Un año de postparto

Un año de postparto. Empiezo a sentir que está lejos mi segundo embarazo y eso a pesar de haberlo vivido intensamente, sabiendo que no volvería a repetir esa experiencia tan increíble que es gestar una vida.

En otras cosas no, pero siento que la recuperación física ocurrió rápido, muy rápido. Quizá porque no tenía tiempo de preguntarme si quiera si me sentía bien o mal y quizá también porque el baby blues envolvió todos aquellos momentos en una niebla muy espesa.

La recuperación de la cesárea fue buena, ya no recuerdo empecé a sentirme normal pero no recuerdo haber sentido que estaba limitada por ella, al contrario de la primera que tuve. De hecho, a los 10-15 días se estropeó el ascensor y estuvimos de obras en el bloque, no sé cuántas semanas estuvimos sin ascensor, por lo que todos los días me tocaba subir y bajar los tropecientos escalones hasta mi casa mientras porteaba al niño y no recuerdo haber sufrido más por el hecho de estar recién operada.

Quizá lo peor haya sido el plano estético. Esta vez el pelo se me cayó bestialmente y aún no me he recuperado. Me ha salido mucho pelo nuevo y ya he conseguido que en el flequillo no se me vea doble capa pero el resto del pelo lo tengo horrible, con cientos de pelillos de distintos tamaños que no hay quien alise. Además, al haber perdido tanto pelo aún no noto que esté repoblado completamente y tengo una pequeña calva que al menos yo aún puedo identificar a la legua.

La tripa me ha costado mucho perderla, durante muchos meses, por lo menos los seis primeros, he tenido una tripa equivalente a mis 3-4 meses de embarazo y además muy blandita. Claro que no sólo no he hecho nada para perderla sino más bien todo lo contrario, porque será la lactancia o será otra cosa, pero tengo hambre y sed desde que me levanto hasta que me acuesto y no me privo de nada. No es que ahora tenga la tripa que tenía antaño, sé que sin cuidados nunca volveré a tenerla como la tenía, pero por lo menos ahora está decente.

Mientras que en el plano físico me siento recuperada y no suelo pensar mucho ya en el embarazo, en el plano psicológico estoy al nivel contrario. No puedo decir que esté como recién parida, pero me siento aún en los primeros meses de crianza. Quizá también por la lactancia, por la falta de menstruación, porque Bebé sigue mamando muchas veces y mucho rato, me siento emocionalmente muy vinculada a todo este proceso biológico, muy sensible y emotiva, tengo ganas de intimidad, de que me dejen con mi cría… Es algo muy animal.

No siento esa cierta independencia que muchas personas empiezan a disfrutar cuando sus bebés empiezan a andar (Bebé lo hace desde hace dos meses) y cumplen un añito, algo que sí me sucedió con Mayor. También es verdad que Bebé es un bichillo de alta demanda y que entre teta, colecho y mochila portabebés somos un pack indivisible.

Aunque por una parte todo mi ser está vinculado a Bebé, otra parte de mi se siente cansada tras tres años y medio de crianza intensiva. El dormir poco y mal tampoco ayuda, la falta de tribu, etc.

Ahora que se cumple un año soy consciente de que todos estos sentimientos tienen una fecha de caducidad ya muy próxima, que dentro de nada entraremos en una etapa distinta, y aunque por un lado estoy deseando gozar de ella (pues ya la conozco y sé lo que puedo esperar y me entusiasma) por otro lado siento algo de pena y nostalgia. Cuando guardé las cosas de Mayor tenía miedo a no poder repetir la experiencia pero ahora cuando voy guardando cosas de Bebé sé que no volveré a usarlas y aunque a día de hoy tenemos muy claro que no tendremos más hijos, no puedo evitar sentir cierta penilla al pensar que nunca más volveré a tener a un recién nacido entre mis brazos.

En definitiva, está siendo un puerperio largo y muy íntimo. Si del primero saqué una gran fuerza interior y más confianza en mi misma, de este estoy sacando mucha paz, estoy aprendiendo algo que siempre me ha costado muchísimo: a perdonarme mis propios errores, a ser menos exigente, a no ser injusta.

Gracias Bebé por todo lo que me has hecho descubrir.

