Papitis
Por fin puedo decir que tenemos en casa una importante papitis de la que me alegro muchísimo.
Yo siempre la he tenido, para qué negarlo, me encanta estar con mi marido, hasta el punto de que los domingos por la noche he sufrido el síndrome del domingo por la tarde desde que le conozco, pero no por volver a las actividades diarias sino por verle menos hasta el fin de semana siguiente.
En cambio mi hijo, para qué negarlo también, parecía pasar bastante de si estaba o no en casa, o al menos eso parecía. Lo cierto es que ahora miro hacia atrás y muchas de sus conductas no sé si relacionarlas con su carácter, con el desarrollo normal de todos los bebés o con su concreta situación, la que nos ha llevado a acudir a atención temprana desde los 15 meses. Supongo que es un poco de todo: por lo que me cuentan de otras casas, es normal que los bebés al principio pasen bastante de sus padres, más que nada porque nacen de serie con una mamitis muy fuerte y, normalmente, al papá le ven menos. Pero, en nuestro caso, es que mi hijo tampoco tenía mamitis. No tenía nada de nada, él estaba a gustito consigo mismo y los demás le resbalábamos bastante… Nada que ver con la situación actual, gracias a Dios.
La papitis es un sentimiento que se ha ido forjando poco a poco, después de la mamitis, pero casi de la mano. Ambos amores son de nueva adquisición, la mamitis comenzó al poco de comenzar la atención temprana y la papitis extrema actual viene de un par de meses para acá. Es curioso como estos dos amores son tan distintos algunas veces: a estas alturas el nene ya sabe que su papá es genial para jugar, sobre todo a cosas brutas y físicas, y que cuando él entra por la puerta empieza la diversión. Tanto es así que cuando entra por la puerta va derecho a por él, a que le haga los juegos de siempre, y en ese momento mamá deja de existir, sólo existe papá: el divertido, el graciosillo, el que le sigue la corriente y tiene energía para seguirle el ritmo.
Los primeros síntomas, precisamente, fueron la bienvenida a casa. Meses atrás el niño no movía ni la cabeza para mirarle cuando entraba por la puerta después de 14 horas fuera. Eso no quiere decir que no se relacionara con él o que no tuvieran sus momentos, pero el niño no parecía especialmente entusiasmado con su presencia. Le miraba, veía que era él y debía pensar: ah, vale, eres tu, pues espera que estoy ocupado. Ahora, sin embargo, deja lo que esté haciendo y corre hacía la puerta.
La papitis se hizo evidente cuando el niño empezó a demostrar pasión por todo lo que le hace su padre, incluidas tonterías de las que seguro que no se reiría si le hiciera yo. Cuando está en casa le busca a todas horas, si tiene que ir a uno de los dos, le elige a él, le sonríe, le llama papá, le coge la cara para que le bese, le coge de la mano para que juegue con él… Da gusto verlos. Y de paso me dan un descanso, que tampoco viene mal.
En la playa ha sido el no va más. Se lo ha pasado pipa con él, han sido inseparables. Reconozco que en algunos momentos me he sentido ignorada, pero luego bien qué venía para recibir su dosis de mimitos nocturnos, ¡cómo son!.
Como me imaginaba, iba a haber un antes y un después de las vacaciones, tantas horas juntos y de pronto la rutina de estar separados… El niño, de manera muy rudimentaria (porque no tiene más lenguaje), me pregunta ahora por su padre. Por ejemplo, antes y después de la siesta me dice «¿papá? ¿a casa? no tá». Que supongo que es su manera de preguntarme dónde está, cuándo viene o por qué no está con nosotros.
Me encanta la papitis…. ¡y a papi no digamos!.
A David le pasa lo mismo!!! papi es su compañero de juegos…ahora en la playa no se despega de el ni un minuto. Pero como tu dices, a la hora de dormir, corriendo a buscar los bracitos de mamá!!!
Es que al final terminan viendo qué les gusta más de cada uno, con quién se lo pasan mejor para según qué cosas jaja
Pienso que para recibir por parte de un niño, hay que dar confianza, entretenerles, miles de mimos, compartir juegos… y muchas veces los padres por motivos laborables o de otro tipo, no disponen de este valioso tiempo. El peque se ha sentido acompañado de su padre, amigo de juegos y de payasadas, y se ha reído con él. Ahora es normal que lo reclame y pregunte dónde está, le ha despertado un interés como figura importante familiar. Me alegro que así sea, a tu marido se le caerá la baba con el niño!!
Y mucho ánimo con el síndrome de domingo tarde, comprendo que lo lleves fatal! Un saludo
Yo creo que el problema principal del niño era algo más hondo, un problema emocional que él tenía, por la razón que fuera, unido a sus problemas de comunicación. Esto es algo que vieron en AT y que yo suscribía, más que nada porque conmigo estaba 24 horas y tampoco parecía tener un apego «como Dios manda». Afortunadamente todo eso ha cambiado y ahora tenemos una relación estupendo. Y lo del síndrome de domingo… puff, eso tiene mal arreglo (una lotería únicamente!!! jaja). Besos.
