Introversión

Del embarazo de mi hijo saqué la impresión de que la experiencia era muy primitiva en el sentido estricto del término, es decir, la experiencia que más nos acerca a nuestros ancestros, a los demás mamíferos… Experimenté en muchos momentos una fuerte necesidad de estar sola, de pensar en mi y en nadie más, y no me sentía conectada con el mundo sino únicamente hacia dentro. Incluso cuando tuve a mi hijo en brazos y sentí esa euforia tan intensa, seguía necesitando estar a solas con mi marido y mi cría. No era un problema con el mundo sino conmigo misma, era algo que me salía de dentro y no se podía explicar racionalmente.

Ni qué decir tiene que hubo quien no entendió esa necesidad de introversión. Bien es cierto que mi embarazo fue malo y no encontré la empatía y cariño que necesitaba prácticamente en nadie, por lo que compartir mis sentimientos con los demás tampoco me parecía que tuviera mucho sentido. Pero creo que aunque hubiera sido un embarazo excelente, esa parcela de individualidad y silencio la hubiera necesitado igual.

Cuando en agosto de este año vi el test de embarazo positivo y sin darme cuenta de ello ni haberlo relacionado en un principio, me ha ocurrido exáctamente lo mismo. No tengo muchas ganas de ver a nadie ni de hablar con nadie ni de compartir mis pensamientos con respecto al embarazo. Me paso el día en mi mundo, muchas veces con la mirada perdida. Estoy rememorando casi día a día la experiencia del embarazo y nacimiento de mi hijo y eso me tiene muy entretenida. Intento hacer un esfuerzo porque me interesen otras cosas, las normales de la vida y del día a día, los problemas que tienen los demás, pero me cuesta horrorores. No puedo pensar en otra cosa, no hay un segundo del día en que no piense en lo que está pasando. Puedo hablar de otros temas… pero se me nota el escaso entusiasmo.

Comprendo perfectamente que la etapa de introversión puede ser dura para los demás. Sobre todo para quienes están acostumbrados a todo lo contrario, que yo normalmente soy un libro abierto. Pero no es nada personal, ni siquiera es algo que pueda controlar. Es un estado de ánimo. Como digo, algo muy primitivo, que me sale de dentro. Y como creo que forma parte del proceso, no quiero renegar de ello sino que trato de explicarlo y espero que alguien lo comprenda esta vez.

Mamá (contra) corriente

Este mi blog personal. Hace ya diez años que empecé a escribir sobre la increíble experiencia que la maternidad había supuesto en mi vida ¡y desde entonces aquí sigo!Soy autora del e-book "Cómo lograr un embarazo conociendo tu fertilidad", en el que reúno los conocimientos teóricos y prácticos que necesitas para entender tu ciclo menstrual, interpretar tus signos de fertilidad y utilizarlos para maximizar tus posibilidades de quedarte embarazada.Además de este blog que lees, soy co-editora de Comer con Gusto y autora de otros tres blogs: Pekeleke, mi web de literatura infantil, Miss Cosméticos, mi blog de belleza y Mochilas-Portabebés.es, sobre mochilas ergonómicas.

32 comentarios sobre “Introversión

  • el 05/10/2011 a las 10:52
    Permalink

    Te comprendemos perfectamente. Tú ahora estás en tu mundo centrada y eso es no es malo. Yo también he estado muy ensimismada y expectante en mis embarazos.

    Respuesta
  • el 05/10/2011 a las 11:45
    Permalink

    Lo describes muy bien. Me gusta que todavía existan madres que puedan conectarse con lo primitivo y animal que es este período. Disfrútalo como viene. La naturaleza es sabia, y si estás así es porque toda tu energía está puesta en engendrar a ese hijo que vendrá.
    Ah! Y no dejes que te juzguen, aunque en el camino pierdas «amigos»
    Un abrazo enorme.