Mamá (contra) corriente

Este mi blog personal. Hace ya diez años que empecé a escribir sobre la increíble experiencia que la maternidad había supuesto en mi vida ¡y desde entonces aquí sigo!Soy autora del e-book "Cómo lograr un embarazo conociendo tu fertilidad", en el que reúno los conocimientos teóricos y prácticos que necesitas para entender tu ciclo menstrual, interpretar tus signos de fertilidad y utilizarlos para maximizar tus posibilidades de quedarte embarazada.Además de este blog que lees, soy co-editora de Comer con Gusto y autora de otros tres blogs: Pekeleke, mi web de literatura infantil, Miss Cosméticos, mi blog de belleza y Mochilas-Portabebés.es, sobre mochilas ergonómicas.

22 comentarios sobre “Un año de postparto

  • el 25/04/2013 a las 10:08
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    Pues enhorabuena por la reflexión final. La verdad es que leyéndote sé que lo has pasado mal, y que has dormido muy poco. Pero como tu dices, las cosas van mejorando. Venga ahora a disfrutarlo de otra manera.
    Un besote

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    • el 29/04/2013 a las 22:40
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      Claro que sí, van a mejorar seguro. Un beso grande.

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  • el 25/04/2013 a las 12:41
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    ¡Felicidades familia por ese año de amor! Desde luego te he ido leyendo y creo que eres una fiera. No sé si hubiese tenido esa fuerza que te caracteriza para pasar algunos días más largos que otros. Creo que la maternidad nos revela quiénes somos y nos da la fuerza necesaria para cada ocasión, ni más ni menos… y siempre pesa más lo bueno, por supuesto. Supongo que este año te habrá pasado volando entre unas cosas y otras! No olvidemos los proyectos que también han crecido con bebé! Esa sensación de guardar la ropita también la comparto… comparto más de una cosa que dices! En fin, E. disfruta mucho de este tiempo, en breve yo también estoy de cumpleaños! así que brindemos por muchos años! Un besazo!

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    • el 29/04/2013 a las 22:40
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      Ayyyy que en breve tu también soplas velas! Madre mía, si hace nada estábamos embarazadas. Muchos besos.

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  • el 25/04/2013 a las 13:49
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    Bonita reflexión 🙂 Yo estoy empezando el puerperio, y el primer mes me ha resultado bastante duro. Esperemos que la cosa vaya mejorando 🙂

    Besos

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    • el 29/04/2013 a las 22:40
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      Para mi los tres primeros meses han sido como un túnel oscuro, tanto que me cuesta hasta recordarlos. Pero se va saliendo, ya lo verás. Y para cualquier cosa que necesites, aquí estamos!!. Besos.

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  • el 25/04/2013 a las 14:47
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    Uff acabo de leerte y…estoy llorando a moco tendido.
    Que bien defines la nostalgia por el embarazo, por tener en brazos a un recién nacido. Yo, cuando tuve a mi hijo me di cuenta de que,, me habia hecho mayor y que se cumplia una etapa muy trascendental.
    Fisicamente me encuentro como tu, con clareos por ciertas zonas del cuero cabelludo y con una barriguilla bastante fofa.
    Ánimo y enhorabuena por esos pequeñajos que tanto han cambiado tu vida.

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    • el 29/04/2013 a las 22:39
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      Un beso muy grande Lia!

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  • el 25/04/2013 a las 15:40
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    Qué bonito! Yo tb tengo 2 hijas, y me quedo con ganas de mas. Es q es algo muy especial…

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    • el 29/04/2013 a las 22:39
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      Es muy especial pero yo ya llegué a mi límite, he cerrado el chiringuito! jaja Besos.

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  • el 25/04/2013 a las 17:03
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    La verdad es que es precioso todo lo que sientes y cómo lo transmites. Lo de ser mamá debe de ser como un curso de desarrollo personal, pero a lo bestia ¿verdad?.
    Y bueno, eso de que no vas a tener más recién nacidos en los brazos…ya verás cuando seas abuela y vuelvas a recordar todo esto 😉
    Un abrazo grande.

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    • el 29/04/2013 a las 22:38
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      Lo es, no has podido definirlo mejor!