Que guay!!! Que relación mas chula y cuanto van a disfrutar los dos, bueno vais a disfrutar los tres porque para ti tb tiene que ser muy bonito ver eso, además en esos momentos tu vas a poder esas un poquito mas relajada y descansar algo mas. La gordi empieza a reconocer mucho mas a su padre, se ríe mucho con el y le va la marcha, a mi me encanta verlos juntos!! Muchos besos y no sabes cuanto me alegro!!
Es muy divertido, da para muchas anécdotas! jaja
Cuando pasan horas juntos se nota muchísimo. A nosotros nos ocurrió lo mismo estas vacaciones, pero ya pasó y seguimos con mamitis
Bueno, seguro que vuelve!!!
Yo tenía miedo cuando era más pequeño de que no quisiera estar con su padre porque casi no lo ve. Ahora hace tiempo que le encanta hacer «cosas de tíos» con su padre. Es bueno que las vacaciones hayan servido para hacer ese cambio. En ciertos momentos de «libera» un poquillo para hacer cosas que antes no podías, como ducharte, peinarte, jeje (almenos en mi caso)
Digamos que las vacaciones han supuesto el cambio definitivo de algo que ya se venía cociendo de antes. Yo también he tenido ese miedo… ahora lo tengo con mis padres, a los que sólo ve una vez a la semana una horita! jaja
NO sabes la envidia que me das¡¡¡
Con los casi tres años que tiene julito no ha tenido papitis nunca y no sera porque su padre no se haya implicado con el desde que nacio.
La mamitis continua, aun tengo que ser yo para todo y siceramente estoy bastante agobiada.
En fin, que me alegro que el niño tenga papitis y puedas disfrutar viendo lo bien que lo pasan juntos.
Un abrazo
El día menos pensado la tendrá, estoy segura. Es cuestión de que un día conecte, a veces por la razón más tonta. Comprendo que debe ser agotador, ¡ánimo!.
Leo esto con un poquito de envidia, la peque sólo tiene mamitis y a veces es exagerada, como le entre un berrinche ya puede hacer su papá lo que sea que sólo me quiere a mí y es taaaaan agotador…
Me lo puedo imaginar. Resulta muy agobiante cuando uno es la única figura que puede hacer todas las cosas. Pero estoy segura de que poco a poco irá cambiando, ya lo verás.
El Pequico está empezando ahora con esa fase. De aquí a nada pasan padre e hijo de mí, je, je. No, en serio, es genial ver cómo se va fortaleciendo esa relación.
Ya verás, ya!!.
A tu marido se le caerá la baba!
Mi hijo hasta los tres años pasaba bastante de su padre, de hecho, le decía n montón de veces que se buscase otra familia y que el se quedaba con su mama!
Recuerdo qué has contado esa «anécdota» en más de una ocasión, debió ser muy duro para el padre!. Menos mal que las cosas cambiaron…
Ay, qué rico el peque, seguro que tu marido está loquito de felicidad. El mío desde pequeñín le da la bienvenida a su papá con grititos de dicha, y conmigo es distinto, cuando me ve después de un rato de no estar con él me dedica unas sonrisas hermosas.
Pues te puedes imaginar qué contento! Cómo saben los niños distinguirnos, eh?.
A veces viene fenomenal la «papitis» porque a una le ayuda a descansar un poquito de niño y al mismo tiempo al papá le subo mucho el ego y la autoestima así que todos contentos!
Así es!.
Qué alegría, es una gozada ver a los hijos disfrutar tanto de los padres, aunque reconozco que a mí en algún momento me han llegado a dar hasta celillos, jeje.
Y vaya si pregunta por él, eso es echarlo de menos.
Sí, a veces dan hasta celillos! jaja
que bonitas son esas papitis.. mi hijo el lunes lo lleva fatal después de haber pasado tanto tiempo con su padre, aunque en mi caso el prefiere jugar conmigo que con él porque yo tengo más imaginación…
Yo es que soy la sosa de los dos! jajajaja
Cuando será que a la mía le entra la papitis!! Ya necesito que se muera por el papá para que realmente me deje descansar un rato…este fin de semana no me ha soltado ni un segundo y esto realmente agotada. Felicidades por ustedes!!
Ay, pobre, cómo te comprendo!!! Pues seguro que llegará y luego dirás: «pero bueno, tanto caso que me hacía y ahora nada, sólo quiere con papi!» jajaja. Besos.
