Mindfulness para niños: nuestra experiencia
Como os comenté en octubre, Mayor ha estado yendo a un programa de ocho sesiones de mindfulness para niños.
Para nosotros, como padres, ha sido una experiencia muy enriquecedora. De hecho, nos encantaría poder hacer nosotros mismos un taller, seguro que nos vendría de perlas. Aunque en casa no hemos practicado todo lo que deberíamos, porque con el Peque alrededor es bastante difícil encontrar un momento de quietud y silencio, nos ha gustado mucho poder llevar a cabo pequeños ejercicios de respiración o meditación antes de acostarnos y observar como Mayor es capaz de ejecutarlos y disfrutarlos.
Aunque quizá el no haya exteriorizado mucho si le ha gustado o no (algo habitual en él), sí que hemos comprobado que Mayor ha interiorizado gran parte de lo aprendido. Os cuento tres anécdotas que han sucedido últimamente:
– Una noche vino a nuestra cama tras haber tenido una pesadilla. Venía medio dormido y un poco desorientado. Se tumbó al lado de su padre y susurró algo así como «soy el agua, estoy en calma; soy el espacio, soy libre».
– Otra noche, semanas más tarde, vino a la cama también un poco inquieto. Tanto su padre como él estaban un pelín desvelados y le dijo «papá, si quieres respiramos, te vendría fenomenal para volver a dormirte».
– Hace unos días estuvo en un grupo con otros niños y surgió la actividad de sentarse a respirar en silencio y con los ojos cerrados. A la salida nos comentaron que se habían quedado muy sorprendidos de lo bien que lo había hecho Mayor: quieto, concentrado, con una postura perfecta, respirando acompasadamente…
Sí que creo que probablemente seis años sea un poquito pronto para sacarle todo el partido al taller. Como nos ha gustado mucho, nos gustaría encontrar algún sitio donde se pudiera dar, por ejemplo, una sesión mensual. Si no, nos encantaría más adelante poder repetir la experiencia, quizá ya en ese momento sumándose el Peque, que falta le hace.
En el post en el que os explicaba que había iniciado el taller de mindfulness para niños os recomendaba un libro muy conocido: Tranquilos y atentos como una rana, de Eline Snel.
Hoy os voy a recomendar un libro que hemos comprado hace poquito y que nos ha encantado, además de que le estamos sacando mucho partido: Un Bosque Tranquilo, de Patricia Díaz Caneja.
Más que un manual, se trata de un cuento muy sencillito escrito para niños, de modo que puedan acercarse al mindfulness de forma natural y despertarles curiosidad por profundizar en él.
Por ejemplo, les explica que la respiración es fundamental en la vida y nos ayuda, por ejemplo, a procesar correctamente nuestras sensaciones, nuestros sentimientos.
Cuando uno siente miedo… respira, respira, respira.
Me encanta la página en la que dice:
Cuando camines, CAMINA. Cuando comas, COME. Cuando juegues, JUEGA.
Que no es que vaya a ser yo ahora una gurú del mindfulness para niños, para cuántas veces al día le habré dicho desde hace años que cuando estamos a una cosa, estamos a esa cosa y no a esa y a veinte más.
Desde luego, me parece un estupendo mantra repetirse que hay que estar a lo que estamos.
En definitiva, el mindfulness para niños ha sido una experiencia muy muy positiva, que os recomiendo plenamente.
Ojalá hubiera alguna forma de que mi bicho de 3 años hiciera eso del mindfulness. Se despierta al rayar el alba y no para hasta la noche. Me encantaría verle como los niños de la foto, ahí quietecitos en plan Ommmmm… XD
Ya, yo quisiera llevar al Peque, pero de momento es pronto! 🙂
Me parece muy interesante esto del mindfulness, y de hecho ya tengo apuntado para más adelante el libro «Tranquilos y atentos como una rana». Creo que lo has explicado muy bien, y por supuesto ya he puesto Un bosque tranquilo en mi lista de deseos. Aunque como dices todavía con cuatro años recién cumplidos quizá sea un poquito pronto, espero que para más adelante pueda encontrar algún curso sobre esto en mi ciudad. Recuerdo que en su día (hace más de veinte años) y gracias a que estaba estudiando música, me propusieron un fin de semana algo muy similar a esto, aunque creo que por entonces este nombre ni existía, jejeje… Y la verdad es que la frasecita de «hay que estar a lo que estamos» deberíamos repetírnosla más en el día a día, con el móvil a mano a todas horas y para todo, y sobresaltados cuando alguien nos habla aunque supuestamente estábamos disponibles para esa persona…
Qué gran verdad Laura…
Pues vaya, sí que se notan los resultados, porque si lo trasladan a su día a día, y en los momentos que lo necesitan saben aplicarlo ya es un gran paso!! La verdad que es porque le ponen nombre a todo, pero es como ganar conciencia sobre tu propia vida no? Respirar es cosa continua e imprescindible e influye en todo! Claro que hay que aprender a respirar!!
Me ha encantado que compartas esos detalles que han dejado huella en lxs peques tras el paso por el taller.
alee, se me ha enviado antes de tiempo, en fin, que muchas gracias y tomo nota!! 🙂
Ha sido genial hacer este taller, la pena es que se haya acabado!
Pingback:Conoce MINDFULNESS « Centro Elle
Pingback:MINDFULNESS: NIÑOS, ADOLESCENTES, PADRES Y EDUCADORES « Centro Elle
Hola!
Yo he comenzado a usar una relajación guiada para niños breve en audio cuando nos vamos a la cama con mi peque que no llega a 3 años y me ha sorprendido cómo le ayuda a dormir! Parece que es pronto, pero yo espero que haciéndolo de manera habitual desde pequeño sea un hábito que interiorice, pues como lavarse los dientes o las manos
Me encanta tu blog 😉