5 razones para amar la literatura infantil
En esta casa amamos la literatura infantil.
Si llevas un tiempo leyéndome, seguro que conoces Pekeleke, mi página dedicada a los libros para niños.
Aunque yo soy la que teclea, en realidad es un proyecto familiar en el que nuestra inspiración diaria son los peques. La idea surgió cuando mi Mayor insistía en que recomendara en mi blog sus libros favoritos y el padre de las criaturas, que me animó a plasmar nuestra biblioteca de una forma ordenada y útil para otros papás que, como nosotros, adoramos la literatura infantil y estamos ávidos de nuevas sugerencias y descubrimientos. Con el paso de los años ha ido creciendo y ahora también lee el Mediano.
Incluso en los momentos en los que lo hemos pasado peor por el cansancio, los celos o la alta demanda, la lectura con los niños es uno de nuestros grandes espacios de disfrute en familia, de paz, de vínculo incluso.
Por eso hoy quería destacar por qué nos encantan los libros para niños:
5 razones para amar la literatura infantil
1.- La lectura en familia nos trae todos los días un buen rato de calma, de paz, de entendimiento, de atención tranquila y sosegada
Cuando estoy saturada, la literatura infantil nos permite, a ellos y a mi, bajar las revoluciones.
La crianza a veces se hace muy complicada. Con cierta frecuencia siento que padezco el síndrome del cuidador quemado (esto da para un post en si mismo), o lo que es lo mismo, a veces me siento incapaz de acompañar a mis hijos, pienso «no voy a conseguir acabar el día sin perder la cabeza». Pero entonces, saco un libro o dos o veinte, y consigo que por fin dejen de pelearse, de hablar atropelladamente y a voz en grito, que se sienten a mi lado y leamos disfrutando esos minutos… ¡Eso es impagable!
Además, la literatura infantil nos ha traído momentos inolvidables entre nosotros cuatro, como el increíble lujo de ver a nuestro hijo Mayor empezar a unir sus primeras letras, después palabras, luego atreverse incluso a leer una página, después lanzarse a leerle cositas a su hermano… Y así hasta ver a la Tercera pasando páginas y mordisqueando sus primeros libros de bebés, sin olvidar, por supuesto, la magia de contemplar al Mediano cogiendo un libro y leyéndolo el solo en su camita.
2.- La literatura infantil es una actividad divertidísima que, por suerte, tiene todos los beneficios del mundo ¿y ningún inconveniente?
Potencia la memoria, estimula la imaginación, ayuda a desarrollar el pensamiento abstracto, fomenta el espíritu crítico y la capacidad para resolver problemas, ayuda muchísimo a desarrollar el lenguaje tanto escrito como oral, favorece la concentración y la introspección, les ayuda a descubrir el mundo…
Y, sí, la literatura infantil no es barata (aunque algunos opinen que sí, yo discrepo)… Pero cada vez contamos con más recursos en nuestra mano para contrarrestar este «defecto». A mi me sorprendió muchísimo encontrarme hace unos años con el fondo tan estupendo que tiene la biblioteca que más cerca nos pilla. Nunca pensé que pudiéramos tener tanta buena literatura a nuestro alcance de una forma tan práctica. Es muy probable que a vosotros os pase lo mismo.
3.- La literatura infantil nos lo pone fácil para educar en valores
Hay ciertos temas que no es fácil abordar con nuestros hijos. Porque en el día a día se nos escapan las cosas, porque nos puede el cansancio, porque en el momento de rabieta no sabemos qué hacer ni qué decir… por qué no reconocerlo: como padres no somos perfectos y a veces nos faltan los recursos.
Pues bien, ahora mismo contamos con un abanico enorme de álbumes ilustrados y libros para niños que nos ayudan a profundizar en valores importantes con nuestros hijos. De hecho, hay autores que podríamos decir que están especializados esta temática y que están publicando auténticas joyas, con un nivel pedagógico desde mi punto de vista incalculable. Es el caso, por citar un tres autoras españolas, de Olga de Dios, Anna Llenas y Susanna Isern.
4.- La literatura infantil no es sólo para niños
Los libros para niños que hay ahora molan. Molan muchísimo.
