarse solo, que puedes llevar con una sola mano, que gira con una facilidad pasmosa y con una buena amortiguación, algo que hemos probado a fondo en este barrio lleno de baches en el que vivimos.

En este punto creo que es donde más se nota que estamos ante un carro de gama alta, que no tiene nada que enviar a otras marcas más conocidas, como Bugaboo, que ya sabéis que yo soy muy fan del Bugaboo Camaleón que usamos con el Peque.

 

Plegado del carrito

En este aspecto tengo el corazón dividido.

Por un lado, me parece un carro de un plegado realmente fácil. Desmontas el capazo, doblas las pestañas en las que éste se inserta y luego el chasis se dobla como un libro simplemente presionando unas pestañas que tiene a los lados de la estructura. Para montarlo repites el proceso a la inversa y listo. No tiene ninguna complicación y realmente lo puedes hacer sin haberte leído las instrucciones porque es muy intuitivo.

El problema que le veo, y por lo que digo que tengo el corazón dividido, es que el chasis pesa muchísimo. Sí, plegar el carro es sencillísimo pero meterlo en el maletero es horrible. A mi me cuesta muchísimo, una vez plegado, conseguir levantarlo y meterlo en el maletero del coche. Y como no lo meta bien a la primera, pesa tanto que moverlo luego dentro del maletero para conseguir cerrar el portón… madre mía, ha habido días que he estado a punto de desistir.

Por otro lado, y aunque en nuestro caso no es problemático, hay que dejar claro que plegado, sumándole el capazo, ocupa muchísimo espacio. Si tienes un maletero de coche grande, como el de nuestro coche, pues no pasa nada, pero como tengas un coche pequeño… En cualquier caso, pienso que este es un problema importante que tienen la gran mayoría de los carritos de bebé con capazo. Es más, incluso teniendo un maletero grande, a nosotros por ejemplo no se nos ocurre ir a comprar al súper llevándonos el Invictus porque entonces ¿dónde metes la compra?

Desde mi punto de vista, si eres de usar mucho el coche, quizá debas plantearte otro tipo de carrito más ligero y menos voluminoso, además de medir todo muy bien antes de comprarlo. Como nosotros lo sacamos muy poco, es un mal menor.

 

Altura, tamaño y peso del cochecito de bebe Invictus V-pram

Antes de tener a la niña no me había planteado que la altura del carro pudiera ser un criterio a valorar. Pero al ponerme a buscar carros y hablar con otras mamás he descubierto que hay muchas familias que buscan carros altos porque ellos son altos y los carros más tradicionales les resultan un poco bajos a la hora de acceder al bebé.

Pues bien, el Invictus es un carro alto. Desde mi punto de vista, MUY alto.

Lo remarco porque yo no soy alta y para mi es un problema que el carro sea tan alto. Ahora ya me he acostumbrado, pero cuando lo recibí me sentía realmente pequeña al lado del carrito y me parecía que incluso la postura de las muñecas al sujetar la barra era rara para mi, como si llevara las riendas de un caballo.

Para que os hagáis una idea, el borde superior del capazo me llega más o menos por el ombligo.

Uno de los inconvenientes de un capazo que me queda tan alto es que no he podido usar el cubrepiés del mismo (que habéis visto en una foto más arriba) porque si lo uso ¡no veo a la niña! Como ha nacido con relativo buen tiempo, no ha sido problema, pero en pleno invierno hubiera sido un rollo no poder usarlo.

Lo cierto es que el tener el capazo tan alto tiene alguna ventaja. Por ejemplo, que lo estamos usando muchísimo en casa como cuna con ruedas y es super práctico para coger y dejar a la niña porque no me tengo que agachar. Claro, si me siento en el sofá dejo de verla por la altura del capazo, pero para tenerla en el salón con nosotros, tumbadita, es genial.

Tenéis que tener en cuenta que el cochecito Invictus es grande, tanto de ancho como de largo. A nosotros no nos cabe bien en el ascensor, tenemos que maniobrar con él para conseguir meterlo, no sin antes doblar el manillar hacia arriba. Y para meternos los 5 en el ascensor tenemos que hacer tetrix. De hecho, si Mayor va con la mochila del cole o queremos sacar a la perra, tenemos que coger dos ascensores. Esto sí es un problema diario. Al que nos hemos acostumbrado, todo hay que decirlo, pero es un problema. En cualquier caso, pienso que es un mal difícil de evitar cuando tienes un ascensor pequeño ya que la mayoría de los carros darían problemas para meter un carro de bebé.

En cuanto al peso, como indicaba antes, es un carrito de bebé que pesa, sobre todo por el chasis. No es un problema a la hora de llevarlo porque se maniobra muy muy bien pero cuando tienes que subir algún escalón a pulso o meterlo en el maletero es algo que no pasa desapercibido.

 

Lo que más me gusta del Invictus

A pesar de ser un carro grande, demasiado grande para mi, el carrito se maneja muy muy bien. Es realmente un gustazo llevarlo por la calle, es comodísimo. Tengo que decir que nosotros, que somos mucho de portear, estamos usando el carro bastante más de lo que yo pensaba que lo íbamos a usar y eso sin duda es porque da gusto pasear con el carro.

Su estupendo manejo, la comodidad de la cesta y el excelente acabado de su tejido me han conquistado, por supuesto sin olvidar que estéticamente me parece súper bonito.

En definitiva, estoy muy contenta con el carro y me ha resultado todo un descubrimiento.

 

Lo que menos me gusta del Invictus

En mi caso, lo peor del carro es su tamaño, sobre todo su altura. Como digo, es un problema relativo porque si tu eres una mamá alta, seguramente te encantará que este carro también lo sea y te resultará mucho más cómodo que otro carro más bajito. Si además no tienes problemas de ascensores, casas o maleteros pequeños, no me cabe duda de que el Invictus es una excelente opción para ti.

 

Podéis obtener más información sobre el carrito Invictus en BabyConcept, una tienda en la que llevan otras marcas como Jedo o Cosatto y en la que son verdaderos expertos en carros de bebé, por lo que si tenéis dudas os aconsejo que os pongáis en sus manos porque estoy segura de que os asesorarán muy bien sobre qué carro es el más adecuado para vuestras necesidades.

Mamá (contra) corriente

Este mi blog personal. Hace ya diez años que empecé a escribir sobre la increíble experiencia que la maternidad había supuesto en mi vida ¡y desde entonces aquí sigo!Soy autora del e-book "Cómo lograr un embarazo conociendo tu fertilidad", en el que reúno los conocimientos teóricos y prácticos que necesitas para entender tu ciclo menstrual, interpretar tus signos de fertilidad y utilizarlos para maximizar tus posibilidades de quedarte embarazada.Además de este blog que lees, soy co-editora de Comer con Gusto y autora de otros tres blogs: Pekeleke, mi web de literatura infantil, Miss Cosméticos, mi blog de belleza y Mochilas-Portabebés.es, sobre mochilas ergonómicas.

2 comentarios sobre “Carrito de bebé Invictus: nuestra experiencia

  • el 02/07/2018 a las 10:14
    Permalink

    Yo lo probé un rato en Puericultura Madrid y me encantó. Precisamente por lo alto pero lo ligero que era. Nada de andar encorvada encima del bebé, era tan práctico y cómodo. Por la calle aún creo que no lo he visto mucho pero me pareció un gran descubrimiento.

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