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  • el 25/04/2013 a las 21:02
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    Fíjate, yo lo he tenido al revés. El primer puerperio fue super intenso, con baby blues, muchísima falta de sueño y un bebé de super alta demanda. En cambio, el segundo está siendo mucho más «fácil». La recuperación física ha sido mucho más rápida, y ya sólo me queda un rollito en la tripa, que ya se me quitará. Digo yo…
    La pequeña duerme muchas más horas que su hermana desde hace ya casi un mes, y se queda en su hamaca más tiempo, sin llorar ni parecer enfadada o triste. Además tengo un proyecto profesional nuevo que me tiene pensando en eso bastante tiempo al día. Así que, aunque la pequeña duerma con nosotros, se pase en el pañuelo varias horas al día, y yo me haya separado de ella en estos dos meses un máximo de 5 horas en total, me siento distinta, menos «atada» o «agobiada» de lo que me sentía la primera vez. A lo mejor es que ya sé cómo se siente una de vinculada al bebé, y ya no me da «vértigo» esa dependencia…
    Espero que mejores del baby blues, un abrazo!

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    • el 29/04/2013 a las 22:38
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      ¡Cuéntame ese proyecto!.

      Cada experiencia es distinta, yo creo que si Bebé fuera menos demandante, si durmiera más, las cosas serían mucho más sencillas, pero que demande tanto y duerma tan poquísimo es muy duro e influye muchísimo en el día a día…

      Besos.

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  • el 25/04/2013 a las 21:51
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    No se por donde empezar… Bueno, sí: me alegro de que hayas bajado el nivel de exigencia y te hayas concedido algún que otro perdón. Ya te dicho que me siento muy identificada con ese perfeccionismo auto-exigido. Yo tras dos meses me encuentro muy bien físicamente, aunque aún hay «restos» del embarazo. Para la recuperar la barriga y suelo pélvico, la gimnasia abdominal hipopresiva va fenomenal, a las de parto vaginal nos va de perlas para recuperar periné, y a las de cesárea para rehabilitar faja abdominal.
    Y pasando al plano más frívolo, te juro que no sólo no se te nota esa calva, sino que además las dos veces que te he visto me ha dado una envidia horrorosa esa melena rubia, brillante y lisa!! (Ya sabes mis problemas para encontrar hueco para lavarme/secarme/peinarme el pelo). Estas estupenda!

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    • el 29/04/2013 a las 22:37
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      Jajajaaja Qué amable eres, de estupenda nada!!! Muchísimas gracias, un beso.

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  • el 26/04/2013 a las 1:30
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    Me has puesto a pensar tanto. Mi bebo tiene seis meses y como primeriza he vivido un carrusel de emociones y el puerperio está muy a flor de piel, muy presente aun.

    Ando, sí, muy agotada, porque pasó toda la mañana hasta las tres de la tarde con él y luego me voy a trabajar hasta las 11 de la noche. Pero vale la pena estar tan vinculada a mi bebo. Claro, el esposo ha sido un gran apoyo, más del que me imaginé.

    Gracias por compartir estas experiencias. Te puedo decir que me hacen sentir menos sola en esos «momentos bajos» de este puerperio.

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    • el 29/04/2013 a las 22:36
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      Sí, mucho menos sola, el 2.0 es maravilloso.

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  • el 26/04/2013 a las 10:41
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    Te leo desde hace tiempo y últimamente me apena sentirte triste, nostálgica, con el alma a cuestas. Ya que has aprendido a perdonarte, intenta aceptar que no siempre podemos con todo. Es lo más difícil. Espero que pronto encuentres el bálsamo que tu corazón necesita.

    Respuesta
    • el 29/04/2013 a las 22:36
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      Más que un bálsamo lo que necesito es una loteria! jajaja 😉 Un beso Marta.

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  • el 26/04/2013 a las 13:15
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    Precioso, yo no se si ya lo habré superado o no, hay días supongo. Esta etapa es muy intensa, y me alegro muchísimo que hays sacado tanto positivo de ella. La tristeza, la morriña que sientes es normal, creo que aunque tuviéramos 8 hijos, con el último lo sentiríamos. Ay, qué curioso es esto de ser madre, de verdad no me lo esperaba. Un abrazo preciosa

    Respuesta
    • el 29/04/2013 a las 22:35
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      Muy curioso, es algo muy intenso 🙂

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