Todavía me recuerdo a mi misma, sentada con mi madre, ella leyéndome y yo diciéndole «mamá, pero ¡qué historia tan triste!, ¿no hay otra cosa para leer?«. No sé cuál habrá sido vuestra experiencia de niños, pero yo creo que en nuestra época no salíamos de los cuentos de Hans Christian Andersen, Caperucita, los Tres Cerditos, las Fábulas de Esopo o los cuentos de Charles Dicken. Y que me perdonen sus autores pero… ¡no eran lo mío! Y siguen sin serlo…
En mi caso, que leía los libros como el que comía pipas, me pasé pronto a la literatura juvenil y después a la de adultos.
Así que ahora es cuando estoy disfrutando del inmenso abanico de libros para niños que están a nuestra disposición. Como decía en el punto anterior, auténticas joyas que están permitiendo que nuestros niños tengan en sus manos literatura de calidad, con textos adaptados a su nivel de entendimiento y unas ilustraciones que son dignas de enmarcar.
¿Habéis leído a Oliver Jeffers? Gracias a él, Mayor ha conocido el fenómeno fan… y yo un poquito también.
5.- Nunca es pronto para empezar a leer
Muchos padres tienen ganas de compartir una afición con sus hijos, ¿verdad?
La literatura es uno de esos hobbies que se puede empezar casi casi desde la cuna y continuar hasta… hasta que nos de la vista, mi abuela paterna sigue leyendo mucho a sus más de 90 años.
No hace falta esperar a que tengan edad de cuidar los libros, podemos empezar con libros de tela, de cartón duro, libros de imágenes de fuerte contraste (que les dejan fascinados, si no lo habéis probado, ¡tenéis que ver como se quedan!) Que cojan los libros, los lancen, que aprendan a pasar sus páginas… Verles evolucionar hasta el día que son capaces de leer ellos solos es realmente increíble, para mi ha sido de las cosas que más me ha emocionado de su aprendizaje.
Podría seguir. Sin duda, tengo muchas más de 5 razones para amar la literatura infantil. ¿Compartes mi gusto? ¿Cuáles son las tuyas?
Foto | Donnie Ray Jones en Flickr CC
Para mí Pekeleke ha sido uno de los grandes regalos del 2015, por los descubrimientos que voy haciendo y vuestras magníficas reseñas, ya que hasta ese momento iba anotándome sugerencias de aquí y de allá pero era un poco caos y luego no encontraba de dónde las había sacado… Ahora día a día me vas llenando mi lista de deseos, y al mismo tiempo voy mirando en el catálogo web de la biblioteca (¡bendita y bien surtida biblioteca!) si los tienen, y me los anoto en mi particular listado de libros pendientes para, cuando cada dos o tres semanas voy con mi hijo, ir cogiéndolos para traerlos a casa unas semanas, y saborearlos…
Al igual que te ocurre a ti, cuando estamos alterados, o cansados, coger un libro supone volver a la paz, a la calma, y desde los tres años he conseguido institucionalizar el cuento (más bien los cuentos) antes de dormir. Creo que tiene mucho valor esta labor que estás haciendo, porque la literatura infantil ha cambiado muchísimo respecto a cuando éramos niñas, y a veces me da hasta miedo que rescate cuentos de cuando yo era pequeña, y sobre todo me da mucha pena que nadie en nuestro entorno le regale cuentos y tenga que ser siempre su madre quien le haga de «proveedora». Espero que a pesar de todo se haga un gran lector, y disfrute tanto como yo lo hago cogiendo un buen libro.
Hola Laura, no sabes cuánto te agradezco tus palabras y cómo me animan a seguir 🙂 ¡Un gran abrazo y un guiño lector!
Comparto todos los motivos, especialmente el primero. Cuando mi mayor está un poco obtuso, la lectura le ayuda a sosegarse a él y también a mamá a hacer un brake entre rabietas y travesuras. Además en nuestro caso, como el niño tiene apenas 2 años, le ayuda a poner palabras a sus emociones, a sentirse identificado con los personajes… Leer es una actividad terapéutica para todos!
Sin duda!!!
Totalmente de acuerdo contigo. A mi peque de casi 3 años le leo desde muy pequeño (a mi me encanta leer), y hasta el momento a el también le gusta, de hecho tiene libros en casi todas las habitaciones de casa ?
Ademas en su escuela les prestan todas las semanas libros para leerlos el finde, y mas de uno se lo hemos tenido q comprar luego.