    Respuesta
  • el 05/10/2011 a las 12:08
    Permalink

    Yo siempre he dicho que el primer trimestre me resulta tedioso, los miedos y el no saber qué pasa ahí dentro nos hace darle muchas vueltas a las cosas o perdernos en nuestros pensamientos y que la gente no nos comprenda. A mí me hace gracia cuando la gente le quita importancia diciendo «pero si solo estás de dos meses» como si no fuera nada… pues para mí es le trimestre más duro y difícil.
    A mí me ha pasado como a tí, en ese tiempo me perdía mucho en msi pensamientos y todo se centraba en mi lentejita, en cero coma pasas de estar normal a estar gestando una vida y cuesta acostumbrarse de golpe a ese nuevo estado, y yo también me he sentido incomprendida. Pero bueno, somos madres desde que sabemos que una microcélula crece en nuestro interior, aunque nadie comprenda nuestros sentimientos.
    Un besote

    Respuesta
  • el 05/10/2011 a las 12:36
    Permalink

    Las que hemos vivido los mismos sentimientos te apoyamos, no podemos negarnos a vivir nuestro embarazo por reglas sociales. Al cabo de los meses te das cuenta que queda la verdadera familia, la que te quiere y respeta sean o no de tu sangre.

    Respuesta
  • el 05/10/2011 a las 15:15
    Permalink

    Yo claro que lo comprendo, a mí no me pasó tan fuerte pero sí es cierto que como era mi preocupación principal a veces podía parecer que pasaba de todo lo demás, en cierta forma puedo decir que tuve una etapa un poco «egoista», pero como todo en el embarazo va pasando…
    Un beso

    Respuesta
  • el 05/10/2011 a las 15:23
    Permalink

    Te doy mi apoyo desde la distancia, no puedes vivir el embarazo como quieren los demás sino como lo sientes tú, así que la gente que te quiere y que tienes a tu lado seguro que te dará el cariño, comprensión y respeto que necesitas en esta etapa del embarazo.

    Respuesta
  • el 05/10/2011 a las 15:33
    Permalink

    Yo creo que uno debe seguir su «voz» interior. Es un poco como lo del reposo – el cuerpo es el primero que lo pide, incluso antes que lleguen otros sintomas. Sobretodo en mi primer embarazo, pero de alguna manero en los tres, tambien he sentido lo que tu decribes como introversión. Gerar vida exije mucho de uno, aunque la gente no sea consciente de ello. No tienes por qué sentirte rara o mal – que perdonen los demás, pero con atender a tu hijo ya tienes suficiente «descentramiento» de ti misma! Besos,

    Respuesta
  • el 05/10/2011 a las 19:38
    Permalink

    Yo suelo tener esa sensación de ensimismamiento cuando tengo algún run run en la cabeza. Creo que debes dejarte llevar por lo que te pide el cuerpo en estos momentos, de modo que nada que objetar. Tienes mi apoyo. Seguro que llegará el día en que volverás a estar tan dicharachera como siempre.

    Respuesta
  • el 06/10/2011 a las 4:32
    Permalink

    Hola, creo que nuca comenté, pero si te leí varias veces. Te quería comentar acerca de una terapeuta argentina que habla mucho de la introversión que nombras (aunque ella lo dice de otra forma, pero habla de se sentimiento arcaico que se tiene en el embarazo y en los primeros meses del bebé). Se llama Laura Gutman, hay varias conferencias suyas en internet que tal vez te pueden interesar (o tal vez ya la conoces!). Incluso una de las conferencias es en Bilbao… Espero que te guste, besos!!!
    Su canal es: http://www.youtube.com/user/LauraGutman

    Respuesta
    • el 07/10/2011 a las 11:06
      Permalink

      La tengo en pendiente desde hace mucho, creo que estaría de acuerdo en muchas cosas. Gracias por la recomendación.

      Respuesta
  • el 06/10/2011 a las 13:44
    Permalink

    Estas en un momento muy personal y con muchisimos sentimientos… haz en cada momento lo que mas te apetezca, no te sientas obligada a nada y quien no quiera o no sepa respetarte, allá ellos… Un besito

    Respuesta
    • el 07/10/2011 a las 11:05
      Permalink

      Eso suelo pensar… pero a veces uno termina fingiendo ante la incomprensión de la gente, quedarse solo no es muy agradable…

      Respuesta
  • el 06/10/2011 a las 15:18
    Permalink

    Es algo muy normal… lo que está ocurriendo dentro de ti es tan grande que lo de fuera pierde importancia.

