Empezando a dialogar con Bebé para dormir mejor
Que a Bebé no le gusta dormir, lo tengo claro.
Y que cada vez entiende más y razona más, también.
Hay un momento en torno a los dos años y medio en que se produce un gran salto madurativo, al menos nosotros a nuestros hijos se lo hemos notado muchísimo. Es como si de un día para otro conectaran muchas más neuronas de lo habitual y de pronto entendieran mejor las cosas, razonaran más y se pudiera empezar a dialogar para llegar a acuerdos.
Bebé, dentro de su carácter fuerte y decidido, siempre ha sido un niño muy razonable. Incluso a veces, sorprendentemente razonable. Pero evidentemente por maduro que pueda ser un niño, hay cosas que no se le pueden pedir hasta que no alcanzan un cierto grado de entendimiento, que es el punto en el que creo que estamos ahora.
Tras observarle durante unas semanas sus razonamientos, sus propias conclusiones y su capacidad de empatía, he empezado a dialogar con él sobre dos situaciones que me gustaría mejorar: una, la que hoy quiero comentar, que reduzca los despertares nocturnos y, la otra, que pida menos veces tetita durante el día.
Hasta el momento cuando Bebé se despertaba yo volaba a su habitación y le enchufaba la teta sin intercambiar palabra con él. Bebé, al igual que su hermano, habla por los codos y temía que si le decía cualquier cosa se espabilara por completo y lo que podría ser una intervención de 10 minutos nos acabara llevando a jugar al salón.
Desde hace unas pocas semanas estoy probando otra estrategia. Durante el día le he planteado cómo me siento: que yo necesito dormir más horas seguidas, que no me puedo pasar la noche yendo y viniendo, que paso muchísimo sueño. Que nosotros estamos siempre con él, que estamos todos juntitos, que si se despierta puede seguir durmiendo tranquilamente, que no hay nada que temer. Que podemos dejar la tetita para por la mañana, que la tetita siempre está ahí y no se va a ir a ninguna parte.
Cuando me llama por la noche, voy, le abrazo, al final le doy la tetita pero siempre le explico primero que tengo mucho sueño, que al llamarme me ha despertado y que yo estaba muy a gustito durmiendo, que si se despierta no hace falta que llame, que puede darse la vuelta y durmiendo tranquilito, que estamos aquí cerquita de él.
¿Está funcionando? El concepto lo tiene interiorizado, otra cosa es que pueda aplicarlo, que lógicamente cuesta y no es algo que se pueda cambiar de un día para otro. Por las noches antes de dormir solemos hacer un repaso del día y él hace su personal repaso de las cosas que hay que mejorar y entre ellas siempre incluye: hay que dormir maaaaássss, no hay que despertar a mamaaaaaá.
Hay algo que hacía que ha dejado de hacer y de forma totalmente consciente tras habérselo pedido, que para mi es un cambio muy importante. Cuando se despertaba me llamaba con un mamá desesperado y desgarrador que a mi me hacía dar un bote de los de subirse a la lámpara. A continuación se ponía a llorar y a mi me ponía mala. Literalmente, que me arrancaran del sueño con semejante grito de angustia a mi me producía tal susto que muchos días se me cogían los nervios al estómago y me dolía muchísimo, incluso me daban ganas de devolver.
Desde que empecé a comentarle cómo me sentía, no ha vuelto a gritar nunca para llamarme y de hecho la mayoría de las noches viene sigilosamente a nuestra habitación, me acaricia la carita y me susurra «mami, que me he despertado, ves que no he gritado» .
La diferencia entre despertarse de una u otra forma es tan radical y es taaaaaan tierno que me lo diga así que hay noches que se me saltan hasta las lágrimas.
Poco a poco veo que va madurando, que ha entendido lo que yo necesito y simplemente necesitamos encajarlo con lo que necesita él. Anoche, por ejemplo, la última vez que fui a su cama tardaba en dormirse. Me incorporé un poco y le dije: «cariño, me muero de sueño, cierra ya los ojitos». Y me contestó: «mamá, vete a tu camita a dormir, venga». Esto hace tan sólo unos pocos días era impensable. Poder dejarle despierto en su habitación, que me viera marcharme y él fuera capaz de volver a dormirse solito, es un progreso enorme.
Estoy contenta. Aunque se siga despertando lo mismo y tenga que interrumpir mi sueño las mismas veces, el entendimiento al que estamos llegando me emociona. Es de esas veces en que la crianza te devuelve con creces lo que has invertido. Me apetecía compartirlo 🙂
Foto | Essential Baby
¿En serio hace frases tan complejas ya? Ay ojalá el mío dijera algo! Pero sigue completamente mudo, me estoy volviendo a mosquear.
Con este post me ha venido un flashback del día que encontré tu blog, hace unos cuatro años. Iba leyendo y pensando «Exacto, exacto», «Sí, sí, es así, tal cual» y asintiendo con la cabeza sin darme cuenta, sintiendome identificada con cada párrafo. Por eso puse el blog en Favoritos y seguía entrando de vez en cuando a ver si había algo nuevo.