No sabes como lo deseo en estos momentos… ayer me sentí desfallecer, además que me entra un sentimiento de que toda la situación es muy injusta conmigo y con ella…es que llega un momento en que no doy más y de verdad necesito contar con alguien con quien ella se sienta tan a gusto que no haya problema.. tanta mamitis es agotadora física y emocionalmente.. esperemos la papitis llegue pronto…;)
Te entiendo, es muy duro cargar con todo el peso, durísimo. Pero de momento sólo puedes esperar, estoy segura de que el día llegará, sólo hace falta no desfallecer por el camino!!! Un beso grande.
Zary en cualquier momento llega! A Bianqui le garro hace muy poquito! y es LA GLORIAA! jajjaa!
Di que si Bren!!
yo desde peque he recibido tantas voces de mi madre, que ahora solo la quiero para las compras y poco mas. en cambio tengo una papitis, que no me la quita nadie y mira que soy mayor… jejeje. besos guapa
Jo, pues a mi ir de compras con mi madre me gusta y no me gusta, es un sentimiento muy raro jajaja. Eso de la papitis entre hija y padre suele ser habitual, igual que los hijos con sus madres, ¿no?.
Hola!!! Cómo me alegro que esté con papitis i mamitis! Laia, que se lleva tan poquito con el tuyo está igual. Ella siempre ha tenido devoción por su padre, pero ahora es aún mayor, si cabe. Se emociona tanto cuando le ve entrar por la puerta, que a mi se me cae la baba! Pero también está con mamitis, dependiendo del momento y de por qué. Yo soy la que cura cuando le duele algo, la de las tetas cuando le apetece mamar, la que la duerme cuando está cansada… y él es el que la hace jugar hasta quedar rebentados, el que la hace reír hasta no poder más… Me encanta que esté también con papitis i mamitis a la vez! Bien por ellos! Besos.
Dí que sí, es que es muy bonito. Y a mi me gusta que el niño nos busque y sepa qué cosas le gustan más de uno y de otro. Ahora, por ejemplo, están jugando a lo bruto en la cama y sé que para que se duerma tendré que ir yo y abrazarle y darle muchos besitos… Ay, ¡son tan tiernos!.
Bueno! Evidentemente en algun momento aparece la «papitis» Yo confieso que tenia miedo, mi bebe no queria saber nada con nadie que no sea yo por muuucho tiempo, pero hace un tiempin atras…LA MAGIA! se enamoro de su papa! y yo chocha, jeje! Me da varios tiempitos libres…espero que puedas tenerlos vos tambien y los aproveches! un abrazo grande!
Biennnn!
mi hermano de 9 meses solo quiere estar con el papa y con la mama se pone a llorar desconsoladamente y igual con migo solo con su papi que hago ayuda mi papa no puede hacer oficio ni almuerzo por tener en brazos al bebe auxilio porfa dime que g¡hago y urgente
Pues, si se me permite un comentario, yo soy un padre con un bebé (de 20 meses) que tiene papitis. Siempre tuvo afinidad conmigo y desde la panza jugábamos y tuvimos/tenemos una relación muy especial, pero en las últimas semanas desarrolló una papitis exagerada y si bien por un lado me gusta y nos divertimos mucho, también me preocupa porque sé que mi pareja se siente rechazada y no lo lleva bien. No se por qué ocurrió tan abruptamente si no ha habido ningún cambio significativo en nuestro hogar/rutina. Lo cierto es que esta papitis es encantadoramente stresante porque intento integrar en nuestros juegos/actividades a la madre pero el bebé no quiere saber nada de nada con ella y solo quiere estar conmigo, y si no estoy, pregunta por mi continuamente.
El otro día fuimos juntos a buscarlo a la guardería y delante de las maestras el niño corrió a mi, lo levanté en brazos e ignoró olímpicamente a su madre. Es bastante incómoda para mi la situación y no se como manejarlo.
Hola Cristian, es difícil opinar sin conocer la situación pero estoy segura de que poco a poco las cosas se irán suavizando. En cualquier caso, si os sentís mal por la situación siempre podríais consultar con algún profesional, seguro que os podrían ayudar a orientarlo. Un abrazo!
Yo tengo el siguiente problema, por la mañana estoy trabajando, pero, por la tarde, estoy con la niña, hasta que a las 9 llega su padre, y como padre, cansado del trabajo, tiene ganas de ducharse, pues ahí está el problema, que la niña no quiere estar conmigo, sino con su padre, he intentado varias cosas, como ponerle el móvil el rato que el padre se ducha, ponerle la tele los dibujos, el padre esconderse sin que ella lo vea, y yo decirle que papá a ido a un mandado y ahora viene, pero nada, la niña llora mucho y se enrabieta, hasta tal punto de vomitar, luego ve a su padre, y se le pasa todo, estoy desesperada, no sé que mas hacer. Busco respuesta inmediata. Llevo ya un tiempo así. La niña tiene 15 meses.