    Sumergete en tu mundo y que no te importen los demás… quienes te quieren estoy segura de que lo entenderán!

    Respuesta
    • el 07/10/2011 a las 11:05
      Permalink

      Pienso que es en estos momentos cuando uno se lleva más sorpresas de la gente que le rodea… pero, bueno, es lo que hay.

      Respuesta
  • el 06/10/2011 a las 16:17
    Permalink

    Te entiendo a la perfección por que a mi me pasa exactamente lo mismo. No te preocupes por los demás y disfruta este momento, que como todo, pasa demasiado rápido.

    Respuesta
    • el 07/10/2011 a las 11:04
      Permalink

      Puff, no sé si pasa rápido, a mi el embarazo de mi hijo se me hizo largo, ya veremos!! Pero sí quisiera disfrutarlo de otra manera, esa es la verdad.

      Respuesta
  • el 06/10/2011 a las 16:50
    Permalink

    Es un momento que tienes que dedicarte a ti y a tu familia, es normal que te sientas así,y cada una lo tiene más aumentado o menos…siempre andaremos por aqui para cuando quieras!

    Respuesta
    • el 07/10/2011 a las 11:03
      Permalink

      Gracias por tus palabras!

      Respuesta
  • el 06/10/2011 a las 22:58
    Permalink

    A mi me pasa lo mismo, aunque sí que me relaciono con más gente y en algunos momentos me apetece, pero cuando llega el momento siento que me tenía que haber quedado en casa, no tengo interés en realidad por nada que no sea mi familia y mi embarazo.

    Respuesta
    • el 07/10/2011 a las 11:03
      Permalink

      Todos los días no son iguales pero pienso que esa sensación la hemos experimentado muchas!. Un abrazo.

      Respuesta
  • el 06/10/2011 a las 23:05
    Permalink

    Yo recuerdo que me lo pasaba mirando los videos de national geographic sobre gestación, y también investigaba mucho sobre el embarazo mes a mes. Es una etapa muy especial así que no es malo disfrutarla al máximo, y como dicen las chicas, pasa muy rápido. Besos.

    Respuesta
    • el 07/10/2011 a las 11:02
      Permalink

      Creo que ese documental lo hemos visto todas! jajaja. Está muy bien pero yo ya me lo sé de memoria! jajajaja.

      Respuesta
  • el 08/10/2011 a las 9:58
    Permalink

    Yo no me volví introvertida, al menos, no más de lo que soy…pero si que empecé a aborrecer el contacto físico con otras personas, y más si era para tocarme la barriga sin permiso…

    Respuesta
    • el 12/10/2011 a las 11:35
      Permalink

      Jo, es que lo de tocar la barriga… qué pesaditas son algunas personas, cómo invaden el espacio vital!!!

      Respuesta
  • el 08/10/2011 a las 10:50
    Permalink

    A mí me pasó parecido, me daba pereza siempre hacer planes, estaba yo tan contenta en mi mundo con mi barriga…
    Y encima, lo que yo necesitaba hablar sobre mi embarazo nadie lo comprendía, era «demasiado rebelde», y «chica no le des tantas vueltas»… así que… al final me lo fui quedando para mí.
    De todas formas por aquí tienes una buena vía de escape, no? Esto de la tribu es lo que tiene…
    Por cierto, para quien no lo sepa hay un grupo en facebook que se llama «La tribu» y está lleno de mamis! 😉
    http://www.facebook.com/groups/somoslatribu/

    Respuesta
    • el 12/10/2011 a las 11:35
      Permalink

      No conocía el grupo de facebook, voy a entrar! jajaja Yo creo que la tribu es muy necesaria, aunque sea virtual!. Un abrazo.