Y hoy leyendote otra vez me he visto asintiendo mientras leía. Mi hijo se despierta a gritos, doy un bote, corro medio zombi, me lo enchufo sin hablarle para no despejarle más.. y así varias veces cada noche. Ojalá pronto hable y pueda razonar con él porque de momento no parece que entienda nada de lo que digo 🙁
Aiiissssssss, ¡deberíamos estar más cerca! 🙂
No sabes lo mucho que aprendo con tu blog. La de cosas que voy a aplicar en el futuro y tambien la de veces que reenvío tus entradas a mis hermanas y amigas!
Gracias! Realmente voy a aplicar un montón de tus estrategias.
Hola Gema, me alegra muchísimo que lo encuentres útil, un abrazo.
Que gracioso!!! Decirte mamá vete a dormir me llega al alma, gracias por compartir porque me hace tener esperanzas de que camila podrá entender que me tiene agotada sus despertares y gritos y llantos por la noche, me siento super identificada.
Besos
Claro que sí, ya lo verás! Un gran abrazo.
Nosotras estamos parecido, pero negociando la manera de dormirse. Una teta, otra teta, la mano, agua, teta, agua, mano, mimo… Y asi hasta el infinito! Así que estoy explicandole que teta + teta y a dormir de la manita, porque si no terminó agotada y desesperada! Razona un montón, pero otra cosa es que se deje convencer, jiji!
Muaks!
Sí, sí, así hace él también, y de una cosa a la otra no hay forma de que se duerma, hay noches que estamos una hora!!! Un abrazo.
Pero que mono!!! Los niños son mucho más inteligentes de lo que nos creemos y seguro que en nada os deja dormir un poquito mejor. Besicos
Es taaaan tierno, ¡me tengo que contener la risa! jajaja
Me alegro mucho por ti!!!! Qué bien! Además me das esperanzas. Nora tiene sólo 2 años pero yo ya le cuento alguna milonga al ir a acostarnos. Que si la teta tiene que descansar, y bla bla bla… A veces consigo que tome agua y se vuelva a dormir.
Ay Bichilla, me ha hecho mucha gracia lo de la milonga jajaja Bueno, al final irá calando el mensaje, ya lo verás, es que es muy peque!
Cuando mi bichilla duerme peor y la gente me recomienda aplicar el método Estivill, este momento que describes, en el que comienzan a madurar su entendimiento y en el que podemos dialogar con ellos sabiendo que nos comprenden, es mi tabla de salvación para seguir manteniendo la paciencia y esperar a que madure por sí sola. Sólo tiene 15 meses, y por mucho que quiera darle charla para dormir, es tocar la cuna sin estar profundamente dormida y que comience el espectáculo.
Aiiissss, yo lo que no entiendo es cómo todavía queda gente por ahí recomendando el Estivill!! Mucho ánimo, un abrazo.
¡Cómo me alegro por ti! La verdad es que yo también me he planteado empezar a hacer eso, poco a poco, ahora que ya va entendiendo más y sobre todo comprendiendo más («empatizando»). Mi hijo por ejemplo por la noche me pide teta, pero muchas veces una vez que se mete en mi cama ya se le olvida y simplemente se queda acurrucado junto a mí. Estas últimas semanas, además, ha ocurrido algo curioso, y es que después de más de hora y media con la luz apagada esperando a que se durmiera (primero juntos, luego con la mano, echando cabezadas varias una servidora…) al final le dije que no podía más y se quedó durmiendo con su padre, acurrucado a su lado, mientras yo me levantaba para hacer algo (eran las diez y pico, yo no necesito dormir tanto y su padre madruga pues entra a las seis a trabajar).
Y lo que hace meses era impensable ahora ya lo considera algo razonable, e incluso antes de apagar la luz me dice «y si yo no puedo dormirme voy con papá» (eso sí, después de haberme llamado al grito de «ama ven» cuando estaba en el portal de reunión del portal, después de haberle avisado con días de antelación y haberme despedido debidamente).
Así que tu post de hoy me ha gustado mucho porque nos recuerda que muchas veces subestimamos a nuestros hijos que sin darnos cuenta van creciendo y madurando.
Me alegra mucho Laura que tu también vayas viendo poco a poco avances, la verdad es que los niños nos dan sorpresas maravillosas que compensan con creces lo anterior!
Estoy sorprendidísima de que sea capaz de entender esos conceptos y razonarlos. A mi hijo si le digo que tengo mucho sueño es como si oye llover… aunque no me quejo, que él normalmente suele dormir bien de noche. Pero bueno, para otros asuntos sí que me vendría bien que razonara algo más… a ver si cuando lleguemos a ese punto…
Sí, es que Bebé el tema del lenguaje lo tiene muy desarrollado, no te voy a decir que esté al nivel de su hermano de cinco años pero tampoco te creas que anda lejos. Ya verás como llegará ese momento, un abrazo!