      Respuesta
  • el 21/11/2012 a las 17:05
    Permalink

    Este post es de hace mucho pero lo he recuperado buscando en la etiqueta «embarazo» para comparar cómo te sentías tú (y otras mamás blogueras) en el punto en el que me encuentro yo ahora, de casi casi 11 semanas. Escribo igualmente porque a lo mejor otras llegan después a tu blog y también pueden leer este comentario, ya que no tengo blog propio. He sentido cosas muy parecidas a las que describiste.
    Resulta que desde hace sólo un par de días parece que estoy «despertando» de un sueño muy profundo y muy mío que sólo he querido compartir con mi marido hasta ahora. Cuando me enteré de que estaba embarazada pensé que me sería imposible no contárselo a todos, pero en seguida me di cuenta de que no era así. Me bastó con decírselo a mis padres y a mis suegros para ver que aún no estaba preparada para que lo supiera nadie más, o más bien que no me apetecía. Primero porque había que asimilarlo con tranquilidad y luego porque me daba mucho miedo perderlo y tener que explicar que, contra todo lo que yo siempre había creído que sentiría, para mí aquella minúscula punta de lápiz ya era muy importante, irremplazable.
    A las 6 semanas teníamos una boda de unos amigos que había sido esperadísima, pero si hubiera podido evitarlo no habría ido. No porque me sintiera mal, porque la verdad es que las náuseas se han portado bastante bien conmigo, ni por lo cansada y soñolienta que he estado a todas horas hasta hace muy poco. Yo creo que era más bien que sentía la necesidad de ensimismarme pensando en cómo se sentiría el bichito ahí dentro, en cómo sería ver crecer mi tripa, en lo bonitos y difíciles que iban a ser los siguientes meses y años… Necesitaba tiempo para lo que cualquiera habría creído de que era «no hacer nada» pero que para mí era la única manera de ir relajándome, perdiendo el pánico inicial, de asimilarlo para poder hacerlo público. Por suerte trabajo en casa y he podido bajar el ritmo mucho, trabajar a mi aire y «perder» todo el tiempo que me hacía falta pensando en estas cosas.
    Creo que hasta hace dos o tres días no he vuelto a tener ganas de compartirlo con nadie. Es más, la siguiente vez que vi a mis suegros tras la noticia (vivimos lejos) noté que mi suegra me miró la tripa antes que la cara y hasta me sentí un poco incómoda, invadida. En casa luego pensé que había sentido algo así como «no mires ahí, que esto todavía es sólo nuestro». Es una reacción muy absurda, pero lo recuerdo vivamente.
    Y ahora que ya estoy, como digo, despertando de mi pequeño letargo, de nuevo siento energía para enfrentarme a todo lo que esté por venir. Creo que la «meditación», leer los blogs sobre maternidad y el fin del primer 25% de embarazo me han dado fuerzas y tal vez ya necesite otra vez el contacto con otros humanos y hacer que alucinen con lo gorda que se me pone la panza por las noches 🙂

    Un saludo!!

    Respuesta
    • el 27/11/2012 a las 23:40
      Permalink

      Hola Melibea, perdona que haya tardado en responderte. Me parece muy normal lo que cuentas, ya ves que me pasó a mi y me consta que le ha pasado a más gente. Creo que la maternidad es algo que, si nos dejamos, nos conecta mucho con nosotras mismas, de ahí ese «ensimismamiento», esa necesidad de silencio, paz, de intimidad… Gracias por compartirlo conmigo. Un abrazo.

      Respuesta

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El RGPD me obliga a informarte de que al dejar un comentario en este post tus datos de carácter personal serán tratados conforme a la legislación vigente:

Responsable: Mamá (contra) corriente - Eva Gracia

Fin del tratamiento: Gestionar los comentarios y evitar el spam

Legitimación: Tu consentimiento (debes marcar la casilla que confirma que has leído y aceptas la política de privacidad)

Comunicación de los datos: No se comunicarán a terceros salvo obligación legal

Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad y olvido.

Contacto: hola @ mamacontracorriente.com